BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

viernes, 10 de julio de 2015

ES PERMITIDO EL DIVORCIO, y CUALES SON SUS CONSECUENCIAS


Gracia y Paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo el cordero inmolado que ahora está sentado a la diestra del Todopoderoso.
El mensaje de hoy se titula:
ES PERMITIDO EL DIVORCIO, y CUALES SON SUS CONSECUENCIAS.
Por el Pastor y Administrador, Rogers Infante.
Buenos días mis amados hermanos, en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo.
El divorcio es un fracaso del matrimonio que tiene que ver con las dos personas y la deslealtad entre ellos respeto a sus votos.
El libro de Malaquías 2:16 dice claramente: «¡Pues yo odio el divorcio! —dice el SEÑOR, Dios de Israel—. Divorciarte de tu esposa es abrumarla de crueldad* —dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales—. Por eso guarda tu corazón; y no le seas infiel a tu esposa».
Amada iglesia, usted que me escucha hoy, debe entender que cuando hay un divorcio, siempre se pretende acusar a la otra persona, por la decisión que se tomó, cuando el problema realmente es de los dos.
Existen muchas supuestas iglesias, que están recasando a los divorciados, con el falso pretexto de que esa persona en la cual se habían unido, no era la voluntad de Dios.

Pero debemos entender que estos falsos líderes que están recasando a personas que ya estaban unidas, por la voluntad de Dios, No tendrán jamás el avaluó celestial.
Porque lo que Dios ha unido, el hombre jamás deberá apartarlo.

Tenga usted mucho cuidado con aquellos que han desechado a su esposo, o esposa, para luego engañosamente, unirse a otra persona.
La biblia no aprueba tal aberración.

Todo hijo de Dios sabe que Satanás es muy astuto y padre de la mentira.
Y esa mentira es la que engaña a persona inocentes, para hacerlas caer en una trampa, que posiblemente sea peor de lo que se puede pensar.

Si una persona no es capaz de solucionar su propio matrimonio, crea usted que jamás solucionara otro al cual se haya unido, estando su primera compañera o compañero vivo.
Más aún si en esa primera unión hay hijos.
Usted no piense que esta persona va amar más a sus nuevos hijos, para desechar los de él.

Dios aborrece el divorcio, y el hombre que se divorcia de su mujer, es un mostró.
Pero lamentablemente aún hay supuestos líderes, que entran encubiertamente al redil de Dios, con el propósito de engañar y robar a las ovejas que están pasando por alguna situación matrimonial, y que en vez de ayudarle a solucionar sus problemas conyugal, lo que hacen es hurtarla y llevárselas, haciéndoles creer que con este, todo será diferente.

En parte tienen razón estos hijos de satanás, ya que realmente si será diferente, ya que la vida que tendrán estas ovejas raptadas, será una vida de ruina, una vida de miseria, una vida de pleito, y desgraciadamente una vida sin Dios.
Tenga muy presente que todo aquel que entra y roba, siempre pretende mostrar, que el afectado es el, o ella.
La razón por la cual lo hacen, es porque cuando se ven asechados, y saben que la verdad saldrá a la vista, estos buscan la manera de engañar más, a sus víctimas.
Por consiguiente buscan a personas que sean iguales a ellos.
Es decir, demonios de su misma índole y calaña.
Los cuales le apoyan toda sinvergüencería y se prestan para engañar también a las víctimas, haciéndeles creer que con ellos, que pueden contar como familia.
La razón por la cual lo hacen, es porque estas personas no tienen, ni jamás han tenido a Cristo en su corazón.

Cuando un hombre se une a una mujer por primera vez, este se hace uno con ella.
Pero si Cristo no está en esa unión, siempre habrá la falta de discernimiento, lo cual es una falla que siempre uno paga caro.
Si no es por provocar o causar el divorcio, entonces es por no escoger mejor, o por no insistir en una dedicación a Dios desde antes del matrimonio.
El divorcio es algo que Dios aborrece.
Es pecado, y debemos aborrecerlo y evitarlo a todo costo, antes de escoger nuestra pareja, y durante nuestro matrimonio.
Por esa razón debemos buscar la unión espiritual.

Veamos la Santidad del Matrimonio.
Vamos al libro de Mateo 19:3 al 6, el cual dice: Unos fariseos se acercaron y trataron de tenderle una trampa con la siguiente pregunta: —¿Se permite que un hombre se divorcie de su esposa por cualquier motivo? . Jesús respondió: —¿No han leído las Escrituras? Allí está escrito que, desde el principio, “Dios los hizo hombre y mujer”*. Y agregó: “Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo”*. Como ya no son dos sino uno, que nadie separe lo que Dios ha unido.
Apreciado hermano en Cristo, entiendan y comprendan de una vez que el matrimonio no es un contrato entre el hombre y la mujer, sino es una institución espiritual y divina en que Dios establece un hogar.
Aunque Dios permite que el hombre y la mujer escojan con quien se casa, una vez casados, Dios entra en la unión para confirmar y ratificar la relación entre ellos, y para hacer de ellos una sola carne.
En el libro de Malaquías 2:14 al 15 dice: Claman: «¿Por qué el SEÑOR no acepta mi adoración?». ¡Les diré por qué! Porque el SEÑOR fue testigo de los votos que tú y tu esposa hicieron cuando eran jóvenes. Pero tú le has sido infiel, aunque ella siguió siendo tu compañera fiel, la esposa con la que hiciste tus votos matrimoniales.
¿No te hizo uno el SEÑOR con tu esposa? En cuerpo y espíritu ustedes son de él.* ¿Y qué es lo que él quiere? De esa unión quiere hijos que vivan para Dios. Por eso, guarda tu corazón y permanece fiel a la esposa de tu juventud.

Dios nos aclara que la función o propósito de un matrimonio es para establecer “una descendencia para Dios.
Descendencia” es de tener hijos o una posteridad, la cual es el fruto de la unión de hombre y mujer.
Una pareja unida es integral y muy importante en la formación de hijos cristianos y piadosos (descendencia para Dios), un hogar que no es fracturado y dividido.

Para lograr los propósitos de Dios, tiene que ser un hombre quien es papá y esposo, y una mujer quien es mamá y esposa.
El hijo va a imitar a su padre, y tratará a su futura esposa con el mismo respeto que ve hacia a su madre. Igualmente la muchacha.
La idea es que el padre cristiano y la madre cristiana funcionando como pareja (y padres biológicos), son necesarios en el hogar para lograr los propósitos de Dios.

La idea de un divorcio, o el casarse de nuevo, simplemente es en contra de los propósitos que Dios nos ha dado para la familia.
Una vez que destruyes tu hogar, o si por descuidado formas un hogar que no sale bien por la falta de fidelidad y carácter de tu pareja, (que es en sí una falla en TU CARÁCTER), entonces es demasiado tarde.

Dios hizo el matrimonio una institución divina, y Dios lo hizo santo.
En el libro de hebreos 13: 4 leemos: Honren el matrimonio, y los casados manténganse fieles el uno al otro. Con toda seguridad, Dios juzgará a los que cometen inmoralidades sexuales y a los que cometen adulterio.

Veamos ahora lo que fue el Divorcio en el Antiguo Testamento
Pero muchos preguntan, “¿No permitió Dios el divorcio en el Antiguo Testamento?
Leamos, pero también analicemos lo que realmente quiso decir el libro de Marcos 1º.
Vamos a las escrituras en Marcos 10:2-9 el cual dice: Unos fariseos se acercaron y trataron de tenderle una trampa con la siguiente pregunta: —¿Está bien permitir que un hombre se divorcie de su esposa?  Jesús les contestó con otra pregunta: —¿Qué dijo Moisés en la ley sobre el divorcio?  —Bueno, él lo permitió —contestaron —. Dijo que un hombre puede darle a su esposa un aviso de divorcio por escrito y despedirla.* Pero Jesús respondió: —Moisés escribió ese mandamiento sólo como una concesión ante la dureza del corazón de ustedes. Pero, desde el principio de la creación, “Dios los hizo hombre y mujer”.* Esto explica por qué “un hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa,* y los dos se convierten en uno solo”*. Como ya no son dos sino uno, que nadie separe lo que Dios ha unido. Más tarde, cuando quedó a solas con sus discípulos en la casa, ellos sacaron el tema de nuevo.

¿Comprendió usted estos versículos?
Le explicare: Jesús aclaró que era por la rebeldía y dureza de su corazón en obedecer a Dios que Moisés legisló el divorcio como asunto civil del gobierno de Israel.
Moisés hizo reglas sobre unas prácticas en Deuteronomio 24, y es muy discutido si Deuteronomio  24:1 habla del divorcio en cualquier tiempo después de la boda, o en el tiempo de noviazgo.
Es decir el noviazgo en el año antes de la boda, cuando se revela que la mujer que no es una virgen o ella es “indecente” que es una enfermedad sexual.
En descubrir esto en “la luna de miel”, el hombre puede divorciarse de ella antes de consumir el matrimonio.
En otras palabras: “no le agradare”.
Es decir: no querer tener sexo con ella, por su infidelidad, antes del matrimonio, y los dos son libres de casarse de nuevo.

Tenga presente que Deuteronomio No habla de después de la consumación y después que viven juntos.
Deuteronomio 24:2 al 3 habla de una prohibición de regresar a casarse con un esposo previo.

Por todos modos Moisés no dio permiso sino impuso una ley sobre el regresó a marido previo.
Es como la ley sobre el robo, que el ladrón tiene que restaurar lo que tomó.
Esto no da permiso de robar, pero habiendo robado, la ley obliga el ladrón a algo.
Pero Jesús enseñó que el divorcio no es, y nunca fue la voluntad de Dios.
La voluntad de Dios es simplemente que el matrimonio es hasta la muerte.
Solamente Dios puede separar una pareja con la muerte de uno de ellos.
Ahora, que Dios lo libre de intentar asesinar a su pareja anterior.
Ya que se estaría acorriendo mas maldiciones de la que puede tener.

Analicemos ahora bajo la palabra de Dios, La Posición de Jesucristo y el Apóstol Pablo.
Marcos 10:11 y 12, dice: Él les dijo: «El que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio contra ella. Y, si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio».
Mire bien lo que se está diciendo acá:
Jesús tuvo la posición que el divorcio es un pecado, porque se trata de “separar lo que Dios ha juntado
Macros 10:9 dice: que nadie separe lo que Dios ha unido.

Ahora en todos los versículos sobre el divorcio vemos que el casarse de nuevo después de divorciar es el pecado de adulterio, tan grave que en el Antiguo Testamento el cual tuvo la pena de muerte conectada con ella.

Pablo nos aclara en primera de Corintios 7 lo que no fue muy claro en las palabras de Cristo, porque Cristo condenaba el divorcio con la idea de casarse de nuevo.
Veamos:
Primera de Corintios 7:2, dice: Pero, dado que hay tanta inmoralidad sexual, cada hombre debería tener su propia esposa, y cada mujer, su propio marido.
Pablo dice que es bueno ser casado para evitar las tentaciones sexuales, es de decir: (fornicación).

El Apóstol, Añade:
Primera de Corintios 7:10 al 14, dice: No obstante, para los que ya están casados, tengo un mandato que no proviene de mí sino del Señor.* La esposa no debe dejar a su marido. Pero, si lo deja, que no se case de nuevo o bien que se reconcilie con él. Y el marido no debe dejar a su esposa. Ahora, me dirigiré al resto de ustedes, aunque no tengo un mandato directo del Señor. Si un hombre cristiano* está casado con una mujer que no es creyente y ella está dispuesta a seguir viviendo con él, no debe abandonarla. Y, si una mujer cristiana tiene un esposo que no es creyente y él está dispuesto a seguir viviendo con ella, no debe abandonarlo. Pues la esposa cristiana da santidad a su matrimonio, y el esposo cristiano* da santidad al suyo. De otro modo, sus hijos no serían santos, pero ahora son santos.
Apreciado hermano que me escucha en este día.
Comprenda que el pecado entra en divorciarse, y si un inconverso se divorcie de un creyente (abandonándole), no es pecado para el creyente mientras que no lo causó y no se case de nuevo.
El divorcio es algo totalmente en contra de la voluntad y propósito de Dios para la familia.
No hay que limpiar el divorcio en cualquier manera, porque es un fracaso de la familia (de dos partes), y es pecado, y Dios lo aborrece.
Desafortunadamente hay parejas quienes no obedecen a Dios, que no ponen a Dios como columna de sus vidas.
Y el resultado de esto es el divorcio, lo cual es un desastre que siempre será el producto de estas actitudes.
Jesús calificó el hecho de divorciarse y casarse de nuevo como el pecado de adulterio.
Veamos ahora: El Casarse de Nuevo, Después de haber estado casado.
Romanos 7:2 al 3 dice: Por ejemplo, cuando una mujer se casa, la ley la une a su marido mientras él viva. Pero, si él muere, las leyes del matrimonio ya no se aplican a ella. Así que, mientras su marido viva, ella cometería adulterio si se casara con otro hombre. Pero, si el esposo muere, ella queda libre de esa ley y no comete adulterio cuando se casa de nuevo.
Debe quedar claro, que para el cristiano, no hay posibilidad de casarse de nuevo después de un divorcio, estando su compañera viva, o vivo.

Ante todo esto que hemos estudiado, cabe la pregunta:
¿Cuál es la Solución?
El Apóstol Pablo, aclara en primera de Corintios 7, que siempre es el inconverso que debe abandonar la relación si uno lo hace, porque un cristiano ni causará ni provocará un divorcio o separación.
Queda sin decir pero también cierto que el cristiano nunca causará antagonismos que empujaría su relación hacia un divorcio.
Gálatas 5:15 dice claramente: Pero, si están siempre mordiéndose y devorándose unos a otros, ¡tengan cuidado! Corren peligro de destruirse unos a otros.
 Y en primera de Corintios 13:5 dice que el amor verdadero “no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor”.
Primera de Corintios 13:4 y 5, dice: El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso, ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas.

Iglesia, El divorcio es un fracaso del matrimonio donde uno abandona la relación y votos sagrados que uno tiene con su pareja.
Tal vez el problema entró en no escoger bien con seriedad y con calma antes de casarse para buscar la mujer u hombre adecuado.
Tal vez después no desarrolló bíblicamente o no ubicó su hogar sobre los fundamentos de la Palabra y los principios de Dios.

Pero indiscutiblemente no es excusa para divorciarse, ya que uno mismo es responsable por lo que hace.
Para resolver el conflicto, primero, debemos decir que el divorcio nunca es la solución a nada.
Al contrario, el divorcio es lo malo, y por consiguiente debemos evitarlo.
Segundo tenemos que regresar nuestras vidas a la base de la Palabra de Dios.
Divorcios y los problemas entre pareja, pasan porque las personas no son lo que Dios dice que debemos ser.
Aun si tu pareja es “imposible” de vivir con ella, Dios es poderoso de cambiar su corazón y salvarle su alma, y hacerle un hombre o mujer de Dios.
Pero para eso debemos creer, que Dios en verdad restaura, lo que satanás vino a destruir.

Para eso debemos cambiar primeramente y dejar que Dios haga la obra.

Tú eres la persona que Dios usará, pero nunca tendrás influencia, si te divorcias.
El libro de Mateo 5:32 al 48 dice: Pero yo digo que un hombre que se divorcia de su esposa, a menos que ella le haya sido infiel, hace que ella cometa adulterio. Y el que se casa con una divorciada también comete adulterio.
»También han oído que a nuestros antepasados se les dijo: “No rompas tus juramentos; debes cumplir con los juramentos que le haces al SEÑOR”*.
Pero yo digo: ¡no hagas juramentos! No digas: “¡Por el cielo!”, porque el cielo es el trono de Dios.
Y no digas: “¡Por la tierra!”, porque la tierra es donde descansa sus pies. Tampoco digas: “¡Por Jerusalén!”, porque Jerusalén es la ciudad del gran Rey.
Ni siquiera digas: “¡Por mi cabeza!”, porque no puedes hacer que ninguno de tus cabellos se vuelva blanco o negro.
Simplemente di: “Sí, lo haré” o “No, no lo haré”. Cualquier otra cosa proviene del maligno.
»Han oído la ley que dice que el castigo debe ser acorde a la gravedad del daño: “Ojo por ojo, y diente por diente”*.
Pero yo digo: no resistas a la persona mala. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, ofrécele también la otra mejilla.
Si te demandan ante el tribunal y te quitan la camisa, dales también tu abrigo.
Si un soldado te exige que lleves su equipo por un kilómetro,* llévalo dos.
Dale a los que te pidan y no des la espalda a quienes te pidan prestado.
»Han oído la ley que dice: “Ama a tu prójimo”* y odia a tu enemigo.
Pero yo digo: ¡ama a tus enemigos!* ¡Ora por los que te persiguen!
De esa manera, estarás actuando como verdadero hijo de tu Padre que está en el cielo. Pues él da la luz de su sol tanto a los malos como a los buenos y envía la lluvia sobre los justos y los injustos por igual.
Si sólo amas a quienes te aman, ¿qué recompensa hay por eso? Hasta los corruptos cobradores de impuestos hacen lo mismo.
Si eres amable sólo con tus amigos,* ¿en qué te diferencias de cualquier otro? Hasta los paganos hacen lo mismo.
Pero tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto.
En otras palabras: en el mismo pasaje que Jesús enseñó sobre divorcio, nos dio la actitud debida de un cristiano, siempre dale la otra mejilla, para que manifiestes el carácter de Dios hacia tu pareja inconversa.
Cuando el cristiano queda en el mismo hogar con la pareja inconversa, siempre hay la posibilidad convertirle al Señor.
En Primera de Pedro 3:1 al 4 encontramos: De la misma manera, ustedes esposas, tienen que aceptar la autoridad de sus esposos. Entonces, aun cuando alguno de ellos se niegue a obedecer la Buena Noticia, la vida recta de ustedes les hablará sin palabras. Ellos serán ganados al observar la vida pura y la conducta respetuosa de ustedes.
No se interesen tanto por la belleza externa: los peinados extravagantes, las joyas costosas o la ropa elegante. En cambio, vístanse con la belleza interior, la que no se desvanece, la belleza de un espíritu tierno y sereno, que es tan precioso a los ojos de Dios.
Veamos ahora si es permitido casarse después de divorciarse.
Marcos 10:11 y 12, dice: Él les dijo: «El que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio contra ella. Y, si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio».
El problema con el divorcio es que nadie piensa en ello hasta que ya está encima de ellos. 
Dicen cosas y hacen cosas en la carne, y sin pensar en las consecuencias.
Es decir: que no le aguanta a su pareja nada en ninguna forma, y una vez divorciado, no puede vivir sin pareja.
Se identifica el divorciado, porque nunca busca y se hace contento con lo que haya por que Dios le ha dado.
El divorciado siempre busca lo que él quiere, y por lo cual, se divorcia sin obedecer a Dios, y se casa de nuevo sin obedecer a Dios.
Es la imposición de una fuerte voluntad rebelde (que probablemente causa ser imposible que otro viva con esta persona), que va a hacer lo que uno quiere, ni modo lo que es la voluntad de Dios. Pero esta rebelión se hace ridícula cuando la persona busca justificarse torciendo las Escrituras.

Analicemos la Cláusula de Excepción.
Vamos al libro de mateo:
Mateo 5:32 dice: Pero yo digo que un hombre que se divorcia de su esposa, a menos que ella le haya sido infiel, hace que ella cometa adulterio. Y el que se casa con una divorciada también comete adulterio.
Y Mateo 19:9, dice: Y les digo lo siguiente: el que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio, a menos que la esposa le haya sido infiel.*

Los divorciados normalmente usan estos para darles permiso para casarse de nuevo después de un divorcio.
Siempre es Mi pareja me abandonó, o se fue con otro, que es fornicación o adulterio.
Yo soy inocente, entonces puedo casarse de nuevo.

Primero vemos la enseñanza de estos dos pasajes.
En Mateo 5:32, la conclusión de los divorciados no cabe con tono del contexto.
El versículo 5:28 habla de alguien que aun ve a una mujer para codiciarla cuando no es su esposa, es un adulterio.
Ahora en el capítulo 5:29 al 30 lo que sigue es un aviso de evitar el infierno a todo costo.
Luego Jesús sigue con la importancia de cumplir con sus juramentos en el capítulo 5:33 al -37, obviamente refiriendo a los votos del matrimonio que uno rompe al divorciarse.

Recordamos que la persona quien se permite, que las experiencias sexuales dominan y controlan su cuerpo y vida, (un fornicario o adulterio) no heredarán al cielo.
Eso lo podemos ver en primera de corintios 6:9; en Gálatas 5:19 al 21; en Efesios 5.4 al 5.
Y que solamente quienes siguen la paz y la santidad verá al Señor.
Hebreos 12:14 Esfuércense por vivir en paz con todos y procuren llevar una vida santa, porque los que no son santos no verán al Señor.

Jesús en Mateo 5:31 al 32 dice que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación”, y esto parece de dar permiso para el divorcio, si su divorcio era por la razón de la fornicación.

La palabra: a no ser por causa”, en griego es parektos, que a veces tiene la idea de: aun por”.
Entonces se puede traducir: el que repudia a su mujer, aun por causa de fornicación.”

En Mateo 19:9, tenemos una alteración del texto por la inserción de una palabra “ei” en griego que empezó con Erasmo en el año de 1500 en adelante.
El cambio el original, “aun por causa de fornicación”, a ser el presente: salvo por causa de fornicación”.

Ahora Comprobemos con otros Textos
Ahora si fuera nada más estos dos pasajes de Escritura que comenta esto, podamos discutir mucho si fueron alteraciones en contra de la verdadera voluntad de Dios o no.
Pero la doctrina de Inspiración de las Escrituras claramente dice que las Escrituras que son inspiradas no pueden contradecirse de una parte a otra.

Entonces buscamos otros textos que da luz a esta situación.
Empezamos con dos pasajes que claramente declara que una vez casados, Dios ratifica la unión a ser una unión espiritual, en que nadie se puede legalmente (con permiso de Dios) de separarlos (darles un divorcio).
Son una sola carne juntados por Dios, y entonces no lo separe el hombre.
Observamos que un pasaje es en Mateo 19, el mismo capítulo de los pasajes vimos en el principio. Mateo no escribió una contradicción adentro de 10 versículos de sí mismo.
Marcos 10:8 dice: y los dos se convierten en uno solo”*. Como ya no son dos sino uno,
Y Mateo 19:5 y 6 dice: Y agregó: “Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo”*. Como ya no son dos sino uno, que nadie separe lo que Dios ha unido.
Ahora del evento que ocasiónó esta enseñanza por Jesucristo, tenemos versiones paralelos en Lucas y Marcos. ¿Qué dicen estos relatos paralelos sobre la excepción?
Lucas 16:18, dice: »Por ejemplo, un hombre que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio. Y el que se case con una mujer divorciada de su esposo comete adulterio».

Y Marcos 10:11 y 12, dice: Él les dijo: «El que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio contra ella. Y, si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio».
Si Marcos y Lucas entendieron las palabras de Jesús de no dar una excepción o permiso en ningún caso, entonces ¿Cómo será el testimonio de Mateo? .
De tomar los textos en Mateo quien igualmente reconoce que el matrimonio es indisoluble (Mateo 19:5-6), vemos que esto es la enseñanza bíblica.
Pero aun Pablo entra aquí para apoyar con una explicación sobre el poder de la ley, y hace este comentario.
Romanos 7:3 dice: Así que, mientras su marido viva, ella cometería adulterio si se casara con otro hombre. Pero, si el esposo muere, ella queda libre de esa ley y no comete adulterio cuando se casa de nuevo.

Entonces como veredicto final:
El casarse de nuevo después de una separación es de hacer el pecado de adulterio.
No hay excepciones en ningún caso.
En estos pasajes se mencionan mucho a Adán y Eva.
Cuando preguntaron a Jesús sobre el divorcio, era un tema muy discutido entre los rabís en su tiempo.
Jesús no tomó al lado liberal (escuela de Hillel), ni estrecha (escuela de Shammai), sino regresó a Adán y Eva.
Dios hizo una sola pareja, y tuvieron que hacerse contento con esta pareja y nada más.
Jesús les refirió al hacerse satisfecho y contento, aunque tu pareja te causa problemas como Eva lo hizo a Adán, o como Abraham lo hizo a Sara.

Dios cierre el paso para nosotros, para que si queremos la voluntad de Dios, entonces no podamos abandonar una relación matrimonial para tomar otra pareja por el divorcio.
Simplemente no es una opción.
Entendiendo esto hace que uno no se entrega la guerra, sino se queda allí peleando hasta que hay paz.

Ahora escuchen lo que diré para los Abandonados
Dios bien lo sabe que cuando hay matrimonios sin bases bíblicas, estos van a tener conflictos hasta el grado de divorciarse.

Además, cuando hay cristianos que no obedecen a Dios y aceptan una pareja inconversa, o parejas inconversas donde solamente uno acepta al Señor, siempre hay la posibilidad de un conflicto que resulta en divorcio.

Pero la enseñanza de Pablo es muy aguda entonces.
El cristiano tiene la responsabilidad de buscar paz y tranquilidad en su relación matrimonial (aun con un inconverso) y si se puede vivir con el inconverso, el cristiano siempre prefiere esto para tratar de ganarle a Cristo con tiempo (por ejemplo veamos a, primera de Pedro 3:1 al 14, y seguidamente veamos a primera de corintios 7: 10 al 15.
Primera de Pedro 3:1 al 14 De la misma manera, ustedes esposas, tienen que aceptar la autoridad de sus esposos. Entonces, aun cuando alguno de ellos se niegue a obedecer la Buena Noticia, la vida recta de ustedes les hablará sin palabras. Ellos serán ganados al observar la vida pura y la conducta respetuosa de ustedes. No se interesen tanto por la belleza externa: los peinados extravagantes, las joyas costosas o la ropa elegante. En cambio, vístanse con la belleza interior, la que no se desvanece, la belleza de un espíritu tierno y sereno, que es tan precioso a los ojos de Dios. Así es como lucían hermosas las santas mujeres de la antigüedad. Ellas confiaban en Dios y aceptaban la autoridad de sus maridos. Por ejemplo, Sara obedecía a su esposo, Abraham, y lo llamaba «señor». Ustedes son sus hijas cuando hacen lo correcto sin temor a lo que sus esposos pudieran hacer. De la misma manera, ustedes maridos, tienen que honrar a sus esposas. Cada uno viva con su esposa y trátela con entendimiento. Ella podrá ser más débil, pero participa por igual del regalo de la nueva vida que Dios les ha dado. Trátala como es debido, para que nada estorbe tus oraciones. Por último, todos deben ser de un mismo parecer. Compadézcanse unos de otros. Ámense como hermanos y hermanas.* Sean de buen corazón y mantengan una actitud humilde. No paguen mal por mal. No respondan con insultos cuando la gente los insulte. Por el contrario, contesten con una bendición. A esto los ha llamado Dios, y él los bendecirá por hacerlo. Pues las Escrituras dicen: «Si quieres disfrutar de la vida y ver muchos días felices, refrena tu lengua de hablar el mal y tus labios de decir mentiras. Apártate del mal y haz el bien. Busca la paz y esfuérzate por mantenerla. Los ojos del Señor están sobre los que hacen lo bueno, y sus oídos están abiertos a sus oraciones. Pero el Señor aparta su rostro de los que hacen lo malo»*. Ahora bien, ¿quién querrá hacerles daño si ustedes están deseosos de hacer el bien? Pero, aun si sufren por hacer lo correcto, Dios va a recompensarlos. Así que no se preocupen ni tengan miedo a las amenazas.
Y en primera de Corintios 7: 10 al 15 leemos:
Primera de Corintios 7:10 al 15, dice: No obstante, para los que ya están casados, tengo un mandato que no proviene de mí sino del Señor.* La esposa no debe dejar a su marido. Pero, si lo deja, que no se case de nuevo o bien que se reconcilie con él. Y el marido no debe dejar a su esposa. Ahora, me dirigiré al resto de ustedes, aunque no tengo un mandato directo del Señor. Si un hombre cristiano* está casado con una mujer que no es creyente y ella está dispuesta a seguir viviendo con él, no debe abandonarla. Y, si una mujer cristiana tiene un esposo que no es creyente y él está dispuesto a seguir viviendo con ella, no debe abandonarlo. Pues la esposa cristiana da santidad a su matrimonio, y el esposo cristiano* da santidad al suyo. De otro modo, sus hijos no serían santos, pero ahora son santos. (En cambio, si el esposo o la esposa que no es creyente insiste en irse, dejen que se vaya. En esos casos, el cónyuge cristiano* ya no está ligado al otro, porque Dios los ha llamado a ustedes* a vivir en paz).
Lo que Pablo claramente dice es que para el cristiano, si tiene estos problemas, busque reconciliarse y quedarse con su pareja inconversa, y si no, la única opción es la vida celibato.

¿Pero qué sucede cuando dos Cuando se divorcian?.
Primera de Tesalonicenses  4:3 al 4 dice: La voluntad de Dios es que sean santos, entonces aléjense de todo pecado sexual. Como resultado cada uno controlará su propio cuerpo* y vivirá en santidad y honor, no en pasiones sensuales como viven los paganos, que no conocen a Dios ni sus caminos. Nunca hagan daño ni engañen a un hermano cristiano en este asunto, teniendo relaciones sexuales con su esposa,* porque el Señor toma venganza de todos esos pecados, como ya les hemos advertido solemnemente.
 A la verdad, el divorcio entre creyentes nunca debe pasar jamás.
Si el Apóstol Pablo propone que un inconverso y un hijo de Dios pueden quedarse en paz y tranquilidad porque uno de los dos es obediente a Dios, entonces: ¿Por qué dos cristianos no se pueden quedarse casados?
Efesios 5:18… sed llenos del Espíritu,
21 Someteos unos a otros en el temor de Dios.
22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,
El problema es que ninguno de los dos ha aprendido los principios de Dios.

Efesios 5:1 dice: Por lo tanto, imiten a Dios en todo lo que hagan porque ustedes son sus hijos queridos.
Escucho usted bien. Debemos imitar el carácter moral de Dios.
En Lucas 6:36 y 37 dice: Deben ser compasivos, así como su Padre es compasivo. »No juzguen a los demás, y no serán juzgados. No condenen a otros, para que no se vuelva en su contra. Perdonen a otros, y ustedes serán perdonados.
Este versículo se puede tomar para mala interpretación en aquellos que hacen su propia voluntad.
Pero el caso aquí es que el hombre debe perdonar a su esposa en todo y volver a ella, lo mismo en el caso de la mujer.
De esa manera Dios obrara y limpiara toda impureza para que el plan perfecto de Dios, sea culminado en el hogar.

Si nosotros no tomamos el carácter moral de Dios, no somos salvos.
En esto, el asunto del perdón entra tan fuerte, que Dios llega a decirnos, “Si no aprendes como perdonar a otros, YO NO TE PERDONARÉ.”

El divorcio gira alrededor de un concepto de “no perdonar”, y ofender uno al otro.
El creyente que no ofende es agradable, y no causa problemas con su pareja.

Perdona todas, (Mateo 18), las ofensas que el otro te hace, no importando la gravedad o la frecuencia.
Así Dios nos ha perdonado, y así debemos nosotros imponer en nuestras vidas.
De cortar una relación porque uno “no aguanta más”, (el divorcio) es simplemente la falta de paciencia.
Otro carácter moral de Dios que va con el perdón, y es lo que el cristiano siempre busca en su vida.
Déjeme Finalizar este mensaje de la siguiente manera:
Aunque Dios perdona, no quiere decir que no tenemos que vivir con las consecuencias de nuestro pecado.
Un borracho sale una noche a tomar, y se cae de un autobús borracho y se amputa la mano como consecuencia, Dios le perdonará su pecado, pero tiene que vivir sin mano, ni modo.
Para una persona quien arruina su matrimonio, o entra en un matrimonio condenado a tener problemas graves (como casándose con un inconverso, o con un supuesto cristiano quien no le importa la voluntad de Dios), va a pagar las consecuencias.
Hay inconversos quienes se casan y se quedan felices y contentos.
Uno no se puede hacer lo que quiere, sino entrar en la voluntad de Dios para realmente ser feliz y contento.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.

Bendiciones a mis hermanos en la fe.

1 comentario:

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