TODA AFLICCION PASARA PARA LOS QUE CONFIAN EN DIOS
"Señor llénanos de tu fuerza, porque es muy
fácil desmayar ante las dificultades y problemas a los que nos enfrentamos.
Solo de ti proviene la fortaleza interior que necesitamos, para no permitir que
nada nos obligue a abandonar la tarea de servirte, renueva nuestro compromiso
de seguirte. Gracias por darnos tu Espíritu, que su frescura nos revitalice
hoy.
Hoy queremos mirarte con los ojos de la fe y
entender que estas todos los días a nuestro lado, ayudándonos a calmar las
tempestades de la vida. Quita todo temor de nuestro corazón que impide que
nuestra fe sea efectiva.
En las tormentas del diario vivir queremos
descansar en tu presencia, amorosa que nos llena de paz. Amen.
Busquemos en la palabra de Dios:
Isa 44:2-3 El SEÑOR que te
hizo y que te ayuda, dice: “No tengas miedo, oh Jacob, siervo mío, mi amado
Israel,* mi elegido. Pues derramaré agua para calmar tu sed y para regar tus
campos resecos; derramaré mi Espíritu sobre tus descendientes, y mi bendición
sobre tus hijos.
Para los hijos de Dios que hacemos
su santa voluntad, y le somos obediente a nuestro Padre celestial, sabemos que
no importa lo que nos suceda en esta vida terrenal, ya que sabemos y estamos
seguros de la seguridad de la vida eterna por nuestra fidelidad a Dios.
Esto quiere decir que
mientras confiemos plenamente en Dios, todo sufrimiento terminará.
Tengamos muy presente que el
peso de todas las aflicciones temporales no es comparable con el peso de la
gloria venidera.
2Cor.4:16-17 Es por esto que nunca nos damos por vencidos. Aunque nuestro cuerpo está
muriéndose, nuestro espíritu* va renovándose cada día. Pues nuestras
dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos
producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las
dificultades!
El cristiano verdadero que
lee la palabra de Dios, debe gozarse mucho en el Señor, porque estas palabras que
acabamos de leer, deben llenarnos de aliento ya que nuestra vida está refugiada
en Jesús, el Hijo de Dios.
Estamos refugiados en el Hijo
de Dios, y nada absolutamente nada, debe hacernos flaquear porque tenemos la
seguridad de que nuestro Amado Señor siempre nos sustentará con la diestra de
su justicia.
Por eso no nos
desanimemos si estamos pasando por diversas pruebas y recordemos que aunque por
fuera de pronto nos estamos deteriorando por dentro nos renovamos día a día.
Tenga muy presente que la fe en el Hijo de Dios,
disipa el temor en las tormentas de la vida
Marcos 4:35-41 Al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: «Crucemos al otro lado del
lago». Así que, dejaron a las multitudes y salieron con Jesús en la barca
(aunque otras barcas los siguieron). Pero pronto se desató una tormenta feroz.
Olas violentas entraban en la barca, la cual empezó a llenarse de agua. Jesús
estaba dormido en la parte posterior de la barca, con la cabeza recostada en
una almohada. Los discípulos lo despertaron: «¡Maestro, no te importa que nos
ahoguemos!» —gritaron. Cuando Jesús se
despertó, reprendió al viento y dijo a las olas: «¡Silencio! ¡Cálmense!». De
repente, el viento se detuvo y hubo una gran calma. Luego él les preguntó:
«¿Por qué tienen miedo? ¿Todavía no tienen fe?». Los discípulos estaban
completamente aterrados. «¿Quién es este hombre? —se preguntaban unos a otros
—. ¡Hasta el viento y las olas lo obedecen!».
Cuando leemos un versículo
como este, pensemos en Jesús y como sus discípulos lo despertaron para que los
salvara del naufragio.
El vio en ellos la
preocupación e inmediatamente hizo calmar el viento y la tempestad.
Pero tengamos muy en cuenta
que ellos se olvidaron con quien estaban.
A veces nos dejamos dominar de las emociones y los
problemas que nosotros mismos recogemos en esta vida; y lo peor de todo es que quitamos
la mirada de nuestro Dios y empezamos a ver las circunstancias desfavorables
que nos rodean.
Lo que nos lleva actuar en
una forma negativa para nosotros mismos.
En otras palabras: Nos amedrentamos.
Si usted observa los
versículos que acabamos de leer, podrá notar que Jesús contrasta el miedo con
la fe, y es precisamente lo que todo Hijo de Dios debe hacer.
Cuando un creyente duda del Poder de Dios,
actuando a través de su Hijo Jesús, este creyente es presa fácil del miedo por
la falta de fe y es cuando las circunstancias lo asecharan.
Satanás siempre ha usado el
miedo para que flaqueemos en nuestra fe.
Esto significa que debemos confiar sin dudar del poder
de Dios, en los momentos de crisis.
Ahora, aunque nos olvidemos de quién tenemos dentro de nosotros,
el poder de lo Alto, siempre va a estar presente en nosotros por nuestra
obediencia y fidelidad ante Jesús y su Iglesia.
Decimos que
tenemos fe cuando clamamos a Cristo por ayuda.
Pero es poca cuando
el temor se apodera de nuestros corazones aunque Él esté con nosotros.
Por eso, cualquiera que sea
el problema podemos hacer dos cosas:
1 Preocuparnos
y suponer que a Dios no le importa.
2 Resistir el
miedo y confiar plenamente en Dios, haciendo su santa voluntad.
No
confíes solamente en ti mismo
Proverbios 3:5-10 Confía en
el SEÑOR con todo tu corazón, no dependas de tu propio entendimiento. Busca su
voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar. No te dejes
impresionar por tu propia sabiduría. En cambio, teme al SEÑOR y aléjate del
mal. Entonces dará salud a tu cuerpo y fortaleza a tus huesos. Honra al SEÑOR
con tus riquezas y con lo mejor de todo lo que produces. Entonces él llenará
tus graneros, y tus tinajas se desbordarán de buen vino.
Muchos creyentes a pesar de
que recibieron a cristo en sus corazones, estos aún siguen entre lazados con
satanás.
Lo digo porque sus acciones
y testimonios, testifican de ellos.
Por eso la palabra de Dios,
nos manda claramente a que no te apoyes en tu propia prudencia.
La palabra "apoyarse", es poner todo el
peso sobre algo.
A veces nos apoyamos en
cosas o personas, colocando toda nuestra confianza en ellas.
Otras veces sentimos que no
podemos confiar en nadie.
Y finalmente llegamos al
extremo que algunos han dicho: No confió ni siquiera en Dios.
Amada iglesia,
como seres humanos podemos equivocarnos, pero el Señor sabe que es lo mejor
para nosotros y debemos poner nuestras decisiones en oración delante de Él.
Dios no desprecia nuestra
capacidad de raciocinio, pero si le desagrada que seamos autosuficientes, incluso
que nos creamos más sabios que Él.
Como cristianos que alguna
vez recibimos a cristo en nuestro corazón, debemos reconocerlo cada día y pedir
su dirección, para que nos guíe por sendas rectas.
Esto solo se da, si tenemos
una relación íntima y directa con Él.
Solo así nos conducirá a que
logremos las metas que nos proponemos para alcanzarlas, haciendo más fácil
nuestro camino.
Cuando hacemos las cosas en
nuestras propias fuerzas, nos vamos a sentir cargados y cansados.
Hoy rindámonos a sus pies
con humildad reconociendo cuanto le necesitamos.
Proverbios 4 Hijos míos, escuchen cuando
su padre los corrige. Presten atención y aprendan buen juicio, porque les doy
una buena orientación. No se alejen de mis instrucciones. Pues yo, igual que
ustedes, fui hijo de mi padre, amado tiernamente como el hijo único de mi
madre. Mi padre me enseñó: «Toma en serio mis palabras. Sigue mis mandatos y
vivirás. Adquiere sabiduría, desarrolla buen juicio. No te olvides de mis
palabras ni te alejes de ellas. No des la espalda a la sabiduría, pues ella te
protegerá; ámala, y ella te guardará. ¡Adquirir sabiduría es lo más sabio que
puedes hacer! Y en todo lo demás que hagas, desarrolla buen juicio. Si valoras
la sabiduría, ella te engrandecerá. Abrázala, y te honrará. Te pondrá una
hermosa guirnalda de flores sobre la cabeza; te entregará una preciosa corona».
Hijo mío, escúchame y haz lo que te digo, y tendrás una buena y larga vida. Te
enseñaré los caminos de la sabiduría y te guiaré por sendas rectas. Cuando
camines, no te detendrán; cuando corras, no tropezarás.
Aférrate a mis instrucciones,
no las dejes ir; cuídalas bien, porque son la clave de la vida. No hagas lo que
hacen los perversos ni sigas el camino de los malos. ¡Ni se te ocurra! No tomes
ese camino. Aléjate de él y sigue avanzando. Pues las personas malvadas no
pueden dormir sin hacer la mala acción del día. No pueden descansar sin antes
hacer tropezar a alguien. ¡Se alimentan de la perversidad y beben el vino de la
violencia!
El camino de los justos es
como la primera luz del amanecer, que brilla cada vez más hasta que el día
alcanza todo su esplendor. Pero el camino de los perversos es como la más densa
oscuridad; ni siquiera saben con qué tropiezan.
Hijo mío, presta atención a
lo que te digo. Escucha atentamente mis palabras. No las pierdas de vista.
Déjalas llegar hasta lo profundo de tu corazón, pues traen vida a quienes las
encuentran y dan salud a todo el cuerpo.
Sobre todas las cosas cuida
tu corazón, porque éste determina el rumbo de tu vida.
Evita toda expresión
perversa; aléjate de las palabras corruptas. Mira hacia adelante y fija los
ojos en lo que está frente a ti. Traza un sendero recto para tus pies;
permanece en el camino seguro. No te
desvíes, evita que tus pies sigan el mal. Amen.
Todos sabemos que nuestro
Señor Jesucristo ha sido ese digno ejemplo para nosotros o esa meta a la cual
ustedes y yo queremos llegar.
En Su Palabra
nos dice que estemos atentos para que podamos tener cordura.
Eso significa: (Capacidad de pensar y
obrar con prudencia, sensatez y juicio).
Pero ¿Por qué nos pide cordura?
Porque aún no sabemos
reconocer el que es pensar y obrar con prudencia.
Muchas veces si
pensamos algo, lo tomamos a la ligera y decimos esto es de Dios.
Pero no nos detenemos a
atender aquello que Dios realmente quiere que hagamos.
Pro 4:2 porque les doy una buena
orientación. No se alejen de mis instrucciones.
En otras palabras lo que el Señor desea para
nosotros es que como hijos y coherederos adquiramos sabiduría, e inteligencia.
Y que nunca nos olvidemos y
mucho menos nos apartemos de las razones que Dios nos dice a través de su
palabra.
Dios hace énfasis en
decirnos: “No
la dejes, y ella te guardará; Ámala, y te conservará”.
La pregunta es:
¿Ustedes y yo el
día de hoy como estamos?
¿Tenemos esa
corona de hermosura o ese adorno de gracia en nuestra cabeza?
¿Seguimos aun hoy
caminando por esas veredas derechas en las cuales Dios nos ha hecho caminar?
Amada Iglesia, recordemos
siempre esta poderosa palabra que proviene única y exclusivamente del Dios
verdaderos.
Pro 3:1-6 Hijo mío, nunca olvides las
cosas que te he enseñado; guarda mis mandatos en tu corazón. Si así lo haces,
vivirás muchos años, y tu vida te dará satisfacción. ¡Nunca permitas que la
lealtad ni la bondad te abandonen! Átalas alrededor de tu cuello como un
recordatorio. Escríbelas en lo profundo de tu corazón. Entonces tendrás tanto
el favor de Dios como el de la gente, y lograrás una buena reputación. Confía
en el SEÑOR con todo tu corazón, no dependas de tu propio entendimiento. Busca
su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar.
La invitación del día de hoy
es a actuar sabiamente, a ser esa luz en medio de tanta oscuridad.
La invitación es a actuar
como Sus hijos amados en los cuales Él se complace de día y de noche.
La invitación es a retener
lo bueno y a desechar lo malo.
La invitación es a actuar
sabiamente y con inteligencia la cual SOLO PROVIENE DE ÉL.
Amada iglesia de cristo,
cuando actuamos como Dios nos manda, viviremos en los beneficios de la
sabiduría y toda bendición nos será añadida por nuestra obediencia y fidelidad
ante Dios Padre y su Hijo Jesús.
Gracia y Paz
Pastor y administrador Rogers Infante
Que Dios derrame Bendiciones a mis hermanos en la fe.
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