¿QUÉ ME HACE FALTA?
Señor, gracias por
tu gran amor, por mirarme con misericordia y darme la oportunidad de estar a tu
lado. Gracias por enseñarme a decir la verdad sin temor. Quiero entregarme a ti
con todo mi corazón, renunciar a cualquier cosa que me separe de ti. Que mi
alma esté siempre gozosa de seguirte en todo tiempo y fuera de tiempo.
Amén"
Busquemos en la palabra de Dios:
Marcos 10:17-25 Cuando Jesús estaba por emprender su camino a Jerusalén, un hombre se le
acercó corriendo, se arrodilló y le preguntó: —Maestro bueno, ¿qué debo hacer
para heredar la vida eterna? —¿Por qué
me llamas bueno? —preguntó Jesús —. Sólo Dios es verdaderamente bueno. Pero,
para contestar a tu pregunta, tú conoces los mandamientos: «No asesines; no cometas
adulterio; no robes; no de falso testimonio; no estafes a nadie; honra a tu
padre y a tu madre»*. —Maestro —respondió el hombre—, he obedecido todos esos
mandamientos desde que era joven. Jesús miró al hombre y sintió profundo amor
por él. —Hay una cosa que todavía no has hecho —le dijo —. Anda y vende todas
tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo.
Después ven y sígueme. Al oír esto, el hombre puso cara larga y se fue triste
porque tenía muchas posesiones. Jesús miró a su alrededor y dijo a sus
discípulos: «¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!». Los
discípulos quedaron asombrados de sus palabras. Pero Jesús volvió a decir:
«Queridos hijos, es muy difícil* entrar en el reino de Dios. De hecho, ¡es más
fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino
de Dios!».
Esta pregunta ¿Qué me hace falta? Puede estar dando un vistazo de lo que realmente hay
en nuestro corazón.
Es decir: Nos puede mostrar
si somos verdaderamente sinceros en nuestra entrega a Dios.
Nos puede mostrar
de qué lado se inclina la balanza.
En otras palabras ¿Estamos más entregados a la cosas del
mundo, o a Dios?
Seguir a Cristo
cuesta, y más cuando nos dice “Abandona esto por mí, y todo estará bien.”
Como ese joven,
podemos estar poseyendo todo, menos la vida eterna.
Si queremos y
anhelamos la vida eterna, debemos estar dispuestos a dejar todo lo demás para
obtenerla.
Esto implica una
entrega de corazón y vida a Dios y renunciar a todas las cosas que nos separan
de Él.
En ninguna otra
parte se ve más claro el costo del reino de Dios.
La pregunta es: ¿Cuánto estamos
dispuestos a dejar para seguir a Cristo?
El amor al dinero,
los deseos de los ojos, los deseos de la carne, la vanagloria de la vida y los
placeres nos pueden alejar del verdadero propósito al que Jesús nos ha llamado.
Sin embargo vemos
a un Jesús lleno de amor, que ama a pesar de y que está siempre dándonos la
oportunidad para que le conozcamos y nos consagremos a Él.
Tengamos presente que es Jesús el que
nos transforma y traspasa para ser recibidos por el Padre.
La barrera del
joven rico que lo podía mantener fuera del reino, era su amor a las riquezas,
el dinero representaba su orgullo, el éxito logrado y la autosuficiencia.
Esa actitud lo
incapacitaba para guardar el primer mandamiento de no permitir que nada fuera
más importante que Dios.
¿Qué barreras nos están impidiendo
entregar nuestra vida a Cristo?
Separarse de
Cristo debe producir tristeza y vacío en el corazón.
Pero leemos que hay
una separación penosa entre Jesús y este joven.
Lamentó no poder
ser un seguidor de Cristo en condiciones más fáciles, su amor no estaba puesto
en Jesús, sino en sus posesiones y dejarlas le dolía más.
Una cosa nos falta.
La única
cosa buena desde el punto de vista de Jesucristo es que estemos unidos con Él y
que nada nos separe de su amor y justicia.
Busquemos
primeramente el reino de Dios y su justicia y todo lo demás nos será añadido.
Para eso debemos
ser completamente renovados en el espíritu.
La
renovación espiritual comienza cuando Dios, por medio de su Poder toca el
corazón de una persona para que esta o este lo siga a través de cristo.
Muchas veces
queremos hacer grandes cambios en nuestra vida, o empezar una renovación total,
motivados o inspirados por otras personas que nos han dado su ejemplo.
Pero tristemente son muchos los que con
gran entusiasmo inician el camino trazado por Dios, pero a la primera
dificultad desisten de sus propósitos.
En otras palabras: Les falto
determinación y entrega.
Cuando se trata de
la obra de Dios, de edificar espiritualmente, tenemos muchos enemigos a nuestro
alrededor que se oponen y nos quieren quitar el ánimo.
En
toda generación existen los que odian al pueblo de Dios y tratan de
obstaculizar el propósito divino, mostrando un falso testimonio.
Por eso hay muchos falsos por el mundo, alimentados
por falsos cristianos.
Que ven la maldad y se apartan o quieren
involucrarse.
Es allí
donde debemos recordar que Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de
poder, amor, justicia y dominio propio, que nos capacitará para levantarnos,
enfrentarnos y continuar haciendo lo que Dios nos pide.
No lo que el ser humano pretenda que
hagamos.
Son muchos los
“cristianitos” que les encanta vivir excluidos del propósito de Dios.
Es decir: Mira el mal y
prefieren ser neutral para no dañar.
Eso mis queridos
hermanos se llama: Participes o Cómplices.
Y Mi Dios no perdonará eso.
Efesios 5:6-20 No se dejen engañar por los que tratan de
justificar esos pecados, porque el enojo de Dios caerá sobre todos los que lo
desobedecen. No participen en las cosas que hace esa gente. Pues antes ustedes estaban
llenos de oscuridad, pero ahora tienen la luz que proviene del Señor. Por lo
tanto, ¡vivan como gente de luz! Pues
esa luz que está dentro de ustedes produce sólo cosas buenas, rectas y
verdaderas. Averigüen bien lo que agrada al Señor. No participen en las
obras inútiles de la maldad y la oscuridad; al contrario, sáquenlas a la luz. Es vergonzoso siquiera
hablar de las cosas que la gente malvada hace en secreto. No obstante, sus malas intenciones se descubrirán cuando la luz las
ilumine, porque la luz hace todo visible. Por eso se dice: «Despiértate
tú que duermes, levántate de los muertos, y Cristo te dará luz». Así que tengan
cuidado de cómo viven. No vivan como necios sino como sabios. Saquen el mayor
provecho de cada oportunidad en estos días malos. No actúen sin pensar, más
bien procuren entender lo que el Señor quiere que hagan. No se emborrachen con
vino, porque eso les arruinará la vida. En cambio, sean llenos del Espíritu
Santo cantando salmos e himnos y canciones espirituales entre ustedes, y
haciendo música al Señor en el corazón. Y den gracias por todo a Dios el Padre
en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Cuando caminamos
en la obediencia y la fidelidad ante Dios, siempre tendremos libertad de ir en
cualquier momento a su trono de gracia para alcanzar el oportuno socorro y sus
recursos son ilimitados para ayudarnos en la restauración espiritual.
Esto debe
animarnos a seguir adelante cualquiera que sea nuestra situación y permitir con
la ayuda del Espíritu Santo que nuestra vida espiritual sea edificada para ser
instrumentos en el establecimiento del reino de Dios en esta tierra.
Nuestro testimonio
y acciones nos permiten alentar e inspirar a otros, para que estos escojan el
camino del bien o del mal.
Por
eso el verdadero cristiano donde quiera que este esté, la luz de Cristo
resplandecerá en él.
Efesios 5:14-17 porque la luz hace todo visible. Por eso se dice: «Despiértate tú que
duermes, levántate de los muertos, y Cristo te dará luz». Así que tengan
cuidado de cómo viven. No vivan como necios sino como sabios. Saquen el mayor
provecho de cada oportunidad en estos días malos. No actúen sin pensar, más
bien procuren entender lo que el Señor quiere que hagan.
Este versículo nos invita al despertar
espiritual, esto requiere de constancia y ejercicio diario de la Palabra de
Dios.
Debemos diariamente leerla, meditar en ella y
ponerla por obra.
No aprendiéndonos solo lo que nos conviene, porque así no hará
efecto en nosotros.
Debemos aprender todo para que
podamos ser corregidos e instruidos por cristo.
Miren ya estoy cansados de esos falsos
“cristianitos” que andan por el mundo diciendo:
“Dios es amor” Honra a tu padre y a tu madre”, “deja eso así no
te condenes”
Todo el año se la pasan en lo mismo, como si
no existieran otras palabras que corrijan nuestro estado inmundo de vivir.
Si es cierto, debemos saber que Dios es amor,
pero debemos saber más de Él, para que podamos sentir temor de su palabra:
1Juan 4:8 Pero el que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.
Hebreos 12:26-29 Cuando Dios habló desde el monte Sinaí, su voz hizo temblar la tierra,
pero ahora él hace otra promesa: «Una vez más, haré temblar no sólo la tierra,
sino también los cielos»*. Eso significa que toda la creación será agitada y
removida, para que sólo permanezcan las cosas inconmovibles. Ya que estamos recibiendo
un reino inconmovible, seamos agradecidos y agrademos a Dios adorándolo con
santo temor y reverencia, porque
nuestro Dios es un fuego que todo lo consume.
Levantarse de los muertos es despojarse del
pecado, porque “la paga del pecado es muerte”.
Como verdaderos Cristianos, debemos llevar
una vida de rectitud y santidad.
Ser Obedientes en todo y caminar en la
Fidelidad.
Esto nos permite estar a la altura de Cristo, para hacer
nuestras acciones con diligencia, con sabiduría y anhelar la verdad, alabar y
glorificar a Dios.
De esa manera daremos siempre un buen
testimonio de nuestras acciones y solo así la luz de Cristo resplandecerá en nuestro
camino, y avivaremos el fuego de su Santo Espíritu dentro de nosotros.
Hermano, aprovechemos bien el tiempo porque
hay que buscar a Cristo mientras pueda ser hallado.
En libro
de Isaías, nos muestra unas de las tantas promesas que Dios tiene para
nosotros.
Isaías 41:10-16 No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo
soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha
victoriosa. »¿Ves? Todos tus furiosos enemigos están allí tendidos, confundidos
y humillados. Todo el que se te oponga morirá y quedará en la nada. Buscarás en
vano a los que trataron de conquistarte. Los que te ataquen quedarán en la
nada. Pues yo te sostengo de tu mano derecha; yo, el SEÑOR tu Dios. Y te digo:
“No tengas miedo, aquí estoy para ayudarte. Aunque seas un humilde gusano, oh
Jacob, no tengas miedo, pueblo de Israel, porque yo te ayudaré. Yo soy el
SEÑOR, tu Redentor. Yo soy el Santo de Israel”. Serás un nuevo instrumento para
trillar, con muchos dientes afilados. Despedazarás a tus enemigos, convirtiendo
a los montes en paja. Los lanzarás al aire y el viento se los llevará; un
remolino los esparcirá. Entonces te alegrarás en el SEÑOR; te gloriarás en el
Santo de Israel.
Que hermosos versículos.
Por más difícil que sea nuestra vida, te
pregunto: ¿alguna
vez Dios nos ha desamparado?
La
respuesta la encontramos en su palabra.
Salmos 37:26-33 Los justos
siempre prestan con generosidad y sus hijos son una bendición. Aléjate del mal
y haz el bien, y vivirás en la tierra para siempre. Pues el SEÑOR ama la justicia y nunca abandonará a los justos.
Los mantendrá a salvo para siempre, pero los hijos de los perversos morirán. Los
justos poseerán la tierra y vivirán allí para siempre. Los justos ofrecen
buenos consejos; enseñan a diferenciar entre lo bueno y lo malo. Han hecho suya
la ley de Dios, por eso, nunca resbalarán de su camino. Los malvados esperan en
emboscada a los justos, en busca de una excusa para matarlos. Pero el SEÑOR no permitirá que los
perversos tengan éxito ni que los justos sean condenados cuando los lleven a
juicio.
Observe bien, lo que dice Dios, para que los
necios y los que se duermen en el evangelio no estén diciendo locuras.
Pero el SEÑOR no permitirá que los perversos tengan éxito ni que los justos sean condenados
cuando los lleven a juicio.
Dios es un Padre Amoroso y Justiciero.
No se complace con el perverso ni muchos
menos con los que callan para ocultar sus maldades.
Dios conoce nuestras necesidades.
Él nos sostiene con su diestra poderosa.
Dios es fiel, para los que le somos fiel.
Y Fuego para los perversos.
Toda su palabra es verdad, por eso no
desmayemos ante las dificultades ya que estas afirman nuestra fe y tienen el
propósito de crear una dependencia total en Dios.
Busquemos a Dios en la oración, la lectura de
la biblia y la meditación en la Palabra.
De esa manera conoceremos a nuestro poderoso
Dios.
Él elige a sus hijos amados, por lo tanto con
Dios estamos seguros.
Termino con estos versículos:
2Timoteo 4:1-5 En presencia de Dios y de Cristo Jesús —quien un día juzgará a los
vivos y a los muertos cuando venga para establecer su reino —te pido
encarecidamente: predica la palabra de Dios. Mantente preparado, sea o no el
tiempo oportuno. Corrige, reprende y
anima a tu gente con paciencia y buena enseñanza. Pues llegará el
tiempo en que la gente no escuchará más la sólida y sana enseñanza. Seguirán sus propios deseos y buscarán
maestros que les digan lo que sus oídos se mueren por oír. Rechazarán
la verdad e irán tras de mitos. Pero
tú debes mantener la mente clara en toda situación. No tengas miedo de sufrir
por el Señor. Ocúpate en decirles a otros la Buena Noticia y lleva a cabo todo
el ministerio que Dios te dio.
1Timoteo 6:3-7 Puede ser que algunas personas nos contradigan, pero lo que enseñamos es
la sana enseñanza de nuestro Señor Jesucristo, la cual conduce a una vida de
sumisión a Dios. Cualquiera que
enseñe algo diferente es arrogante y le falta entendimiento. Tal persona tiene el deseo enfermizo de
cuestionar el significado de cada palabra. Esto provoca discusiones que
terminan en celos, divisiones, calumnias y malas sospechas. Individuos como
éstos siempre causan problemas. Tienen
la mente corrompida y le han dado la espalda a la verdad. Para ellos,
mostrar sumisión a Dios es sólo un medio para enriquecerse. Pero la verdadera
sumisión a Dios es una gran riqueza en sí misma cuando uno está contento con lo
que tiene. Después de todo, no trajimos nada cuando vinimos a este mundo ni
tampoco podremos llevarnos nada cuando lo dejemos.
1Timoteo 6:20-21 Timoteo, cuida bien lo que
Dios te ha confiado. Evita las discusiones mundanas y necias con los
que se oponen a ti, con su así llamado «conocimiento». Algunos se han desviado
de la fe por seguir semejantes tonterías. Que la gracia de Dios sea con todos
ustedes.
Como
Pastor y siervo de Dios viviente, eso hago, y seguiré haciéndolo.
Le guste o
no al diablo y sus seguidores necios y pasivos.
Porque la
palabra dice:
Juan 8:31 Jesús les dijo a los que creyeron en él: —Ustedes son verdaderamente mis
discípulos si se mantienen fieles a mis enseñanzas; y conocerán la verdad, y la
verdad los hará libres.
Gracia y Paz.
Pastor y administrador
Rogers Infante.
Que Dios derrame
Bendiciones a mis hermanos en la fe.
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