BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

jueves, 26 de julio de 2018

PUEDO SER REDIMIDO


RECONOCIENDO MIS PECADOS PUEDO SER REDIMIDO

Marcos 7:6-9 Jesús contestó: —¡Hipócritas! Isaías tenía razón cuando profetizó acerca de ustedes, porque escribió: “Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí. Su adoración es una farsa porque enseñan ideas humanas como si fueran mandatos de Dios”*. »Pues ustedes pasan por alto la ley de Dios y la reemplazan con su propia tradición. Entonces dijo: —Ustedes esquivan hábilmente la ley de Dios para aferrarse a su propia tradición.

Marcos 7:20-23 Y entonces agregó: «Es lo que sale de su interior lo que los contamina. Pues de adentro, del corazón de la persona, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, el robo, el asesinato, el adulterio, la avaricia, la perversidad, el engaño, los deseos sensuales, la envidia, la calumnia, el orgullo y la necedad. Todas esas vilezas provienen de adentro; esas son las que los contaminan».

Primero quisiera definir el pecado.
Hay pecados definidos por Dios y hay pecados definidos por los hombres.
La  palabra  pecado,  significa no hacer lo justo.
Es Decir: Que es el pecado, no sigue correctamente las órdenes de Dios.

Pero veamos el pecado definido por el hombre. 
¿Qué es pecado? Desobedecer las órdenes de Dios.

Dicho de otra manera, medimos nuestros pecados de acuerdo con nuestro conocimiento. 
La medida humana del pecado depende de su procedencia social, estado mental, circunstancias y conciencia.
Esto es juzgado por cada individuo.
Entonces la acción misma puede ser considerada o no como un pecado dependiendo del  estándar de cada persona.

Por eso Dios nos ha dado 613 artículos de la Ley para ser usados como un estándar para el juicio.
Por eso no debemos establecer nuestro estándar sobre nuestra conciencia.

El pecado de nuestra conciencia no está de acuerdo con lo que Dios ha definido como pecado.
Por eso no debemos escuchar a nuestra conciencia, más bien  debemos  basar  nuestras  acciones  en el mandamiento de Dios.

Cada uno de nosotros tiene una idea propia de qué es el pecado. 
Algunos lo consideran como defectos y otros lo consideran como actitudes deformadas.

Pero la palabra de Dios, nos dice que el pecado es desobedecer las órdenes de Dios. 
Marcos 7:8-9 »Pues ustedes pasan por alto la ley de Dios y la reemplazan con su propia tradición. Entonces dijo: —Ustedes esquivan hábilmente la ley de Dios para aferrarse a su propia tradición.

A Dios no le importa cómo la gente ve el mundo exterior.
Él ve el fondo de nuestro corazón.
El criterio propio es un pecado ante Dios.

Pero nos preguntamos: ¿Cuál es el pecado más serio?
El no hacer caso de las palabras de Dios.
Esto  significa  fracasar  viviendo  por  su  voluntad.
Esto  no  es  confiar  en  Sus  Palabras.

Dios dijo que esto es el pecado de vivir como los fariseos que rechazaron el mandamiento de Dios y pusieron más importancia en su lectura tradicional.
Y Jesús considera a los fariseos como unos hipócritas. 

Entonces yo pregunto:
¿En  qué  Dios  crees? 
¿Realmente  respetas a Dios?
¿Ostentas su nombre pero de veras lo honras?

La gente sólo ve  la apariencia exterior y no hace caso de las palabras de Dios.
Esto es un pecado ante Él.

El pecado más serio es no hacer caso de Sus palabras.
¿Se dan cuenta de esto?
Esto es el pecado de todos los pecados. 

Nuestras debilidades son sólo defectos, meras transgresiones.  
Los errores y las culpas que cometemos por nuestra imperfección no son pecados  fundamentales sino son defectos. 

Dios distingue entre pecado y defecto.
Entonces los que no hacen caso de Sus Palabras son pecadores aunque ellos no tengan defectos. Ellos son grandes pecadores ante Dios.
Por eso Jesús reprendió a los fariseos.

En el Pentateuco, de Génesis a Deuteronomio, están los mandamientos que nos indican qué tenemos que hacer o no.
Estas son las palabras de Dios, Sus mandamientos.

No podemos seguirlos al 100%, o no somos capaces de cumplir todos,  pero ante  todo  debemos    reconocerlos como Sus mandamientos.
Él nos los dio desde el principio y debemos aceptarlos como tal. 

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra“.
Después Él dijo “Sea la luz; y fue la luz“.
Él creó todo. Y Él estableció la Ley. 

¿Pero cómo se manifiesta Dios ante nosotros?
Él se nos manifiesta a través de Sus mandamientos.
Dios se da a conocer mediante Sus mandamientos.
Dios es el Espíritu.

Y  ¿cómo denominamos la Biblia?
La llamamos la Palabra de Dios.

Se dice “Dejando  el  mandamiento  de  Dios,  os aferráis  a  la  tradición  de  los  hombres“. 
Pero como estos no son las palabras de un ser humano, debemos pensarlos de manera repetida.
Debemos obedecer a Dios en todo.

Son muchos los creyentes que critican la palabra de Dios.
Entonces nos preguntamos: ¿Hay alguna palabra de Dios que no es justa?

Para los fariseos modernos de hoy en día, la palabra de Dios no es justa.
Porque atenta contra sus tradiciones mundanas y su intereses personales.
Pero si pretenden estos fariseos modernos, obtener bendiciones de parte de Dios, sin someterse a su palabra.

Si recordamos y escudriñamos la Santa Escritura, podemos ver que los fariseos dejaron a un lado los mandamientos de Dios.
Ellos pusieron la tradición de los hombres por encima de los mandamientos de Dios.
Y es exactamente lo que está ocurriendo en este tiempo.

Las palabras de sus líderes y consejeros mundanos tuvieron más importancia que las palabras de Dios. 

La situación era así cuando Jesús nació.
Jesús se enfadó cuando la gente no hizo caso de las palabras de Dios. 

Dios nos ha dado 613  artículos de la Ley para enseñarnos que Él es la Verdad, Él es nuestro Dios, cuáles son nuestros pecados ante Él y para mostrarnos  Su  Santidad. 

Entonces,  porque  todos nosotros somos pecadores ante Él, debemos confiar en Jesús quien  fue enviado a nosotros por Dios debido a Su amor para con nosotros y debemos vivir confiados.

Los que dejan a un lado sus palabras y los que no confían son pecadores. 
Los que no son capaces de cumplir Sus  palabras son  pecadores también.
Pero es un pecado más grave dejar a un lado Sus palabras.
Ellos son los que van a entrar directamente en el infierno. 

Tenga muy presente que el No confiar en Él es un pecado ante Él. 
Y ¿Cómo sé que no confió en Dios?
Los que no confían en Dios, son los que no hacen su voluntad.
Son los que no le son fieles y obedientes.
Son los que ponen la consejería del mundo primero que la palabra de Dios.

Por eso es muy importante saber exactamente cuáles son nuestros pecados

Como todos somos descendientes de Adán, tenemos codicia en nuestro corazón.
Pero, ¿qué nos dice Dios? Él nos dice que no cometamos adulterio.

Podemos matar en nuestro corazón, pero ¿qué nos dice Dios?  Él nos prohíbe matar.
Todos nosotros desafiamos a nuestros padres en nuestro corazón, pero ¿qué nos dice Dios?
Él nos dice que  debemos  honrar a nuestros padres. 

Debemos darnos cuenta de que todas Sus Palabras son correctas y buenas y que todos nosotros tenemos pecados en nuestro corazón.

Entonces nos preguntamos: ¿Soy justo o no?  y ¿qué debemos hacer ante Dios? 

Primero que todo:
Debemos admitir que somos masas de pecado.
Que somos pecadores sin esperanza. 
Seguramente algunos no están de acuerdo con esta verdad.

No es justo pensar en que fuimos justos ayer porque hicimos una buena acción y hoy somos  pecadores porque  cometemos pecados.

Hagamos lo que hagamos, somos pecadores.
Esta es la razón por la cual debemos ser redimidos a través del bautismo de Jesús.
 
No somos pecadores debido a nuestras acciones: cometer adulterio, homicidio, robos, etc.
Sino que somos pecadores porque nacemos pecadores.
Nacimos  con  12  tipos  de  pecados. 
Como  somos pecadores nacidos a los ojos de Dios, no podemos ser buenos por nosotros mismos. 
Nacimos con el espíritu lleno de pecados tales como  homicidio, robos,  etc.

Entonces,  ¿cómo podemos  ser  justos? 
No podemos ser justos ante Dios por nosotros mismos. 
Si reclamamos que somos justos, esto es hipocresía. 
Jesús llamó a los fariseos y escribas «escribas y fariseos hipócritas».

Todos los seres humanos nacen pecadores.  
Ellos cometen pecados ante Dios durante toda su vida.

Si alguna persona reclama que ella nunca ha peleado, ni golpeado a nadie, ni ha robado ni siquiera un fideo de alguna persona en toda su vida, está mintiendo porque los seres humanos nacen pecadores.
Esa persona que dice tal cosa, es mentirosa, pecadora e hipócrita.
Así es cómo Dios lo ve, y así será juzgado.

Ustedes han nacidos pecadores.
Aunque usted no cometa ninguna acción de pecado, va a ir al infierno.
Aunque  usted  generalmente  cumpla la Ley y la mayoría de los mandamientos, continúa siendo pecador destinado a ir al infierno.

Entonces,  ¿qué debemos hacer ante tal destino?
Debemos pedir Su compasión y depender de Él aceptando su voluntad en obediencia y fidelidad, solo así cristo entrara en nosotros para ser salvados de nuestros pecados.

Si Él no nos salva, iremos al infierno.
Ese será  el destino de los que desobedecen su palabra.

Pero los que aceptan su Palabra y la obedecen sin excusas, ellos serán redimidos.
Porque los que aceptan Su Palabra en obediencia y fidelidad, son justos aunque antes ellos fueran pecadores, pues ya no lo son porque cristo esta en ellos.
Y hacen la voluntad del Padre.

Porque ellos saben que dejar a un lado la palabra de Dios, es un pecado. 
En otras palabras: Ellos son los verdaderos nacidos de nuevo.
Porque sienten temor de la palabra de Dios y la obedecen.
Solo así reciben Su gracia y son los más benditos.
Santiago 1:19-27 leer.

Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.
Que Dios les bendiga.

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