BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

miércoles, 22 de febrero de 2017

LAS PROMESAS DE DIOS

LAS PROMESAS DE DIOS.
Gracia y Paz
Padre, gracias por Tu amor incesante y por todas las bendiciones que hasta hoy nos has proveído al permanecer en Jesús, tu hijo amado. Amen.
En este mensaje, vamos hablar sobre la obediencia y bendición.
Busquemos en la palabra de Dios:
Levítico 26:3-4 »Si siguen mis decretos y se aseguran de obedecer mis mandatos, les enviaré las lluvias de temporada. Entonces la tierra les dará sus cosechas y los árboles del campo producirán su fruto.
¡Qué pasaje tan bello!
¡Qué bella colección de promesas!
Dios nos muestra en estos versículos que debemos caminar en los estatutos del Señor, y no en la luz de los pensamientos que brotan de las personas que no se someten a su voluntad.
Recordemos que el pueblo de Dios se deleita en hacer su voluntad.
Por eso la palabra de Dios debe ser guardada, no como el avaro guarda su oro, acumulando para la inutilidad, sino como el guerrero guarda su espada.
Tenga en cuenta que no es sabio el que meramente escucha, sino el que pone sus palabras por obras.
Mateo 7:24. Todo el que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa sobre una roca solida.
Ahora, cuando Dios les pidió que guardaran Sus mandamientos, no se estaba refiriendo sólo a los diez mandamientos.

Él sabía que la naturaleza humana caída, con su inherente tendencia a la autosuficiencia, nunca podría guardarlos.

No sólo significaba los diez mandamientos sino que también todas las provisiones para la redención que estaban proveídos con ellos:
Las ofrendas, los sacrificios, las purificaciones, las sanaciones, y todas las otras provisiones que apuntan a Jesucristo.

En otras palabras: “Si caminas frente a mí”, dijo, “usando las provisiones que les he hecho disponibles para limpiarlos del pecado y la rebelión de vuestro corazón, entonces las bendiciones serán vuestras”.

Tenga en cuenta que las bendiciones que Dios nos provee, estas son multiplicadas.
Hay un equivalente para cada uno de estos en la vida espiritual hoy.
Dios significó esto materialmente para Su pueblo,
Pero también es un reflejo de las bendiciones espirituales que son nuestras en nuestra vida hoy.

Así que este pasaje tiene una aplicación directa para nosotros.
Esa aplicación las encontramos el las promesas que Dios nos ha dado.
¿Y cuáles son esas promesas?
Veamos:
La primera promesa es fecundidad.
Dios dijo: “La tierra dará su fruto”.
Es decir que tu vida será fructífera.
Y si tu vida es fructífera, entonces usted será una bendición para otros.
Recuerde que un dia, alguien sembró una semilla en usted.
Y si la sembró, entonces usted es una tierra que tendrá que dar frutos.
La pregunta es: ¿Esta usted dando frutos?
Tenga muy presente que el fruto depende de nuestra relación con Dios, ya que de Él, procede todo fruto.

La Segunda promesa nos dice que habrá un suministro completo:
Lev 26:5 La temporada de la trilla continuará aun después del comienzo de la cosecha de la uva, y la cosecha de la uva continuará aun después de la temporada de la siembra del grano. Comerán hasta saciarse y vivirán en seguridad dentro de su tierra.
En otras palabras, Dios nos está diciendo claramente que tendremos todo lo que necesitamos.
Es decir: cada recurso que necesitemos, Dios nos lo proveerá.
Si soy tierra fértil, entonces aunque llegue la sequía, seguiré dando frutos.
Y no padeceré necesidad alguna ya que Dios me sustentara por medio de cristo.
Cuando una cosecha se escaseé, iniciara otra sin que la primera termine.
Es decir que los frutos que llevo por medio de la palabra de Dios, siempre alimentaran al necesitado, sin desatender al anterior.

La Tercera promesa, nos habla de que tendremos paz y reposo.
Lev 26:6 »Les daré paz en la tierra y podrán dormir sin temor alguno. Libraré la tierra de animales salvajes y mantendré a sus enemigos fuera del país.
Es decir que ningún enemigo que venga en contra de nosotros, nos podrá oprimir o llevarnos cautivos.
Ya que Dios nos ha prometido, que seremos protegidos, si permanecemos en obediencia y fidelidad a su lado.
Es decir: El estar a su lado nos brinda la seguridad perpetua de vivir en paz y tranquilidad.
Esa tranquilidad es muy importante para el desarrollo del crecimiento espiritual del cristiano, ya que nos ayuda a compenetrarnos mas en la comunión con nuestro padre celestial, a través de Jesús.
El secreto de darnos paz y reposo reside en ser serenamente obediente a su santa voluntad.
Es decir que en lugar de ansiedad y fatiga hay paz y reposo.
Salmo 23:2. En verdes prados me deja descansar, me conduce junto a arroyos tranquilos.
La cuarta bendición es aumento.
Lev 26:9 »Los miraré con agrado, los haré fértiles y multiplicaré su pueblo. Cumpliré mi pacto con ustedes.
Es decir que nuestra vida afectará las vidas de otros, ya que Dios nos hará fructíferos en todo lo que hagamos, y las demás personas que estén con nosotros, en el camino que Dios ha escogido para cada uno de nosotros, se verán bendecidas también por los frutos multiplicados por Dios ante nosotros.

Dicho de otra manera, Encontraremos que el alcance de nuestra influencia espiritual, se extienda hasta llegar a dimensiones más grandes, donde nuestros hermanos en cristo, se beneficien también de las bendiciones.
Las viejas bendiciones no serán atesoradas debido a la cantidad y grandeza de las nuevas.
En otras palabras, el viejo grano de nuestra experiencia espiritual será empleado con liberalidad debido a la abundancia del nuevo.
Es decir que tendremos un alma mas saludable.

La Quinta bendición nos dice que tendremos un sentido de la presencia divina de Dios, por nuestra comunión con Él.
Levítico 26:12 Caminaré entre ustedes; seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo.
En esta promesa Dios nos dice claramente que tendremos un sentido de comunión íntima con Él.
Es decir, que todo esto está garantizado por el carácter de Dios.
Así como Dios líbero a Israel de la tierra de Egipto, así mismo nuestro Dios, que es el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, camina de entre nosotros por medio de su hijo Jesús, el cual vive hoy en día, en aquellos que le hemos recibido con amor y fidelidad.
Por eso cuando vemos que las circunstancias de este mundo intentan agobiarnos, Dios es el que acude a nosotros, por medio de Jesús, para decirnos. “
Isaías 41:10 No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.
Dicho de otra manera, su presencia con nosotros es la prenda de la prosperidad, del progreso, de la protección, de la pureza y del poder.

Nuestro testimonio nunca quedará silenciado por el terror, ni azotado por calentura (v.16).
Tenga presente que si usted está caminando en obediencia y fidelidad ante Dios, mayor es el Espíritu de Cristo en  nosotros que el espíritu del Anticristo que está en el mundo. (1Jn.4:4).
La Sexta promesa da lugar, de liberar y de exaltar.
Es decir: Hacer que el pueblo de Dios “ande erguido”.
En otras palabras, Dios nos está informando, el cómo deben de andar y vivir los hombres y las mujeres de hoy.
Dios en todo tiempo nos está educando por medio de su palabra.
Y lo hace porque sabe que hay un remanente dispuesto a darlo todo por amor a su hijo Jesús.
Entonces lo menos que podemos hacer nosotros como hijos adoptivos por Dios, es obedecerlo en todo cuanto él nos mande y hacer en su palabra.
Ese es el tipo de Dios que es, y lo que está en su palabra, Él dice que hará.

Estas bendiciones encuentran su equivalente en nuestras propias vidas en términos de la efectividad espiritual y de la productividad que Dios producirá, si tomamos de la provisión que ha hecho para nosotros en Jesucristo y si tratamos honesta y abiertamente con Él.

Eso es todo lo que Dios pide.
No nos pide que seamos inmaculados; nos pide que seamos honestos.
Nos pide que no nos engañemos a nosotros mismos.
Nos pide que no intentemos fingir, lo que no somos.

En otras palabras Jamás te presente ante Dios, con una cara falsa.
Y nunca llegues hasta el, con una pared detrás de la cual nos escondemos.
Dios conoce las máscaras que algunos se ponen, para llegar a su presencia.
Pero Dios sabe de ante mano que esas personas falsas, no obtendrán nada de Él.

Lo que Dios desea es que siempre seamos honestos y abiertos en sinceridad.
Pero que esa sinceridad no nos excuse de nuestra responsabilidad para con la Iglesia.
Dios nos ha dado unas ordenanzas y unos mandamientos que debemos cumplir a cabalidad y sin reproches.
Ya que de esa manera podemos recurrir a los recursos que nos ha prometido y al mismo tiempo amarlo por medio de Jesucristo, su hijo.

Amada Iglesia,
Las bellas promesas físicas que Dios hace tienen un equivalente espiritual multiplicado por seis para nosotros en el Señor Jesucristo.
Y lo hace porque, en Jesús tenemos fuerza, esperanza y bendición.
Cuando unimos estos tres factores indispensables para la vida cristiana, el resultado es vida eterna.
Y esa vida esta únicamente en Jesús, el hijo de Dios.

Ya para finalizar, les dejare una pregunta, que solo usted podrá responder en su interior.
¿Está usted reclamando por fe en Él, para Su gloria y también para nuestro júbilo?
Gracia y Paz
Pastor y administrador Rogers Infante

Que Dios derrame Bendiciones a mis hermanos en la fe.

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