BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

lunes, 24 de abril de 2017

DOMINIO, AUTORIDAD Y VICTORIA

DOMINIO, AUTORIDAD Y VICTORIA
Juan 8:12 Jesús habló una vez más al pueblo y dijo: «Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida».
 Cada uno de los que hemos recibido a Cristo en nuestro corazón con fidelidad y obediencia, podemos catalogarnos más que vencedores en cristo Jesús.
Así que usted debe saber y comprender que eres más que vencedor.
Escuche esto que es muy importante:
Lo que te aleja o acerca a Dios, es lo que determina si serás derrotado o más que vencedor.
El Hijo de Dios, Jesús, quien nos amó, el mismo ha vencido al pecado y a la muerte.
Es decir: que somos más que vencedores porque el mismo Hijo de Dios, peleó la batalla y nosotros, quienes somos los hijos adoptivos de Dios, recibimos el beneficio sin haber muerto en la cruz. Amen.

Un ejemplo más claro: es como nuestros hijos a quienes hacemos más que vencedores porque les damos la oportunidad de estudiar sin tener que trabajar.
En otras palabras: Nosotros los padres, nos esforzamos por ellos.
Dicho de otra manera: Peleamos la batalla por ellos y obtenemos los recursos para que ellos puedan recibir los beneficios.
Así de generoso y misericordioso es Nuestro Padre celestial con Sus hijos.

Romanos 8:35-39 ¿Acaso hay algo que pueda separarnos del amor de Cristo? ¿Será que él ya no nos ama si tenemos problemas o aflicciones, si somos perseguidos o pasamos hambre o estamos en la miseria o en peligro o bajo amenaza de muerte? (Como dicen las Escrituras: «Por tu causa nos matan cada día; nos tratan como a ovejas en el matadero»*). Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es absoluta por medio de Cristo, quien nos amó. Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios,* ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios. Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor.

Cuando leemos estos versículos, debemos entender y comprender que nada absolutamente nada, debe separarnos del amor de Cristo, quien nos ha hecho más que vencedores del mundo.

Entonces: ¿Cómo podemos identificar a alguien que dice ser más que vencedor?
Lo identificamos cuando vemos que esta persona anda de la mano del Señor sin importar por lo que esté pasando, sea bueno o malo.

Lo digo porque ciertamente algunos creyentes se acercan a Dios cuando están mal, a punto de divorciarse o en bancarrota, y se alejan de la presencia de Dios, cuando comienza su situación a mejorar.
Y este método de sistema, no debería ser así.

También vemos que algunos jóvenes solteros dejan de servir en la iglesia cuando Dios les da la oportunidad de encontrar pareja y casarse.
Así que para saber si el noviazgo está respaldado por Dios, debemos primeramente evalúa si esta persona te acerca más a Dios o te va a alejar de su presencia.
Lo digo porque está claro que todo lo que te aleje del amor de Dios, te convierte en un perdedor.
También hay quienes están cerca del Señor y se alejan cuando algo no va bien.
Pero a pesar de cualquier circunstancia que se nos presente en la vida, el verdadero cristiano debe saber y comprender que sobre todas las cosas, nada debe separarnos del amor de Dios, el cual nos hace más que vencedores.

1Juan 2:13-17 Les escribo a ustedes, los que son maduros en la fe,* porque conocen a Cristo, quien existe desde el principio. Les escribo a ustedes, los que son jóvenes en la fe, porque han ganado la batalla contra el maligno. Les he escrito a ustedes, que son hijos de Dios, porque conocen al Padre. Les he escrito a ustedes, los que son maduros en la fe, porque conocen a Cristo, quien existe desde el principio. Les he escrito a ustedes, los que son jóvenes en la fe, porque son fuertes; la palabra de Dios vive en sus corazones, y han ganado la batalla contra el maligno. No amen este mundo ni las cosas que les ofrece porque, cuando aman al mundo, no tienen el amor del Padre en ustedes. Pues el mundo sólo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo; y este mundo se acaba junto con todo lo que la gente tanto desea. Pero el que hace lo que a Dios le agrada vivirá para siempre.

Que vemos en estos versículos:
Vemos que el mismo Jesús, nos asegura que todo aquel que se compenetra con nuestro Dios y Padre Eterno, obtendrá la victoria.
De hecho cuando nacimos de nuevo, hemos vencido al maligno.
Por consiguiente no debemos volver atrás.

Es fácil vencer en este tiempo al maligno, porque sabemos que antes de enfrentarlo, ya había sido derrotado por Jesús.
Y con Jesús, somos más que victoriosos.

Ahora nos preguntamos:
¿Por qué a veces muchos creyentes permiten que el maligno los derrote?
Porque realmente, estos creyentes faltos de fe, no crees que Jesús ya lo venció.

Mire, cuando usted confía verdaderamente en Dios y en su Hijo Jesús, la victoria se manifiestan en todas las áreas de nuestra vida.

Ahora, si usted confía solo en su propia fuerza, no lograra vencer al maligno.
Porque nuestra fe, debe estar puesta firmemente en Jesús, quien venció al mundo, y no nosotros.
Si el diablo ya está derrotado, ¡créelo!, no te le acerques a verificarlo.
A muchos creyentes les cuesta vencer al vencido porque debes reforzar su fe en la victoria que Dios ya te ha otorgado.
Y la manera en que puedes reforzar tu fe, es en la obediencia y fidelidad ante Jesús y su Iglesia.
Tenga muy presente que Jesús recuperó EL DOMINIO, AUTORIDAD Y VICTORIA.
Si ÉL lo logro, demostremos que esa victoria vive en nosotros porque somos más que vencedores en cristo Jesús.
¿Y cómo lo hago?
Respetando los mandamientos y estatutos bíblicos, obedeciendo los mandatos allí escritos, sin excusas.
Génesis 1:28 Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo».
En este versículo vemos que Dios creó a Adán con dominio, autoridad y victoria.
Pero cuando Adán peco, perdió lo que había recibido.

Sin embargo, nosotros, los que hemos recibido a cristo, ya fuimos redimidos por la sangre de Cristo y gracias a Él recuperamos la autoridad.
El problema está, en que cuando pecamos, sufrimos el daño colateral de la pérdida de confianza en nuestra identidad y capacidad de superar los errores.
Es decir perdemos toda la autoridad, dominio y victoria.
Además empezamos a enfrentar los problemas en la familia, las finanzas y en la economía.
Todo porque pecamos y no nos sometemos a los mandatos de Dios.

Esto sucede, Porque cuando caemos en tentación, desperdiciamos nuestros recursos.
Y no solo nuestros recursos, sino que también nos alejamos de la iglesia y del amor de quienes se preocupan por nosotros.
Una de las maneras en lo cual demostramos obediencia y fidelidad ante Dios, es llevando lo que le corresponde a Dios, al templo o la iglesia.
De esa manera nos reconciliamos y damos pasos de obediencia ante Dios.
Malaquías 3:10 Traigan todos los diezmos al depósito del templo, para que haya suficiente comida en mi casa. Si lo hacen —dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales— les abriré las ventanas de los cielos. ¡Derramaré una bendición tan grande que no tendrán suficiente espacio para guardarla! ¡Inténtenlo! ¡Pónganme a prueba!

Pero como no hacemos esto, porque no nos interesa que Dios abra las ventanas de los cielos y mucho menos nos importa que Derrame las bendiciones, entonces hacemos lo que se nos da la gana.
Y empezamos a excusarnos delante de Dios, para vivir en derrota.

Es triste decirlo, pero muchos son los que gastan su dinero en algún vicio, “llámelo como usted quiera”.
Pero la realidad es que estas personas prefieren mantener ese vicio y enfrentar dificultades en su hogar, con su esposa y sus hijos, que someterse a la voluntad de Dios y a la iglesia de cristo.

Entonces como no hacen la voluntad de Dios, estas personas permiten que los daños colaterales, los alcancen.

En otras palabras y dicho de otra manera, cuando le entregamos nuestra vida Dios y a Jesús, en obediencia y fidelidad, esta viene con múltiples beneficios colaterales.
Es decir: Que al dejar los vicios podemos ofrecerle una vida más cómoda a nuestra familia y las relaciones mejoran por completo con nuestra esposa e hijos.
Todo porque aprendemos a obedecer, y ser fiel trae beneficios y bendiciones.

Todo hijo de Dios sabe que cuando un creyente entra en pecado, este pierde toda la confianza para actuar, trabajar y relacionarse.
Por eso es muy importante que todo aquel que ha pecado, deba volver a confía en el Señor, someterse a la autoridad puesta por Dios y Jesucristo en la iglesia y aceptar la redención que te ofrece y que te devuelve el dominio sobre el enemigo.
Solo así, usted podrá ser un cristiano con DOMINIO, AUTORIDAD Y VICTORIA.

Ahora, usted tiene el libre albedrio, y podrá hacer lo que más le interese, pero también es cierto que su vida no depende de usted, sino de aquel que se la dio.
Lucas 11:23 »El que no está conmigo a mí se opone, y el que no trabaja conmigo, en realidad, trabaja en mi contra.

Mateo 12:30-32 »El que no está conmigo, a mí se opone, y el que no trabaja conmigo, en realidad, trabaja en mi contra.

Jesús, vino a salvarnos y nos hizo nacer de nuevo en Su Espíritu.
En esa nueva vida, recuperamos la autoridad perdida porque Él tiene toda potestad sobre el cielo y sobre la tierra.
Entonces, ahora puedes vencer porque ¡tienes autoridad de nuevo!
Por eso hoy le digo a usted: Date por vencedor, se fiel y obediente a los mandatos de Dios escrito en la Biblia, y así recuperaras tu confianza en Jesús y Su victoria será la tuya. Amen.

Josué 6:1-5 Ahora bien, las puertas de Jericó estaban bien cerradas, porque la gente tenía miedo de los israelitas. A nadie se le permitía entrar ni salir. Pero el SEÑOR le dijo a Josué: «Te he entregado Jericó, a su rey y a todos sus guerreros fuertes. Tú y tus hombres de guerra marcharán alrededor de la ciudad una vez al día durante seis días. Siete sacerdotes caminarán delante del arca; cada uno llevará un cuerno de carnero. El séptimo día, marcharán alrededor de la ciudad siete veces mientras los sacerdotes tocan los cuernos. Cuando oigas a los sacerdotes dar un toque prolongado con los cuernos de carnero, haz que todo el pueblo grite lo más fuerte que pueda. Entonces los muros de la ciudad se derrumbarán, y el pueblo irá directo a atacar la ciudad».

Mire esto: La ciudad estaba protegida y distante de Josué.
Pero Dios ya se la había entregado a Josué y su pueblo.
Es decir: Dios se la dio, pero Josué no la tenía aun, pero ya era de Él.
Todo porque Josué obedeció y fue fiel a la palabra de Dios.
En otras palabras: Las entradas que se encontraban cerradas están por abrirse.

Hoy solo te puedo decir que confíes en todo lo que Dios te ha dicho.
Obedece las instrucciones de Dios, porque Él ya arregló tu victoria, así como dispuso todo para que Su pueblo conquistara Jericó.

La instrucción que Josué recibió no era sacar la espada y pelear.
Dios le dijo se paciente.
Pero Josué esperaba luchar por la Tierra Prometida, ya que rodear la ciudad y tocar las trompetas durante siete días no era precisamente la idea de una batalla.
Pero este hombre de Dios obedeció fielmente y se sometió a Dios, demostrando que nada los separaba de la fe y el amor que le rendían a Dios.

Lo mismo debes hacer usted ahora.
Obedezca a Dios cada día de su vida y verás que lograrás en un día los que antes lograbas en siete.

Seguramente piensas y crees que tu esfuerzo no vale la pena.
Posiblemente te cansas de esforzarte por lograr el bien.
Y muchas veces piensas que perdonar, amar y bendecir no dan resultados.
Pero Dios te dice hoy: Se paciente, No desmayes, porque yo estoy contigo.

Dios está plenamente convencido de tu victoria.
Pero debes obedecerle, en todo tiempo y en cualquier circunstancia.
Cree firmemente que Dios obrara en usted, pero debes estar convencido que así será.

Cuando sabemos que somos más que vencedores y que nada nos separará de Su amor, estamos dispuestos a seguir Sus instrucciones por extrañas o difíciles que parezcan.
Esa fe y obediencia es la que nos da la victoria.
Seremos más que vencedores si estamos plenamente convencidos de que ni la vida, ni la muerte, ni el enemigo ni las puertas cerradas nos separarán del amor de Dios y de la fe en nuestra victoria.
Pero debemos obedecer a Dios, lo dicho en su palabra.

2Corintios 4:7-9 Ahora tenemos esta luz que brilla en nuestro corazón, pero nosotros mismos somos como frágiles vasijas de barro que contienen este gran tesoro.* Esto deja bien claro que nuestro gran poder proviene de Dios, no de nosotros mismos. Por todos lados nos presionan las dificultades, pero no nos aplastan. Estamos perplejos pero no caemos en la desesperación. Somos perseguidos pero nunca abandonados por Dios. Somos derribados, pero no destruidos.

Iglesia, en medio de las dificultades, aprendamos a diferenciar lo externo de lo interno.
Claro que podríamos estar atribulados en todo, en apuros, perseguidos y derribados, todo eso es externo, es lo que el mundo podría hacernos sentir.

Sin embargo, nuestra fe en la victoria que ya tenemos provoca que a pesar de todo eso negativo, no estemos angustiados, desesperados, desamparados ni destruidos.
Recuerde esto: El enemigo siempre intentara destruirte en tu mente.

Pero la angustia y la falta de paz interior.
La desesperación de pensar que no podremos salir del problema.
Y el desamparo de sentirnos abandonados sin ayuda, nunca serán una realidad dentro de nuestro corazón.
Porque si afirmamos una y otra vez que nada puede destruirnos, aunque seamos derribados, permaneceremos en victoria en Cristo Jesús.

Apreciado hermano, tenga presente que lo que vence al mundo es nuestra fe.
Si las circunstancias te han derribado, levántate victorioso porque en el Señor, nada puede destruirte.

Esfuérzate en obedecerlo, se fiel en todo, y empieza a rodear los muros que te apartan de tus bendiciones las veces que sea necesario, para que Dios haga su parte y los milagros sucedan en tu vida.

Solo la fe puede darte el valor para hacer lo que Dios te mandará, porque los muros cayeron por el poder del Señor, no por las vueltas que el pueblo dio.

Fue la plena confianza en Dios lo que les dio la victoria.
Las vueltas representan la confianza, obediencia y fidelidad ante Dios.
Pero la fuerza la puso Dios y fue Él, quien derribo los muros para que su pueblo entrara.

Haz lo que Su Palabra dice y deja que Él mueva Su mano en ti.
Obedécelo en todo y Entrégale tu vida a Jesús, el Hijo de Dios.
Quien por Su gracia te ha dado la vida eterna y la victoria sobre el mundo.
“les abriré las ventanas de los cielos. ¡Derramaré una bendición tan grande que no tendrán suficiente espacio para guardarla! ¡Inténtenlo! ¡Pónganme a prueba!”
Gracia y Paz.
Pastor y administrador, Rogers Infante.

Dios me bendiga, a mi familia y mis hermanos en la fe.

NO TE CONTAMINES

NO PERMITAS QUE EL MUNDO TE CONTAMINE.

Padre Celestial, quiero siempre caminar bajo tus parámetros, ayúdame en mis debilidades, porque no quiero contaminarme con este mundo tan seductor, quiero marcar la diferencia, quiero agradarte a ti en todo momento y en todo lugar. Protégeme siempre de las tentaciones de este mundo y permíteme buscar siempre tu favor y no el del mundo.
Tú eres mi prioridad y quiero vivir una vida de integridad a tu lado ya que cuando recibí a cristo en mi corazón, me propuse al igual que Daniel, no contaminarme. Bendíceme siempre y bendice a mi familia, como también a mis hermanos en la fe. Oro en el nombre de Jesús, tu hijo amado que hoy está sentado a tu diestra y vendrá a juzgar a este mundo hipócrita, facilista, mentiroso y perverso. Amén."

 

Este es un día en que todos los cristianos nacidos de nuevo debemos darle gracia a Dios por permitirnos no contaminarnos con las tradiciones y mentiras de este mundo.

En este día vamos a hablar de un hombre que decidió no contaminarse con las tradiciones y deleites de este mundo.

Un hombre que a pesar de las circunstancias que lo agobiaban, se mantuvo firme en sus decisiones ante Dios, para no inclinarse ante cualquier estatua, monumento, ídolo o lugar de reserva.

Un hombre que fue cautivo de una ciudad babilónica, pero que su amor por Dios, lo mantuvo firme y decidido en seguir adelante para no claudicar.

Un hombre que doblo sus rodillas para adorar al único Dios verdadero.

 

Busquemos en la palabra de Dios:
Daniel 1:8-9 Sin embargo, Daniel estaba decidido a no contaminarse con la comida y el vino dados por el rey. Le pidió permiso al jefe del Estado Mayor para no comer esos alimentos inaceptables. Ahora bien, Dios había hecho que el jefe del Estado Mayor le tuviera respeto y afecto a Daniel,

 

Ante todo esto, nosotros nos preguntamos:

¿Cómo conservar mi testimonio como Hijo de Dios en un mundo tan trastornado?
¿Cuáles son los parámetros que deben regir mi vida en medio de un mundo moderno?
¿Hasta qué punto estoy dispuesto a mostrar una diferencia?
¿Cuánto del mundo se ha impregnado en mi vida?
¿Soy realmente un cristiano o francamente solo intento esconder mi verdadera identidad mundana en este mundo moderno?

Estas son realmente algunas de las muchas preguntas que debemos contestar con sinceridad, si realmente somos hijos de Dios.
Todo cristiano sabe que como Hijos del Rey de Reyes y Señor de señores, debemos ser conocidos como tales y ser reales lumbreras en este mundo de oscuridad.

La Biblia dice que Daniel y los otros muchachos fueron llevados cautivos a Babilonia y allí enfrentó las tentaciones de asimilarse a esa cultura.

El rey de Babilonia el cual era Nabucodonosor, encomendó a sus fieles súbditos, para que buscaran por los alrededores de la nación a personas especiales, con una preparación diferente y que fueran destacados.

Desafortunadamente para Daniel, pero bajo el plan perfecto de Dios, Daniel y sus amigos fueron llevados cautivos a esa gran ciudad del Rey Nabucodonosor.

El propósito principal de este Rey Nabucodonosor, era que las personas cautivas entre los cuales se encontraba Daniel y sus amigos, era para que se moldearan a sus enseñanzas y filosofías Babilónicas.

Este Rey Pretendió cambiarles sus principios, haciéndolos partícipes de sus tradiciones las cuales iban en contra de las ordenanzas judías.
Así mismo este Rey Babilónico, compartía su mesa con el fundamento de cambiarles sus amistades y adquirir un compromiso con ellos.

Es decir que el plan del Rey Nabucodonosor, era cambiarles la adoración que estos muchachos tenían hacia Dios, el Todopoderoso, por la de este Rey.
Por eso inicio cambiando los nombres de Daniel y sus amigos, para que se identifiquen con las creencias paganas de los babilónicos.
Daniel 1:5-7 El rey les asignó una ración diaria de la comida y del vino que provenían de su propia cocina. Debían recibir entrenamiento por tres años y después entrarían al servicio real. Daniel, Ananías, Misael y Azarías fueron cuatro de los jóvenes seleccionados, todos de la tribu de Judá. El jefe del Estado Mayor les dio nuevos nombres babilónicos: A Daniel lo llamó Beltsasar. A Ananías lo llamó Sadrac. A Misael lo llamó Mesac. A Azarías lo llamó Abed-nego.
Pero hoy no estamos lejos de todas estas tradiciones paganas y babilónicas.
Acaso, ¿No intenta el mundo hacer lo mismo con nosotros?
¿Cambiar nuestra forma de hablar, de vestirnos, de comportarnos?
¿Cambiar nuestra adoración, nuestras prioridades y principios?
¿Cambiar nuestra identidad como Hijos de Dios?
Todo esto es parte de ese plan Babilónico.

Daniel propuso en su corazón vivir una vida de “integridad”, bajo los parámetros de Dios y la mano poderosa de Dios, siempre estuvo con ellos.
Por eso es muy importante para el verdadero cristiano, hacer la diferencia.
Usted y yo podemos vivir vidas de acuerdo al modelo de Dios.
Nunca permita que lo guíen a llevar una vida como la de este mundo babilónico que nos rodea.
Seamos lumbreras por donde quiera que vayamos y Dios nos rodeará de su favor.

Tenga muy presente que el profeta Daniel es uno de los grandes ejemplos en la Biblia de alguien que vivió una vida consagrada y separada ante Dios.
Usted y yo podemos seguir este ejemplo de Daniel.

Este Profeta, en medio de una cultura babilónica donde era normal vivir bajo el libertinaje y los excesos de comida y alimentación, demostró una firmeza y domino propio.
¿Cuánta firmeza y dominio tiene usted, para que el mundo no lo esté siempre arrastrando a sus placeres, deleites y tradiciones?

Recuerde siempre, y téngalo presente que Daniel decidió no comer de la mesa del Rey.
Este profeta consagrado a Dios, vivió una vida donde el ayuno era una parte muy integral de su vida espiritual.  

Una vida donde él logro abstenerse de alimentos y consagrarse en ayuno y oración.
En otras palabras: Este Profeta Daniel, buscando sosegadamente a Dios, porque confiaba en Él
¿Qué tanto confía usted en Dios, para mantenerse apartado de los deleites de este mundo babilónico?
Como dice la Escritura:
Daniel 9:3-4 Así que dirigí mis ruegos al Señor Dios, en oración y ayuno. También me puse ropa de tela áspera y arrojé cenizas sobre mi cabeza. Oré al SEÑOR mi Dios y le confesé: «¡Oh SEÑOR, tú eres un Dios grande y temible! Siempre cumples tu pacto y tus promesas de amor inagotable con los que te aman y obedecen tus mandatos;

 

Iglesia, esta mañana es importante poder considerar el tema del ayuno si vamos a vencer la glotonería en nuestras vidas.

No sé qué tan dispuesto o dispuesta este usted, pero yo entrare en un tiempo de ayuno y oración, donde me pueda reencontrar con mi salvador y mi padre eterno.

 

Recordemos que el ayuno es una parte muy importante para lograr crecer en domino propio y templanza.

Es una de las disciplinas esenciales para el crecimiento y desarrollo de la vida cristiana.

Pero lo debemos hacer ordenadamente, para no flagelar el cuerpo.


Cuando uno ayuna está desarrollando un ejercicio espiritual en el cual uno se abstiene de comida, y así mismo da prioridad a la oración y reencuentro con Dios.

 

El ayuno no solo es de abstenerse de comida, sino es acercarse a Dios sosegadamente en oración.

En otras palabras, lo que buscamos con el ayuno es un enfoque en lo espiritual con nuestro Dios y Padre Eterno.

 

El Ayuno nos recuerda que la vida no es vivir para comer, sino comer para vivir.

Por eso hoy también deseo que veamos el propósito del ayuno y algunos de sus beneficios. Espero que esto nos ayude a crecer y desarrollar esta disciplina:

Veamos:

El ayuno nos ayuda cuando se necesita una intervención de Dios en una situación

2Cronicas 20:2-4 Llegaron mensajeros e informaron a Josafat: «Un enorme ejército de Edom* marcha contra ti desde más allá del mar Muerto;* ya está en Hazezon-tamar» (este era otro nombre para En-gadi). Josafat quedó aterrado con la noticia y le suplicó al SEÑOR que lo guiara. También ordenó a todos en Judá que ayunaran. De modo que los habitantes de todas las ciudades de Judá fueron a Jerusalén para buscar la ayuda del SEÑOR.

 

El ayuno trae una libertad espiritual completa que rompe toda atadura del Enemigo.
Mateo 17:14-21 Al pie del monte, les esperaba una gran multitud. Un hombre vino y se arrodilló delante de Jesús y le dijo: «Señor, ten misericordia de mi hijo. Le dan ataques y sufre terriblemente. A menudo cae al fuego o al agua. Así que lo llevé a tus discípulos, pero no pudieron sanarlo». Jesús dijo: «¡Gente corrupta y sin fe! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme aquí al muchacho». Entonces Jesús reprendió al demonio, y el demonio salió del joven. A partir de ese momento, el muchacho estuvo bien. Más tarde, los discípulos le preguntaron a Jesús en privado: —¿Por qué nosotros no pudimos expulsar el demonio? —Ustedes no tienen la fe suficiente —les dijo Jesús —. Les digo la verdad, si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Muévete de aquí hasta allá”, y la montaña se movería. Nada sería imposible.*

Mat 17:21  Mas este linaje [de demonios] no sale sino por oración y ayuno.

 

El ayuno nos ayuda cuando nos sintamos agobiados o con carga por una situación presente.

Nehemías 1:1-9 Estas son las memorias de Nehemías, hijo de Hacalías. A finales del otoño, en el mes de quisleu, del año veinte del reinado del rey Artajerjes,* me encontraba en la fortaleza de Susa. Hananí, uno de mis hermanos, vino a visitarme con algunos hombres que acababan de llegar de Judá. Les pregunté por los judíos que habían regresado del cautiverio y sobre la situación en Jerusalén. Me dijeron: «Las cosas no andan bien. Los que regresaron a la provincia de Judá tienen grandes dificultades y viven en desgracia. La muralla de Jerusalén fue derribada, y las puertas fueron consumidas por el fuego». Cuando oí esto, me senté a llorar. De hecho, durante varios días estuve de duelo, ayuné y oré al Dios del cielo, y dije: «Oh SEÑOR, Dios del cielo, Dios grande y temible que cumples tu pacto de amor inagotable con los que te aman y obedecen tus mandatos, ¡escucha mi oración! Mírame y verás que oro día y noche por tu pueblo Israel. Confieso que hemos pecado contra ti. ¡Es cierto, incluso mi propia familia y yo hemos pecado! Hemos pecado terriblemente al no haber obedecido los mandatos, los decretos y las ordenanzas que nos diste por medio de tu siervo Moisés. »Te suplico que recuerdes lo que le dijiste a tu siervo Moisés: “Si me son infieles los dispersaré entre las naciones; pero si vuelven a mí y obedecen mis mandatos y viven conforme a ellos, entonces aunque se encuentren desterrados en los extremos más lejanos de la tierra, yo los volveré a traer al lugar que elegí para que mi nombre sea honrado”.

 

El ayuno es esencial cuando necesitamos recibir revelación de parte de Dios en una situación (Daniel 10:1–2).

Daniel 10:1-3 En el tercer año del reinado de Ciro de Persia,* Daniel (también llamado Beltsasar) tuvo otra visión. Comprendió que la visión tenía que ver con sucesos que ciertamente ocurrirían en el futuro, es decir tiempos de guerra y de grandes privaciones. Cuando recibí esta visión, yo, Daniel, había estado de luto durante tres semanas enteras. En todo ese tiempo no comí nada pesado. No probé carne ni vino, ni me puse lociones perfumadas hasta que pasaron esas tres semanas.

El ayuno aún tiene la capacidad de cambiar el parecer divino de Dios (Jonás 3:1–10).

Jonas 3:1-10 El SEÑOR habló por segunda vez a Jonás: «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive y entrega el mensaje que te he dado». Esta vez Jonás obedeció el mandato del SEÑOR y fue a Nínive, una ciudad tan grande que tomaba tres días recorrerla toda.* El día que Jonás entró en la ciudad, proclamó a la multitud: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida». Entonces la gente de Nínive creyó el mensaje de Dios y desde el más importante hasta el menos importante declararon ayuno y se vistieron de tela áspera en señal de remordimiento. Cuando el rey de Nínive oyó lo que Jonás decía, bajó de su trono y se quitó sus vestiduras reales. Se vistió de tela áspera y se sentó sobre un montón de cenizas. Entonces el rey y sus nobles enviaron el siguiente decreto por toda la ciudad: «Nadie puede comer ni beber nada, ni siquiera los animales de las manadas o de los rebaños. Tanto el pueblo como los animales tienen que vestirse de luto y toda persona debe orar intensamente a Dios, apartarse de sus malos caminos y abandonar toda su violencia. ¡Quién sabe!, puede ser que todavía Dios cambie de parecer, contenga su ira feroz y no nos destruya». Cuando Dios vio lo que habían hecho y cómo habían abandonado sus malos caminos, cambió de parecer y no llevó a cabo la destrucción que les había amenazado.

 

Creo que hoy más que nunca es el tiempo de desarrollar una vida consagrada a Dios en oración y ayuno.

Hay bendiciones, sanidades, milagros y muchas otras cosas que solo vendrán a nuestras vidas practicando el poder del ayuno y oración.


Daniel siempre entro en ese estado de adoración hacia Dios, y Dios concedió las peticiones de su corazón.
Y durante el reinado de Darío el Medo, Dios también protegió a Daniel y le dio sabiduría por su fidelidad y obediencia ante Dios.
Daniel 6:2-4 Asimismo, el rey escogió a Daniel y a dos personas más como administradores para que supervisaran a los altos funcionarios y protegieran los intereses del rey. Pronto Daniel demostró ser más capaz que los otros administradores y altos funcionarios. Debido a la gran destreza administrativa de Daniel, el rey hizo planes para ponerlo frente al gobierno de todo el imperio. Entonces los demás administradores y altos funcionarios comenzaron a buscar alguna falta en la manera en que Daniel conducía los asuntos de gobierno, pero no encontraron nada que pudieran criticar o condenar. Era fiel, siempre responsable y totalmente digno de confianza.
Como podemos ver Daniel siempre permitió que sea Dios el único que lo moldee.
Hoy no podemos permitir que el mundo moldee nuestra mente con argumentos ajenos a los principios de Dios.

Por eso es muy importante que empecemos a examina nuestra vida.
Por ejemplo:
¿Que escuchan tus oídos?
¿Qué habla tu boca?
¿Cuáles son los temas de tus conversaciones?
¿Dejas que tus amigos contribuyen a tu edificación o te invitan a lo malo?
¿Qué permites que entre en tu familia?
¿Cómo se manejan tus hijos en: las salidas, con amigos?
¿Cómo es tu conducta y disciplinas en tu hogar y fuera de casa?
¿De qué manera buscar el entretenimiento?

Bueno, el verdadero cristiano debe dar siempre un buen testimonio y una buena conducta dentro y fuera de casa.
Debe dejarse llevar con decoro.
Es decir: de manera ordenada, decente, que no causa distracción y tentación.

El profeta Daniel perseveró en lo que había decidido: no contaminarse.
Determinó seguir fiel a esa entrega a Dios a pesar de las pruebas, personas y circunstancias.
En otras palabras, su dedicación fue total hacia Dios.

Por eso cuando vino el momento de la prueba Dios le guardó.
No lo libró de ir al foso de los leones, pero no lo dejo ir solo.
Dios estuvo con él y cerró la boca de las fieras para que no le hicieran daño.
La integridad nos asegura la presencia del Señor en medio de las pruebas; pero no sólo su presencia, también su protección.

El Apóstol Pablo dice: “Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” Apreciados hermanos, caminar cerca del Señor es la fuente de integridad.
Gracia y Paz
Pastor y administrador Rogers Infante

Que Dios derrame Bendiciones en mi vida, mi familia y a mis hermanos en la fe.

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