BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

viernes, 14 de febrero de 2014

Victoriosos Ante el Ataque del Enemigo


Victoriosos Ante el Ataque del Enemigo
Mensaje predicado por el Pastor y Administrador, Rogers Infante
Predicado en la Iglesia Cristiana Palabra y Amor, el domingo 2 de Febrero de 2014
Gracia y Paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, el cordero inmolado que ahora se encuentra a la diestra del Todopoderoso y que al sonar de la séptima trompeta, su Hijo Jesucristo vendrá a juzgar a este mundo idolatra y perverso.
Solo los que hacemos la voluntad y obediencia de nuestro Padre celestial, seremos salvo.
Seremos salvo, porque aún no lo somos en su totalidad.
La palabra de Dios dice claramente que aquel que persevere será salvo.
y esa salvación solo se verá reflejada cuando dejemos este cuerpo carnal y nos encontremos en su presencia.
Es allí donde podemos decir: Somos salvos.

Muchos son los “cristianos” que afirman ser victoriosos ante el enemigo.
Pero cuando vemos realmente su estilo de vida, es entonces cuando podemos afirmar por sus testimonios la realidad de su afirmación.
 Por eso aquel que se dice ser victorioso ante la presencia del enemigo, primero que todo debe tener en cuenta estos tres aspecto importantes.

Como primera medida el cristiano victorioso debe estar constantemente sometido a la presencia de Dios.
No en parte, sino completamente.
Dice la palabra de Dios: Santiago 4:7. “Some­teos, pues, a Dios, resistid al diablo y huirá de vosotros”.
El diablo huirá solamen­te si nos sometemos a la autoridad de Dios.
¿Qué es someterse a la autoridad de Dios?
Es someterse a la “cadena de mando” instituida por él.
Es decir:
Que debemos someternos a la autoridad del Espíritu Santo, Esto con el propósito de que seamos santificados en las dos áreas de nuestras vida.
Tanto en la vida física, como también en la espiritual. (1Tesalonicenses 5:23)
1Ts 5:23 Ahora, que el Dios de paz los haga santos en todos los aspectos, y que todo su espíritu, alma y cuerpo se mantenga sin culpa hasta que nuestro Señor Jesucristo vuelva.
Después de someternos a la autoridad del Espíritu Santo, debemos seguidamente:
Someternos a la autoridad de las Sagradas Escrituras, Porque de esa manera podemos conocer quien es realmente nuestro Dios, y si la ignoramos, entonces caeremos en el engaño y el error del mundo. Mat 22:29 Jesús contestó: —El error de ustedes es que no conocen las Escrituras y no conocen el poder de Dios.
Luego de esto el cristiano verdadero debe: Someterse a la autoridad de la Iglesia.
Porque si no, nos congregamos para escuchar la palabra de Dios, entonces quedaremos fuera de la comunión como lo hicieron los gentiles y publicanos. Mat 18:17 Si aun así la persona se niega a escuchar, lleva el caso ante la iglesia. Luego, si la persona no acepta la decisión de la iglesia, trata a esa persona como a un pagano o como a un corrupto cobrador de impuestos.

Así mismo después de someternos a la autoridad de la iglesia, debemos: Someternos a la autoridad del pastor.
Pero no a cualquier “pastor”.
Este debe ser intachable, esposo de una sola esposa, que sus hijos estés sujeto a él.
Que tenga buen testimonio, y sobre todo que usted le conozca bien, sepa donde vive, que hacen sus hijos, que amistad frecuenta, que tenga firmeza y autoridad para corregir, sin temor de decir siempre la verdad en todo tiempo acerca del evangelio.

Tengamos muy presente que los verdaderos pastores son constituidos por Dios y no nombrados por hombres terrenales, como las iglesias modernas de hoy, que andan ordenando a cualquiera y si usted los ve, se creen con una prepotencia en las cuales no se les puede contradecir.
Pero los pastores que son constituidos por Dios, poseen una autoridad y un don recibido por el Poder de Dios, para que a través de la imposición de manos puedan sanar y guiar (1Timoteo 4:14, 2Timoteo 1:6).
1Ti 4:14 No descuides el don espiritual que recibiste mediante la profecía que se pronunció acerca de ti cuando los ancianos de la iglesia te impusieron las manos.

2Ti 1:6 Por esta razón, te recuerdo que avives el fuego del don espiritual que Dios te dio cuando te impuse mis manos.
El Apóstol Pablo también dice al pastor Tito:
Tito 2:15 Debes enseñar estas cosas y alentar a los creyentes a que las hagan. Tienes la autoridad para corregirlos cuando sea necesario, así que no permitas que nadie ignore lo que dices.
Ahora cuando usted se somete a la autoridad de su pastor, usted debe así mismo Someterse a la “cadena de mandos” en cuanto a familia.
En 1Pedro 3:1-7 encontramos como debe constituirse la cadena de mando en el hogar.
1Pedro 3:1-7 De la misma manera, ustedes esposas, tienen que aceptar la autoridad de sus esposos. Entonces, aun cuando alguno de ellos se niegue a obedecer la Buena Noticia, la vida recta de ustedes les hablará sin palabras. Ellos serán ganados (2) al observar la vida pura y la conducta respetuosa de ustedes. (3) No se interesen tanto por la belleza externa: los peinados extravagantes, las joyas costosas o la ropa elegante. (4) En cambio, vístanse con la belleza interior, la que no se desvanece, la belleza de un espíritu tierno y sereno, que es tan precioso a los ojos de Dios. (5) Así es como lucían hermosas las santas mujeres de la antigüedad. Ellas confiaban en Dios y aceptaban la autoridad de sus maridos. (6) Por ejemplo, Sara obedecía a su esposo, Abraham, y lo llamaba «señor». Ustedes son sus hijas cuando hacen lo correcto sin temor a lo que sus esposos pudieran hacer. (7) De la misma manera, ustedes maridos, tienen que honrar a sus esposas. Cada uno viva con su esposa y trátela con entendimiento. Ella podrá ser más débil, pero participa por igual del regalo de la nueva vida que Dios les ha dado. Trátala como es debido, para que nada estorbe tus oraciones.
En Colosenses 3:18-21, leemos
Col 3:18 Esposas, sujétese cada una a su esposo como corresponde a quienes pertenecen al Señor. (19) Maridos, ame cada uno a su esposa y nunca la trate con aspereza. (20) Hijos, obedezcan siempre a sus padres, porque eso agrada al Señor. (21) Padres,* no exasperen a sus hijos, para que no se desanimen.

Si no hay obediencia al régimen de autoridad instituido por Dios, todo in­tento de resistir al demonio será siempre una lucha larga, agotadora, estéril, triste, que invariablemente terminará en fracaso.

Muchos supuestos creyentes llevan una vida completamente desordenada y no solo eso, sino que personas que han fracasado en su ámbito familiar son los que están orientando a otros con el propósito de arrastrarlos de la misma manera como ellos han sido arrastrado por los demonios.

Por esa razón aquellos que escuchan los consejos de los fracasado y que no han querido someterse a la voluntad de Dios, los demonios le crearan a esas personas una serie de conflictos emocionales y aun problemas físicos, tratando de incitarlo a toda clase de sentimientos pecaminosos (celos, envidias, rencores, odios, agresividad, malos deseos, depresiones, adulterio, fornicación etcétera).

Ud. no será poseído por el demonio, pero desde afuera los demonios lo empujarán hacia el orgullo espiritual, o hacia el carácter agrio, o hacia un estado de frustración y de reacciones carnales.
Tenga mucho cuidado, porque sin darse usted cuenta, Satanás puede atar sus emociones y quitarle el verdadero gozo.

Hay muchos cristianos que, en ese terreno, están perturbados por el Diablo, se sienten permanentemente “nerviosos” e incómodos, sin darse cuenta del origen satánico de sus desajustes psicológicos.
¡Sométase a toda la “cadena de mando” instituida por la autoridad de Dios y entonces Ud. se sentirá de veras dentro del orden y la sana disciplina del ejército del Señor y podrá enfrentar victoriosamente al enemigo! (1Pedro 5:8-9).
1Pedro 5:8 ¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar. (9) Manténganse firmes contra él y sean fuertes en su fe. Recuerden que sus hermanos en Cristo*, en todo el mundo, también están pasando por el mismo sufrimiento.
En otras palabras, duela aunque nos duela, debemos obedecer al Señor en todo.
De esa manera podemos estar ¡Firmes en la fe!

El segundo aspecto que veremos es que debemos reconocer la presencia de las huestes espirituales de maldad, 1Pedro 5:8-9. “Sed sobrios”. 
Esto quiere decir: “Tened buen control de nuestra mente y nuestras emociones”.
Para resistir a Satanás hay que tener dominio propio, serenidad, calma, buen ajuste espiritual.
Es peli­groso apresurarse a creer que toda persona con alguna “rareza” o con alguna enfermedad está endemoniada.
La precipitación es mala consejera y puede conducir al error.

Hay, generalmente hablando, dos pasos en el proceso que lleva a una persona a que­dar sujeta al poder demoníaco:
1º. La influencia.
Juan 13:2 Era la hora de cenar, y el diablo ya había incitado a Judas, hijo de Simón Iscariote, para que traicionara* a Jesús.

2º. La pose­sión (o sujeción de la persona al dominio satánico).
Juan 13:27 Cuando Judas comió el pan, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: «Apresúrate a hacer lo que vas a hacer».
Al primer aspecto están expuestos todos los seres humanos, inclusive los cristianos, y abarca perturbaciones y ataduras de toda índole.

Y al segundo aspecto solamente están expuestos los inconversos, ya que en ellos no mora el Espíritu Santo y por eso pueden caer bajo posesión demoníaca.

2Corintios 2:11 para que Satanás no se aproveche de nosotros. Pues ya conocemos sus maquinaciones malignas.
Si estamos verdaderamente sometidos al serio régimen de autori­dad que Dios ha instituido, no ignoraremos ninguna de las maquinaciones de Satanás y él no podrá ganar ventaja alguna sobre nosotros.

Cuando usted le permite al Espíritu Santo que tenga el con­trol total de nuestra vida, entonces descubriremos prestamente la presencia demoníaca cada vez que tal presencia sea real.

Algunas veces su actividad se manifiesta (por ejemplo, con síntomas parecidos a los de ciertas enfermedades mentales, desdoblamiento de la personalidad, violencia, fornicación, adulterios etc.), ¡pero Ud. no necesita estudiar psiquiatría para darse cuenta por que el Espíritu Santo guiará su entendimiento, si Ud. está sometido a él!

Otras veces la posesión es oculta y no se percibirá fácilmente, excepto a través del discernimiento espiritual.
El ministerio de Jesús (como el de sus discípulos) demuestra que la plenitud del Espíritu en una vida produce reacciones en los demonios expuestos a su influencia.
Mar 1:21-28 Jesús y sus compañeros fueron al pueblo de Capernaúm. Cuando llegó el día de descanso, Jesús entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. (22) La gente quedó asombraba de su enseñanza, porque lo hacía con verdadera autoridad, algo completamente diferente de lo que hacían los maestros de la ley religiosa. (23) De pronto, un hombre en la sinagoga, que estaba poseído por un espíritu maligno,* comenzó a gritar: (24) «¿Por qué te entrometes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? ¡Yo sé quién eres: el Santo de Dios!». (25) «¡Cállate! —lo interrumpió Jesús y le ordenó —: ¡Sal de este hombre!». (26) En ese mismo momento, el espíritu soltó un alarido, dio convulsiones al hombre y luego salió de él. (27) El asombro se apoderó de la gente, y todos comenzaron a hablar de lo que había ocurrido. «¿Qué clase de enseñanza nueva es ésta? —se preguntaban con emoción —. ¡Tiene tanta autoridad! ¡Hasta los espíritus malignos obedecen sus órdenes!». (28) Las noticias acerca de Jesús corrieron velozmente por toda la región de Galilea.

No existe una “técnica” especial para “detectar” demonios.
Si ellos están presentes y se sienten incómodos por la actividad del Espíritu Santo, el cual es el Poder de lo alto, entonces de esa manera se pondrán solos en evidencia.
Hechos 16:16 Cierto día, cuando íbamos al lugar de oración, nos encontramos con una joven esclava que estaba poseída por un demonio. Era una adivina que ganaba mucho dinero para sus amos. (17) Ella seguía a Pablo y también al resto de nosotros, gritando: «Estos hombres son siervos del Dios Altísimo y han venido para decirles cómo ser salvos». (18) Esto mismo sucedió día tras día hasta que Pablo se exasperó de tal manera que se dio la vuelta y le dijo al demonio que estaba dentro de la joven: «Te ordeno, en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella». Y al instante el demonio la dejó.

Nosotros tenemos que saber distinguir bien a las personas para poder determinar su comportamiento, de esa manera sobremos si esta poseída o no.
1Juan 4:1 Queridos amigos, no les crean a todos los que afirman hablar de parte del Espíritu. Pónganlos a prueba para averiguar si el espíritu que tienen realmente proviene de Dios, porque hay muchos falsos profetas en el mundo.

Hay endemoniados que leen la Biblia, oran, cantan himnos y hasta parecen “ministros de justicia”
2Cor.11:13-15 Estos individuos son falsos apóstoles. Son obreros engañosos que se disfrazan de apóstoles de Cristo. (14) ¡Pero no me sorprende para nada! Aun Satanás se disfraza de ángel de luz. (15) Así que no es de sorprenderse que los que lo sirven también se disfracen de siervos de la justicia. Al final, recibirán el castigo que sus acciones perversas merecen.
Comparemos estos versículos con este:
Mat 7:21-23 »No todo el que me llama: “¡Señor, Señor!” entrará en el reino del cielo. Sólo entrarán aquellos que verdaderamente hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo. (22) El día del juicio, muchos me dirán: “¡Señor, Señor! Profetizamos en tu nombre, expulsamos demonios en tu nombre e hicimos muchos milagros en tu nombre”. (23) Pero yo les responderé: “Nunca los conocí. Aléjense de mí, ustedes, que violan las leyes de Dios”.

¡Recuerde que sólo el Señor puede darle una clara percepción de la presencia de los malos espíritus, si Ud. está auténticamente sujeto a la “cadena de mando” que él instituyó.

Solamente los que hacen la voluntad de Dios, tienen la autoridad para echar demonios fuera de los cuerpos de los poseídos.

Y como último aspecto que debemos tener en cuenta es que debemos siempre reprender a los demonios en el nombre de Jesús.

Todo buen creyente tiene autoridad para echar fuera demonios.
Pero no puede ejercer esa autoridad si él no está sometido a la autoridad del Señor, en la manera que ya hemos explicado. (Hechos 19:13-17).
Hch 19:13-17 Un grupo de judíos viajaba de ciudad en ciudad expulsando espíritus malignos. Trataban de usar el nombre del Señor Jesús en sus conjuros y decían: «¡Te ordeno en el nombre de Jesús, de quien Pablo predica, que salgas!». (14) Siete de los hijos de Esceva, un sacerdote principal, hacían esto. (15) Pero, en una ocasión que lo intentaron, el espíritu maligno respondió: «Conozco a Jesús y conozco a Pablo, ¿pero quiénes son ustedes?». (16) Entonces el hombre con el espíritu maligno se lanzó sobre ellos, logró dominarlos y los atacó con tal violencia que ellos huyeron de la casa, desnudos y golpeados. (17) Esta historia corrió velozmente por toda Éfeso, entre judíos y griegos por igual. Un temor solemne descendió sobre la ciudad, y el nombre del Señor Jesús fue honrado en gran manera.

Hoy en día no estamos lejos de esta realidad, muchos falsos creyentes andan por allí dizque sacando y reprendiendo demonios, y si usted los analiza, estos llevan una vida desordenada y fracasada.
Son personas que tienen su propio hogar en vueltos en un infierno y pretender limpiar otros.
Debemos tener mucho cuidado cuando una persona de esta calaña llega a nuestra casa pretendiendo hacernos creer que Dios le ha dado autoridad cuan en realidad ni su propia familia ha podido controlar.

Lo triste de todo esto, es que estas personas no quieren reconocer que necesitan ayuda espiritual.
Sino que bajo la influencia demoniaca de su orgullo, andan engañando a los más débiles para hacerles creer que ellos son bendecidos, cuando la realidad verdadera es otra.

Mar 9:28-29 Más tarde, cuando Jesús quedó a solas en la casa con sus discípulos, ellos le preguntaron: —¿Por qué nosotros no pudimos expulsar ese espíritu maligno? (29) Jesús contestó: —Esa clase sólo puede ser expulsada con oración.*

La oración y el verdadero ayuno (Isaías 58) deben ser una preparación habitual en todo cristiano.
Pero no sirven en el momento en que hay que reprender a un demonio.
La Biblia no enseña que debemos “orar” frente a un endemoniado.
Cuando Jesús estaba frente a un endemoniado, no oraba por él sino que directamente ha­blaba al demonio y lo reprendía audiblemente. “¡Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él!”.
La palabra de autoridad en el nombre del Señor Jesús es el único poder que el demonio obedece.
Es bueno orar antes de enfrentarse con un ende­moniado, pero es incorrecto hacerlo durante el acto de liberación.

No conviene tratar de echar fuera demonios poniendo las manos sobre el endemoniado. 
En el caso de la mujer atada por Satanás durante dieciocho años (Lucas 13:10-17) el Señor Jesús primero la liberó del espíritu de enfermedad (vs.11-12) y sólo después le impuso las manos (v.13).

Si Ud. intenta reprender a un demonio con la ayuda física de sus manos, engendra peligrosas reacciones físicas por la acción del espíritu inmundo en el cuerpo de su víctima.

Si Ud. necesita conseguir una evidencia física, pídale al de­monio que hable, que se dé a conocer.
No invoque la sangre de Jesús (esa sangre lo re­dime a Ud. y lo protege si Ud. tiene la vida plena de Cristo, pero no le sirve al demonio).

¡Obedezca las instrucciones del Maestro, sometién­dose a su autoridad!…
Tampoco procure que el endemoniado escupa o vomite demonios, porque eso no es bíblico.
¡Cuidado con “el festival de las arcadas!”… ¡eso podría ser diabólico!
¡No use fórmulas ajenas a la Palabra de Dios! ¡Es muy arriesgado!

Tampoco es correcto ungir con aceite a los endemoniados o perder largo tiempo con ellos en diversas ceremonias exóticas.
Jesús nunca hizo eso.
Ud. ni siquiera necesita gritarle a un demonio…
Todo lo que debe hacer es ordenarle que salga y que nunca más vuelva a entrar en esa persona.

No es indispensable pedir que el demonio hable, salvo que sea indispensable para estar seguro de su presencia en ese cuerpo.
Cuando se haya producido la liberación, no pierda tiempo e inmediatamente presente el Evangelio a la persona liberada, tratando de llevarla a los pies de Cristo.

Recuerde que ninguna libe­ración es efectiva si no se hace en el nombre del Señor Jesús.
Mar 16:17 Estas señales milagrosas acompañarán a los que creen: expulsarán demonios en mi nombre y hablarán nuevos idiomas.*
Gracia y paz
Pastor y Administrador, Rogers Infante.

Bendiciones a mis hermanos en la fe.

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