BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

viernes, 11 de diciembre de 2020

EL ÚNICO MEDIADOR

 

EL ÚNICO MEDIADOR.


Ezequiel 22:30
»”Busqué a alguien que pudiera reconstruir la muralla de justicia que resguarda al país. Busqué a alguien que se pusiera en la brecha de la muralla para que yo no tuviera que destruirlos, pero no encontré a nadie.

 

Isaías 59:16 Estaba asombrado al ver que nadie intervenía para ayudar a los oprimidos. Así que se interpuso él mismo para salvarlos con su brazo fuerte, sostenido por su propia justicia.

 

Isaías 63:5 Estaba asombrado al ver que nadie intervenía para ayudar a los oprimidos. Así que yo mismo me interpuse para salvarlos con mi brazo fuerte, y mi ira me sostuvo.

 

Según la Palabra no hubo ninguno que fuera lo suficientemente digno para interceder delante de Dios a favor del pueblo de Israel.

 

El vallado del que se habla aquí es espiritual, de gente fiel que une sus esfuerzos en oración para resistir el mal.

Pero Dios no encontró a nadie que pudiera guiar a su pueblo de vuelta a Él.

No fueron suficientes los rituales religiosos de esa época porque los mensajes que daban los sacerdotes de entonces se basaban en sus opiniones y no en la voluntad de Dios.

 

Lo que el pueblo necesitaba de verdad era una reconstrucción espiritual donde no caben las apariencias, sino el vivir realmente en los caminos de Dios obedeciendo sus mandatos, y caminando en obediencia y fidelidad.

 

Cuando vivimos una vida religiosa de apariencia, sólo tratamos de cubrir los pecados con una falsa piedad que al Señor no le agrada.


Igual que en los tiempos de Ezequiel Dios está buscando hombres y mujeres que intercedan a favor de este mundo, ya que no quisiéramos oír de Él: “no los hallé”.

El pararse sobre la brecha es una metáfora que alude a la acción de interceder.

Hoy en día existe una brecha entre Dios y el hombre que un intercesor intenta reparar.


Si miramos los pasajes de Isaías vemos que Dios, al no encontrar un mediador humano calificado para representar al caído Israel, provee una salvación.

 

En tiempos de Ezequiel el mismo Dios dice que todo lo que estaban sucediendo podía haberse evitado si tan sólo hubiera uno que intercediera a favor de la tierra.


Si entendiéramos el poder de la intercesión, haríamos que muchas cosas a nuestro alrededor cambiaran y quizás evitaríamos muchas circunstancias difíciles.


Dios siempre buscó mediadores ángeles, patriarcas, profetas, reyes y sacerdotes para obrar a nuestro favor, pero se cansó de la dureza del corazón de los hombres y tuvo que tomar la decisión más difícil y trascendental de la historia para poder salvarnos.

Esa decisión fue enviar a su propio Hijo como el único calificado, apto y totalmente bueno para ser el Mediador de un nuevo pacto.

Jesús cumplió a cabalidad su misión en la cruz, se paró en la brecha que nos separaba del Padre quitando todo abismo que se interponía y darnos acceso directo a su presencia.


Fue el único mediador, y sigue siendo nuestro mediador, que satisface la demanda divina.

Por eso, sentado a la diestra del Padre sigue intercediendo en favor de nosotros.

En otras palabras, en toda la tierra no existe otro mediador, sino Jesús, el Hijo de Dios.

1Timoteo 2:5; Hebreos 9:15; Juan 14:6; Hebreos 4:14-16 etc.

 

1Timoteo 2:5 Pues hay sólo un Dios y sólo un Mediador que puede reconciliar a la humanidad con Dios, y es el hombre Cristo Jesús.

 

Hebreos 9:15 Por eso él es el mediador de un nuevo pacto entre Dios y la gente, para que todos los que son llamados puedan recibir la herencia eterna que Dios les ha prometido. Pues Cristo murió para librarlos del castigo por los pecados que habían cometido bajo ese primer pacto.

 

Hebreos 4:14-16 Por lo tanto, ya que tenemos un gran Sumo Sacerdote que entró en el cielo, Jesús el Hijo de Dios, aferrémonos a lo que creemos. Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo él nunca pecó. Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.

 

 

Igualmente nos ha dado el ministerio de la intercesión para que estemos delante de Él, a favor de otras personas que necesitan que oremos por sus necesidades y para que este mundo en decadencia sea iluminado por la luz de Cristo.

Ahora recordemos que cuando una persona requiere que le apoyemos en oración, esta persona debe obligatoriamente caminar en obediencia y fidelidad en la palabra de Dios, para que así se cumpla su petición de acuerdo a la voluntad de Dios.

Por esa causa todo cristiano verdadero, debe estar listo en todo tiempo y fuera de tiempo, cuando el Señor nos busque para interceder y así nos halle dispuestos.

 

Hechos 6:1-4 Pero, al multiplicarse los creyentes* rápidamente, hubo muestras de descontento. Los creyentes que hablaban griego se quejaban de los que hablaban hebreo diciendo que sus viudas eran discriminadas en la distribución diaria de los alimentos. De manera que los Doce convocaron a todos los creyentes a una reunion. Dijeron: «Nosotros, los apóstoles, deberíamos ocupar nuestro tiempo en enseñar la palabra de Dios, y no en dirigir la distribución de alimento. Por lo tanto, hermanos, escojan a siete hombres que sean muy respetados, que estén llenos del Espíritu y de sabiduría. A ellos les daremos esa responsabilidad. Entonces nosotros, los apóstoles, podremos dedicar nuestro tiempo a la oración y a enseñar la palabra».

 

Ser intercesor tiene una doble responsabilidad, no sólo es hacer vallado lo que sugiere restaurar la brecha que el enemigo ha puesto sobre muchas personas para separarlas de Dios, sino colocarnos de tal manera en la brecha para detener su avance, esto implica una oración de guerra espiritual.


El pecado ha abierto una horrenda brecha en la muralla protectora de Dios sobre la humanidad, lo que hace que el enemigo entre por ahí a dañar y destruir las vidas.

 

Igual como en los viñedos del pueblo de Judá, que cuando se abría una brecha alguien se paraba allí hasta repararla totalmente y evitar así que entraran intrusos a dañar la viña.

 

Hoy más que nunca Dios busca intercesores que se paren en la brecha y sirvan de vínculo entre la necesidad humana y la misericordia divina.


El vallado protector sobre nuestras familias, nuestra nación e inclusive sobre nuestra iglesia se ha ido deteriorando por el pecado y la falta de búsqueda de Dios.

 

El temor se apodera de muchos que en vez de recurrir a la oración buscan solución en falsos dioses, aumentando más la brecha de separación con Dios.


Por eso Dios busca y levanta intercesores que puedan vigilar y ayudar mediante la oración.

Necesitamos orar unos por otros constantemente, en todo tiempo y como dice Santiago 5:16

Santiago 5:16 Confiésense los pecados unos a otros y oren los unos por los otros, para que sean sanados. La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos.

 

Dios está llamando creyentes que cumplan los requisitos en favor de la humanidad como los apóstoles y diáconos del primer siglo.

Aquí entra la pregunta: ¿Cuánto estoy orando por los demás en estos momentos de oscuridad, dolor y muerte en el mundo?

El Señor nos ha llamado a interceder y sólo necesita corazones dispuestos llenos de misericordia y compasión por sus semejantes que acudan a Él en favor del prójimo.

 

Malaquías 4:1-3 * El SEÑOR de los Ejércitos Celestiales dice: «El día del juicio se acerca, ardiente como un horno. En aquel día el arrogante y el perverso serán quemados como paja. Serán consumidos, desde las raíces hasta las ramas. »Sin embargo, para ustedes que temen mi nombre, se levantará el Sol de Justicia con sanidad en sus alas.* Saldrán libres, saltando de alegría como becerros sueltos en medio de los pastos. El día en que yo actúe, ustedes pisotearán a los perversos como si fueran polvo debajo de sus pies, dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales.

 

Dios siempre ha buscado personas para ser usadas por Él y que cumplan sus propósitos.

Por eso en su Palabra vemos muchos ejemplos de hombres que, de alguna manera con su oración y acciones, trataron de detener el castigo de Dios sobre la humanidad por causa del pecado y la idolatría.

 

Vemos a Abraham intercediendo por Sodoma y Gomorra cuando el Señor le declaró que la iba a ser destruida por su inmoralidad y corrupción.

 

Abraham se convierte en uno de los intercesores más extraordinarios, apelando a la misericordia de Dios sobre los pocos justos que quizás habría en ese pueblo.

Con su oración permitió que Lot su sobrino y su familia, se salvaran de la destrucción.


Nehemías oró por su pueblo de una manera tan fervorosa que Dios alineó todo de modo tan perfecto, que logró no sólo la reconstrucción de Jerusalén sino la reforma espiritual de la nación entera.


Ahora Dios nos ha colocado a ti y a mí para ser intercesores en favor del mundo de hoy y comprendamos que la oración del justo puede mucho, si camina en obediencia y fidelidad ante Dios.

 

Las diferencias entre Abraham y Nehemías eran grandes, pues para Sodoma y Gomorra no había ninguna promesa a la cual aferrarse para interceder y Abraham sólo apeló al amor y la misericordia de Dios, mientras que para el pueblo de Israel había muchas promesas a las que Nehemías acude para orar por arrepentimiento, misericordia y perdón.


Iglesia, la Palabra de Dios está llena de promesas, que podemos tomar en el momento de interceder por la necesidad de otros y aun por la necesidad espiritual del mundo.

 

Por eso, estas promesas nos deben hacer recordar por qué Dios está buscando gente dispuesta a orar y levantar vallado por la salvación del mundo.

 

Hoy somos los elegidos para dar respuesta a esta generación que está en tanta desolación, tanto dolor, tanta enfermedad, muerte y destrucción.

Dios por nuestra obediencia y fidelidad ante ÉL, nos usará tan extraordinariamente como Abraham y Nehemías, para traer palabra a la vida de las personas, como mantener la fe y para ser testimonio durante este duro tiempo que nos tocó vivir.


Ya para terminar, pidamos al Espíritu Santo nos guíe a la verdad para ser esos instrumentos de Dios en este tiempo y dejemos de pensar solamente en los beneficios terrenales, en la sanidad física y la prosperidad económica y llevar a la gente a buscar lo más importante, la paz espiritual y la salvación de sus almas.


Nosotros los que tememos su nombre tenemos la esperanza en Jesucristo nuestro “Sol de Justicia”, la luz para el mundo y el Salvador que ha venido para rescatar y sanar a todos los seres humanos. Amen.

Gracia y Paz.

Pastor y Administrador, Rogers Infante.

Que Dios te bendiga.

MI CONFIANZA ESTA PUESTA EN DIOS

 

MI CONFIANZA ESTA PUESTA EN DIOS.

 


«Padre amado y celestial, gracias por enviar a tu hijo Jesucristo a morir por mí y con este acto abrirme el camino para entrar en tu presencia santa y confiar en que me ayudarás cuando esté pasando por el fuego de dificultades y problemas que me da la vida.

Gracias por hacerme tu hijo, por poder refugiarme en tus amorosos brazos, donde me proteges y me cuidas. Amén.»

Salmo 9:7-10 Pero el SEÑOR reina para siempre, desde su trono lleva a cabo el juicio. Juzgará al mundo con justicia y gobernará a las naciones con imparcialidad. El SEÑOR es un refugio para los oprimidos, un lugar seguro en tiempos difíciles. Los que conocen tu nombre confían en ti, porque tú, oh SEÑOR, no abandonas a los que te buscan.

 

Daniel 3:28-29 Entonces Nabucodonosor dijo: «¡Alabado sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego! Envió a su ángel para rescatar a sus siervos que confiaron en él. Desafiaron el mandato del rey y estuvieron dispuestos a morir en lugar de servir o rendir culto a otro dios que no fuera su propio Dios.

Por lo tanto, yo decreto: si alguien, cualquiera sea su raza, nación o lengua, habla en contra del Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, será despedazado y su casa será reducida a un montón de escombros. ¡No hay otro dios que pueda rescatar de esta manera!».

 

La palabra de Dios dice:

Mateo 27:43 Confió en Dios, entonces, ¡que Dios lo rescate ahora si lo quiere! Pues dijo: “Soy el Hijo de Dios” ». estas palabras tan injuriosas se las dijeron a Jesús en su crucifixión.

Fue una ofensa contra su dignidad, honor y credibilidad, especialmente cuando se hizo tan injustamente.

 

Si analizamos bien las escrituras, podemos decir que los judíos no admitían que Jesús se hubiese proclamado como hijo de Dios.

Esto era un insulto a sus creencias, pues ellos sólo veían a Dios como Dios, no como un Padre.

Pero Jesús vino a revelarnos a un Dios Padre, que está al alcance nuestro, al que podemos llamar “Abba Padre”.

Un padre en el que debemos depositar toda nuestra confianza.


Cuántas veces estas mismas palabras nos las han dicho las personas que tenemos cerca cuando nos hemos proclamado hijos de Dios y quizás estamos pasando por momentos difíciles, o estamos viviendo alguna enfermedad, pérdida o injusticia humana.

Lo cierto es que estas personas no alcanzan a entender por qué confiamos en Él.


Confiar parece algo simple pero no es así.

Confiar es dejar el control y dependencia de nuestra vida a Dios.

Es decir: Esperando sólo en Él.

 

Esto implica cederle el gobierno total de nuestro ser, esperando un resultado desconocido a nuestra situación.

 

La pregunta seria: ¿Estamos dispuestos arrojarnos en los brazos de nuestro Padre celestial, con la plena certeza de que nos sostendrá y no nos dejará caer?


Esto hace que recordemos el pasaje de Daniel 3 cuando sus amigos Sadrac, Mesac y Abeb-nego, decidieron obedecer a Dios antes que al rey y no se inclinaron ante su estatua como lo demandaba el edicto y fueron lanzados en el horno de fuego para ser castigados.

 

Estos jóvenes, prefirieron confiar en el poder de Dios antes que servir a otros dioses.

Esa confianza hizo que el Señor los librará del fuego.

Esa Confianza hizo que salieran ilesos y además que el rey Nabucodonosor reverenciara a Dios.

 

Iglesia, lo que vemos allí fue el cumplimiento de lo que dijo el profeta Isaías 43:2 leamos:

Isaias 43:2-3 Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando pases por el fuego de la opresión, no te quemarás; las llamas no te consumirán. Pues yo soy el SEÑOR, tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador. Yo di a Egipto como rescate por tu libertad; en tu lugar di a Etiopía* y a Seba.

 

Apreciados hermanos en cristo, los momentos que estamos viviendo requieren actos de confianza en Dios.

De tal manera que debemos elegir confiar en cada paso que demos en el único que puede líbranos, nuestro amado Padre celestial.

Tengamos presente que, así como Jesús lo hizo y fue exaltado hasta lo sumo, así también nosotros tendremos un lugar en la ciudad celestial.

Ahora, para que podamos ser exaltados, primero debemos agradar a Dios.

¿saben ustedes quien fue Noé?

Noé, hallo gracia ante los ojos de Jehová.

 

Génesis 6:9-14 Este es el relato de Noé y su familia. Noé era un hombre justo, la única persona intachable que vivía en la tierra en ese tiempo, y anduvo en íntima comunión con Dios. Noé fue padre de tres hijos: Sem, Cam y Jafet. Ahora bien, Dios vio que la tierra se había corrompido y estaba llena de violencia. Dios observó toda la corrupción que había en el mundo, porque todos en la tierra eran corruptos. Entonces Dios dijo a Noé: «He decidido destruir a todas las criaturas vivientes, porque han llenado la tierra de violencia. Así es, ¡los borraré a todos y también destruiré la tierra! »Construye una gran barca* de madera de ciprés* y recúbrela con brea por dentro y por fuera para que no le entre agua. Luego construye pisos y establos por todo su interior.

Génesis 6:21-22 Y asegúrate de llevar a bordo suficiente alimento para tu familia y para todos los animales». Entonces Noé hizo todo exactamente como Dios se lo había ordenado.

 

Iglesia, Noé, agrado a Dios.

Noé, obedeció a Dios.

 

Dicho en otras palabras:

Noé fue una persona que agradó a Dios en todo, esto implica con todo su ser: espíritu, alma y cuerpo, de tal manera que halló gracia ante los ojos de Dios.

 

Y mientras la tierra estaba llena de violencia, inmoralidad e injusticia, él fue justo, perfecto y caminó con Dios, lo cual se dice sólo de dos hombres en la Biblia: Enoc y Noé.

 

Quizás este es el secreto de que el Señor sonría a los hombres, caminar con Él.

Noé llevaba una vida modelada por los mandamientos de Dios y tenía una obediencia incondicional con Él.

 

En varias ocasiones se repite estas palabras.

Las escrituras así lo confirman.

Hermanos la confianza que tenía Noé con Dios, le permitió hacer todo lo que Dios le mandó.

 

Por esa razón hoy en día, la actitud, obediencia y fidelidad de Noé, se convierte entonces para nosotros en un ejemplo de fe, paciencia y fidelidad en medio de una generación corrupta.


Dios sonríe, cuando le obedecemos de todo corazón.

Dios sonríe, cuando tenemos comunión con Él.

Dios sonríe, cuando tenemos fe y hacemos lo que nos pide en su palabra, aunque parezca ilógico.

 

Por eso, así como Noé quien preparó el arca sobre la tierra seca cuando no había señal de lluvia, así nosotros debemos someternos a Dios en todo lo que dice su palabra, nos guste o no.

El Señor sonríe cuando cumplimos sus propósitos y hacemos que la obediencia sea el acto de mayor adoración.

Tienes un problema, Confía en Dios.

Estas enfermo, confía en Dios.

Tu economía decae, confía en Dios.

Tus finanzas se estancaron, confía en Dios.

Pero recuerda, que, ante todo esto, debemos agradar a Dios en todo.

Recuerda que debemos ser fiel y obediente, para hacer su voluntad.

Si no es así, tus problemas, tu enfermedad, tu economía, tus finanzas, no tendrán respuestas, si no agradas a Dios.

 

Hermanos termino con esto, Dios está buscando personas dispuestas a vivir para agradarle.

En Hebreos 10 dice:

Heb 10:35-39 Por lo tanto, no desechen la firme confianza que tienen en el Señor. ¡Tengan presente la gran recompensa que les traerá! Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo que él ha prometido. «Pues, dentro de muy poco tiempo, aquél que viene vendrá sin demorarse. Mis justos vivirán por la fe.* Pero no me agradará aquél que se aparte de mí»*. Pero nosotros no somos de los que se apartan de Dios hacia su propia destrucción. Somos los fieles, y nuestras almas serán salvas.

 

Pidamos a Dios que transforme nuestra vida para agradarle en todo y tengamos la fe suficiente para hallar gracia delante de sus ojos.

Gracia y Paz.

Pastor y administrador, Rogers Infante.

Que Dios te bendiga.

LA SALVACIÓN NO ES TRANSFERIBLE

 

LA SALVACIÓN NO ES TRANSFERIBLE


"Gracias Señor por tu Palabra, dame la sabiduría para entender que mi decisión por ti es lo más importante, te recibo en mi corazón como mi Dios, mi Señor y mi Salvador y te pido que ocupes el trono de mi vida. Las demás cosas son secundarias. Sólo tú das salvación y vida eterna. Mantén el fuego de tu Espíritu en mi corazón. Amén."

Mateo 25:1-13 »Entonces, el reino del cielo será como diez damas de honor* que tomaron sus lámparas y salieron para encontrarse con el novio. Cinco de ellas eran necias y cinco sabias. Las cinco que eran necias no llevaron suficiente aceite de oliva para sus lámparas, pero las otras cinco fueron tan sabias que llevaron aceite extra. Como el novio se demoró, a todas les dio sueño y se durmieron. »A la medianoche, se despertaron ante el grito de: “¡Miren, ya viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!”. »Todas las damas de honor se levantaron y prepararon sus lámparas. Entonces las cinco necias les pidieron a las otras: “Por favor, dennos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se están apagando”. »Pero las sabias contestaron: “No tenemos suficiente para todas. Vayan a una tienda y compren un poco para ustedes”. »Pero, durante el lapso en que se fueron a comprar aceite, llegó el novio. Entonces las que estaban listas entraron con él a la fiesta de bodas y se cerró la puerta con llave. Más tarde, cuando regresaron las otras cinco damas de honor, se quedaron afuera, y llamaron: “¡Señor, Señor! ¡Ábrenos la puerta!”. »Pero él les respondió: “Créanme, ¡no las conozco!”. »¡Así que ustedes también deben estar alerta! Porque no saben el día ni la hora de mi regreso.

Esta parábola de Jesús tiene dos sentidos:

Uno hacia el pueblo judío, que era el pueblo elegido de Dios.

Es decir: Toda su historia debería ser una preparación para la venida del Mesías.

Pero lamentablemente, fue lo contrario, cuando Cristo vino estaban tan desprevenidos que no se dieron cuenta que Jesús era el Salvador y aún hoy lo siguen esperando.

Otros ni siquiera lo esperan, porque más bien se están preparando para las fiestas y tradiciones mundanas.

En otras palabras, buscan desenfrenadamente agradar al hombre y no a cristo.

Por eso, es triste que muchos que no creen aún, siguen excluidos del reino de Dios.

 

El otro sentido es más amplio y universal.

Porque nos advierte que hay cosas que no se pueden obtener en el último minuto.

Miren hay supuestos “cristianos” yo los llamaría Cabras, que, según ellos, en el ultimo minuto se pueden arrepentir y ser salvos.

Esto es una gran estupidez de parte de ellos, ya que Jesús debe primero entrar en el corazón de la persona y limpiar completamente ese cuerpo para que después, pueda dar frutos llevando el evangelio.

Y eso mi querida cabra, no lo pueden hacen en el último minuto.

 

Recordemos que cinco de las diez vírgenes no estaban listas.

Y éstas cincos vírgenes por su frescura entonces les piden a las otras que les presten aceite para estar listas, supuestamente también, pero las sabias conociendo a estas frescas y flojas desobedientes, no le dan nada.

Iglesia, la salvación no es transferibles.

 

Algunas cosas no se pueden prestar: por ejemplo, nuestra relación con Dios, pues esta es íntima y personal.

El carácter cristiano tampoco se puede prestar porque ha sido fruto de la preparación constante en el día a día.

 

Las acciones, el amor, la fidelidad y la obediencia a Jesús tampoco son transferibles.

Porque cada uno es responsable de su fidelidad, obediencia y de sus acciones.

La fe no se puede prestar pues todos tenemos una medida de fe que se nos fue dada en el momento de la conversión y depende de nosotros mismos desarrollarla.

 

Dicho de otra manera, la fe nadie la puede acrecentar por nosotros mismos; y es más, no podemos prestar nuestra propia vida cristiana porque cada uno somos responsables de lo que decidimos hacer con ella, nadie la puede vivir por nosotros.

 

El que se considere cristiano, debe saber que su vida ya no le pertenece y que debe someterse sin objeción a la palabra de Dios en obediencia y fidelidad.

Si no es así, entonces que no se engañe así mismo y que deje de llamarse cristiano.

Porque su naturaleza es por desobediencia, mundano.

 

Debemos aprender a ser sensatos como las vírgenes que estaban listas.

Y más que sensatos, debemos entender que no podemos esperar para siempre ni demorarnos para hacer lo que es más importante en esta vida antes que sea demasiado tarde.

Me refiero a la salvación por medio de Jesucristo.

 

Es salvación, es algo que debemos adquirir por nosotros mismos cuando tomamos una decisión personal e intransferible de creer, recibir y aceptar a Cristo en nuestro corazón.

 

Un día la puerta se cerrará, y quizás o probablemente para algunos ya está cerrada.

Esto quiere decir, que ya no habrá más oportunidad para aquellos que han aplazado su salvación.

Aquellos que han blasfemado el nombre de Jesús.

Aquellos que han blasfemado al Espíritu Santo.

Así lo dice la palabra de Dios.

Marcos 3:28-29 »Les digo la verdad, cualquier pecado y blasfemia pueden ser perdonados, pero todo el que blasfeme contra el Espíritu Santo jamás será perdonado. Éste es un pecado que acarrea consecuencias eternas».

Al igual que la blasfemia sobre el espíritu santo, la palabra de Dios condena para siempre ha aquellos que son pie de tropiezo en las personas que están conociendo de Jesus.

Mateo 18:3-6 Entonces dijo: —Les digo la verdad, a menos que se aparten de sus pecados y se vuelvan como niños, nunca entrarán en el reino del cielo. Así que el que se vuelva tan humilde como este pequeño, es el más importante en el reino del cielo. »Y todo el que recibe de mi parte* a un niño pequeño como éste, me recibe a mí. Pero, si hacen que uno de estos pequeños que confía en mí caiga en pecado, sería mejor para ustedes que se aten una gran piedra de molino alrededor del cuello y se ahoguen en las profundidades del mar.

 

Esos Misérables, que no son ni fieles, ni obedientes, pero que si les gustan hablar encontra de sus líderes para que no se sujeten a la palabra, ya que estos no lo hacen, a estos Misérables, la palabra de Dios les dice que se aten una soga al cuello y se hechen al mar, o que mejor hubiesen deseado no haber nacido.

 

Imaginense la dimension del castigo para estos que blasfeman contra el Espiritu Santo y los que son Pie de tropiezo para otros creyentes.

 

Iglesia debemos cuidar nuestra vida espiritual hasta el regreso de Cristo.

Debemos, mantener la lámpara de su Espíritu encendida en nuestros corazones y animar a los que no se arrepienten porque el Señor viene pronto.

 

Esto comprende el tiempo de la demora del esposo en la parábola.

Cuando empezamos a cabecear es porque nuestra vida espiritual está entrando en deterioro.

Que el Señor nos halle vigilantes, llenos de su amor y de su gracia.

Para que podamos ser salvos, y tener una vida plena en la obediencia y fidelidad ante Dios Padre y su Hijo Jesús.

Dice Jeremías 31:33 y con esto termino.

Jeremias 31:33 «Pero este es el nuevo pacto que haré con el pueblo de Israel en ese día —dice el SEÑOR—. Pondré mis instrucciones en lo más profundo de ellos y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Y no habrá necesidad de enseñar a sus vecinos ni habrá necesidad de enseñar a sus parientes diciendo: “Deberías conocer al SEÑOR”. Pues todos ya me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande —dice el SEÑOR—. Perdonaré sus maldades y nunca más me acordaré de sus pecados».

 

La profecía de Jeremías se cumplió en Jesucristo a través de su obra redentora, con un pacto nuevo, al perdonar nuestros pecados y al poner su Ley en nuestras mentes y al escribirla en nuestros corazones para que todos la conozcan. Por eso este mensaje es para la iglesia de hoy. El Señor ha derramado su Espíritu en nosotros y nos ha dado su Palabra para que abunde en abundancia en nuestro interior.

 

Ahora tenemos libertad por medio de la sangre de Jesús para entrar en el lugar santísimo, o sea a la presencia de Dios, quien nos abrió un camino nuevo y vivo a través del velo, esto es de su carne.

Ahora podemos por su Espíritu entender su Palabra.

Dispongámonos a escucharla, a estudiarla y hacerla práctica en nuestras vidas. Amen.

Gracia y Paz.

Pastor y administrador, Rogers Infante.

Que Dios te bendiga.

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