BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

jueves, 27 de octubre de 2016

CONSAGRACION



CONSAGRACIÓN
Por el pastor y Administrador, Rogers Infante.
Mensaje predicado en la Iglesia cristiana Palabra y Amor, en la ciudad de Barranquilla, Colombia.
Gracia y Paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo el cordero inmolado que ahora está sentado a la diestra del Todopoderoso.
1Ped.2:2 Como bebés recién nacidos, deseen con ganas la leche espiritual pura para que crezcan a una experiencia plena de la salvación. Pidan a gritos ese alimento nutritivo
¿Tiene usted una familia consagrada a Dios?
¿Está usted dando un buen testimonio y una buena conducta al mundo, para ganar almas?
Usted quisiera decir que sí, pero la verdad es que la respuesta es NO.
Hay demasiados conflictos e interrupciones que afectan la consagración de una familia espiritual.
Una de esas interrupciones es el testimonio y la conducta que estamos dando.
Usted seguramente lo ha intentado, pero no puede reunir a toda la familia.
Hasta puede ser que ya haya abandonado la idea.
Sin embargo, hay momentos en que toda la familia está reunida.
La hora de la comida es el tiempo de la familia y el tiempo de la familia debe incluir también la oración y la lectura bíblica. ¿Lo hace usted?

La familia cristiana que se reúne para comer, lo hace no sólo para disfrutar de la compañía mutua, sino también para expresar agradecimiento a Dios y leer su Palabra.
Las familias deben esperar con ansia la hora de la comida y hacer que sea también devocional. Ya que necesitamos alimento espiritual tanto como cualquier otro alimento, y con la misma regularidad.

La consagración en la iglesia debe incluir a cada miembro de la familia, y cada miembro de la familia debe ser instado a participar.
Debiéramos dejar que los niños lean algunos de los versículos de la Biblia, pedirles que presenten sus pedidos de oración a Dios y enseñarles la costumbre de leer regularmente la Palabra de Dios.

Escuche esto:
Los verdaderos cristianos hijos de Dios, consagran a la familia llevando a cabo con regularidad la palabra de Dios, así mismo bendicen a todos los miembros de la familia, especialmente si cada uno de ellos participa.
Además, el hogar es el campo de entrenamiento para la vida, porque es en el círculo familiar donde se establecen patrones de conducta para toda la vida.

Cuando hacemos parte de esos patrones de conductas, es cuando los demás, es decir los no creyentes, se inquietan y desean participar en ese campo de entrenamiento familiar.
Esto sucede por nuestro compromiso y fidelidad con Jesús y su iglesia, y lo que estamos mostrando con nuestro testimonio y conducta ante el mundo.

En otras palabras:
Cuando el mundo arrastra a un creyente para que participen en su campo de entrenamiento mundano, es justo y verdadero que ellos también participen en nuestro campo de entrenamiento espiritual.
Si esto no sucede así, entienda que usted como miembro del cuerpo de cristo, ha sido engañado y usado por sus planes y al mismo tiempo usted está dando un mal testimonio, porque ciertamente cuando termina el tiempo de entrenamiento mundano, ellos dirán: ese no es ningún cristiano.

La consagración en la iglesia es el ejercicio para la práctica de la santidad, porque por medio de consagración, llegamos a la oración, además por medio de la lectura de la Biblia entramos ante la santidad de Dios.

Dios quiere que vayamos a Él con regularidad y reverencia.
Dios quiere que nos alejemos de toda tentación mundana.
Dios quiere que le seamos fieles y obedientes a él y no al mundo.
Así como comemos regularmente, también debemos leer las Escrituras y oremos regularmente.

Vale la pena repetir el viejo dicho: “La familia que ora unida, permanece unida”, Pero “La familia que honra al mundo y sus placeres, esta será desintegrada”.

En otras palabras: entendemos que Dios quiere que sus hijos crezcan espiritualmente en la gracia y en el conocimiento de Jesucristo, y no del mundo.
2Ped.3:18 En cambio, crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea toda la gloria ahora y para siempre! Amén.

Los Apóstoles Pablo como Pedro dedicaron mucho tiempo a escribir instrucciones para el comportamiento de los esposos.
Ellos saben que el núcleo familiar es el ladrillo que forman la estructura de la sociedad, y que una sana relación entre el esposo y la esposa conforma la argamasa que mantiene unida a la familia.
1Ped.3:1-2 De la misma manera, ustedes esposas, tienen que aceptar la autoridad de sus esposos. Entonces, aun cuando alguno de ellos se niegue a obedecer la Buena Noticia, la vida recta de ustedes les hablará sin palabras. Ellos serán ganados (2) al observar la vida pura y la conducta respetuosa de ustedes.

Nótense los siguientes puntos:
El Apóstol Pedro prosigue con su consideración del tema de la sumisión.
Después de advertir a los lectores que deben ser sumisos para con las autoridades, y de decirles a los esclavos que obedezcan a sus amos, pasa ahora a exhortar a las esposas pare que sean sumisas para con sus maridos.

Pedro agrega la expresión asimismo.
No está diciendo que las mujeres deben compararse con los esclavos.
Más bien, lo que Pedro hace es enumerar categorías de personas:
Primero, los lectores en general (2:13);
1Pe 2:13 Por amor al Señor, respeten a toda autoridad humana, ya sea el rey como jefe de Estado
Segundo a los esclavos (2:18);
1Pe 2:18 Ustedes, los que son esclavos, deben aceptar la autoridad de sus amos con todo respeto.* Hagan lo que ellos les ordenan, no sólo si son bondadosos y razonables, sino también si son crueles.
Tercero, las esposas (3:1);
1Pe 3:1 De la misma manera, ustedes esposas, tienen que aceptar la autoridad de sus esposos. Entonces, aun cuando alguno de ellos se niegue a obedecer la Buena Noticia, la vida recta de ustedes les hablará sin palabras. Ellos serán ganados
Cuarto, los esposos (3:7)
1Pe 3:7 De la misma manera, ustedes maridos, tienen que honrar a sus esposas. Cada uno viva con su esposa y trátela con entendimiento. Ella podrá ser más débil, pero participa por igual del regalo de la nueva vida que Dios les ha dado. Trátala como es debido, para que nada estorbe tus oraciones.
Y finalmente, “todos ustedes” (3:8).
1Pe 3:8 Por último, todos deben ser de un mismo parecer. Compadézcanse unos de otros. Ámense como hermanos y hermanas.* Sean de buen corazón y mantengan una actitud humilde.

Tenga presente que la palabra asimismo es un sinónimo del adverbio también.
Al dirigirse a las mujeres como categoría de personas.
El Apóstol Pedro indica que está hablando en términos generales.
De este modo evita cualquier acusación potencial de ser ofensivo.
En este pasaje (3:1–7) Pedro enumera los deberes de las esposas y de los esposas, y enseña la igualdad de la esposa y del esposo.
En ninguna parte da a entender que las esposas sean inferiores a sus esposos; lo que hace, en cambio, es enfatizar el encargo que cada sexo debe cumplir.
Con todo, tiene más que decirle a la mujer que al hombre, porque se dirige a ella en sus propias circunstancias.

A mediados del primer siglo de nuestra era se esperaba que la mujer profesara la religión del esposo.
Si éste adoptó la fe cristiana, la esposa tenía que hacer lo mismo.
Pero si la mujer se hacía cristiana, su esposo podía considerarla infiel a él y a su religión pagana.
Esto ocasionaba tensión en el hogar.
El apóstol se da cuenta de cuán grande es la dificultad de las mujeres cristianas cuyos esposos se niegan a prestarle atención al evangelio.

La esposa que se ha convertido recientemente y verdaderamente, habla con frecuencia de Jesucristo, y el cambio que Él ha realizado en ella, dado el gozo abundante que hay en su corazón.
Pedro aconseja a las mujeres creyentes que sean sumisas a sus esposos para que por medio de su conducta ejemplar, ellas puedan llevar a sus esposos a Cristo, y también a otros que desean cambiar su vida.

Por eso es muy importante el testimonio que damos ante el mundo.
El Apóstol Pedro enseña que dentro del ámbito del matrimonio, el esposo tiene una autoridad a la cual se espera que la esposa se someta.
El no da indicación alguna de que un cónyuge sea superior al otro.
Sólo da a entender que al someterse a su esposo, la esposa “demuestra su respeto por la ordenación divina de las relaciones humanas”.
Esto quiere decir que ni Pedro ni Pablo formulan reglas para la conducta del esposo y de la esposa; Dios mismo ha establecido las normas matrimoniales.
Gén 3:16 Luego le dijo a la mujer: «Haré más agudo el dolor de tu embarazo, y con dolor darás a luz. Y desearás controlar a tu marido, pero él gobernará sobre ti».*

1Co 11:3 Pero hay algo que quiero que sepan: la cabeza de todo hombre es Cristo, la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios.*

Efe 5:22 Para las esposas, eso significa: sométase cada una a su marido como al Señor,

Col 3:18 Esposas, sujétese cada una a su esposo como corresponde a quienes pertenecen al Señor.

No siempre necesitamos recurrir a las palabras cuando evangelizamos a los que nos rodean.
Porque muchas veces es posible influenciarlos mediante nuestra conducta y testimonio.
Porque de esa manera les estamos mostrando el camino a Cristo.

Satanás a toda hora le está mostrando el camino de la perdición al mundo y a los creyentes débiles que no se alimentan espiritualmente a diario con la palabra de Dios.
Por eso es muy importante saber tomar decisiones.
Ya que estas decisiones pueden afectar nuestro testimonio y conducta delante de Dios.

El Apóstol Pedro le dice a las mujeres cristianas verdaderas, que ellas debían dar testimonio “sin palabras” ante su esposo, la iglesia y el mundo.
Él sabe que algunos esposos y esposas no están persuadidos de la verdad del evangelio, por la conducta de algunos miembros de su familia.

Por eso el Apóstol Pedro dice “al observar él su pura y respetuosa conducta” (v.2), ellos podrán entonces “ser ganados”.

En otras palabras: Cuando ellos vean nuestro compromiso y testimonio verdadero ante Dios y la iglesia, podrán entonces ser ganados para la obra de Dios.
Mientras no demos un puro testimonio, ni una pura conducta aprobada por Dios, nuestro compañero sentimental, jamás podrá ser ganado para Dios, y mucho menos ganaremos almas para la obra de Dios.

Por eso Dios llama a los creyentes verdaderos a que muestre un amor obediente por su iglesia.
Así mismo les dice a la esposa, que tenga una buena conducta ante su esposo incrédulo para que éste pueda ver en ella un retrato del amor de Cristo por la fidelidad en su iglesia.

Además, todo creyente debe ser guiado por la Palabra de Dios, porque así demuestra una total entrega a la iglesia, y esta a su vez enseña una poderosa moral que sea ejemplar para la familia.

Para finalizar
Cuando Dios nos creó, nos dio muchos talentos.
Iglesia, dentro de la estructura de la familia, los esposos deben desarrollar y utilizar los talentos que Dios le ha dado.
Ellos se complementan mutuamente con sus habilidades, destrezas y dones naturales.
Se espera que usen sus talentos para el progreso del Reino de Dios en la familia, en la sociedad y en la iglesia.
De este modo ambos cumplen el mandamiento divino de amar al prójimo como a sí mismos.
En la vida conyugal, se espera que el esposo proporcione liderazgo, que ejerza la autoridad y que obedezca a Dios.
Así mismo Jesús, espera que su esposa, “la Iglesia” también proporcione obediencia, responsabilidad y fidelidad ante su obra, para que cuando llegue el día final, esta no tenga de que avergonzarse.

La esposa debe apoyar a su esposo y ayudarle en su tarea.
Por sus talentos y habilidades, ella es sierva de Dios en el cumplimiento de su encargo de ayuda idónea de su esposo.

Como conclusión observamos, entonces, que dentro de la familia, el esposo y la esposa practican la igualdad como seres humanos, pero que definen y exhiben sus diferencias según las funciones respectivas dada por Dios.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.
Bendiciones a mis hermanos en la fe.

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