BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

sábado, 7 de septiembre de 2019

CAMINANDO AL LLAMADO DE DIOS


CAMINANDO AL LLAMADO DE DIOS


Mateo 5:38-42 »Han oído la ley que dice que el castigo debe ser acorde a la gravedad del daño: “Ojo por ojo, y diente por diente”*. Pero yo digo: no resistas a la persona mala. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, ofrécele también la otra mejilla. Si te demandan ante el tribunal y te quitan la camisa, dales también tu abrigo. Si un soldado te exige que lleves su equipo por un kilómetro,* llévalo dos. Dale a los que te pidan y no des la espalda a quienes te pidan prestado.
En toda la historia de la humanidad, los seres humanos tienen dos formas de vivir:
Una con Dios, y la otra sin Dios.
Una con normas conforme al Reino de Dios, y otra conforme al estilo del mundo.

Y es triste que la mayoría haya escogido vivir en el mundo.
Personas que se mezclan con el mundo y traman maquinaciones para dañar a los hijos de Dios.

Esto se ve determinado por el egoísmo, que enseña que debemos dar lo que cada quien merece.
“Ojo por ojo diente por diente”

Pero al vivir las normas que son del reino de Dios, es vivir bajo un acto de fe y es una decisión radical.
Jesús les habló a los judíos que estaban bajo el dominio del imperio Romano, y en esa época si un soldado le ordenaba a un judío que le llevara su equipaje bélico tenía que hacerlo.

Pero ahora Jesús, de quien esperaban que les quitara ese yugo de encima, les dice que coloquen la otra mejilla derecha si alguien les pega en la mejilla izquierda y que si les quitan la túnica entregues también la capa, y remata, que también caminen con la carga dos millas aún si le obligaran a cargar una.

Esto solo se puede cumplir cuando vivimos bajo las normas establecidas por Dios, pues en el reino de Dios hay que hacer más de lo que se pide.

Sabemos que no es fácil caminar la milla extra, implica sujeción, humildad, obediencia, fidelidad, pero es necesario hacerlo si queremos bendición, pues la bendición que esperamos está en la milla extra, no en la primera.

Hermano ¿Estamos dispuestos para llevar a cabo la segunda milla?
La Biblia nos muestra muchos ejemplos de que las grandes cosas fueron logradas en la milla extra.

Jesús de Nazaret, nuestro máximo ejemplo, dio más allá de sus propias fuerzas, se entregó a sí mismo para darnos lo mejor de él, su propia vida.

Así pues, también él espera que demos lo mejor de nosotros motivados por el amor, para que aquellos que no han conocido a Jesucristo vean en nosotros que él vive por medio de nuestros actos.

El mundo siempre va a intentar dañarte, y buscara la maquinación para hacerlo.
En esa maquinación, el perverso o la perversa se mezclaran con los falsos cristianos, para que el plan de satanás se ejecute.
Pero los que andamos en la verdad, no tenemos necesidad de Moner un dedo, ya que Dios en su palabra nos dice que la venganza es suya.

Por eso es muy importante escuchar a Dios, cuando nos habla en nuestro corazón.

Porque Dios hace un llamado, por medio de su hijo Jesús.

Mateo 4:19-22 Jesús los llamó: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!». Y enseguida dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante por la orilla, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, sentados en una barca junto a su padre, Zebedeo, reparando las redes. También los llamó para que lo siguieran. Ellos, dejando atrás la barca y a su padre, lo siguieron de inmediato.
Muchas veces pensamos que el llamado sólo es para evangelistas, pastores o maestros.
Pero todos estamos obligados a atender el llamado del Señor.
En otras palabras: Todos estamos obligados al servicio del Señor.

Dios siempre llama a gente que está ocupada.
Por ejemplo a Abraham le dice:
Génesis 12:1-3 El SEÑOR le había dicho a Abram: «Deja tu patria y a tus parientes y a la familia de tu padre, y vete a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una gran nación; te bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición para otros. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te traten con desprecio. Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti».

Abraham vivía en Ur de Caldea que era una ciudad gigantesca y la familia era una de las más prósperas en esa época y Dios le dice que deje todo.

Abraham escucho la voz de Dios y obedeció sin reproche.
No le importo su comodidad, él simplemente partió tal como Dios se lo ordenó.
Y en su trayecto llegó a Canaán y allí fue muy bendecido porque obedeció con fidelidad al llamado.

Otro ejemplo es Moisés quien fue salvado de las aguas y llevado al palacio donde aprendió toda la instrucción de monarcas para luego aplicarla.

Vemos que Moisés estaba apacentando las ovejas de su suegro cuando Dios se le aparece en la zarza ardiente y Dios lo llamó para que sirviera de instrumento para redimir al pueblo de la esclavitud de Egipto y constituir la ley (Éxodo 3:1-3)

Éxodo 3:1-6 Cierto día Moisés se encontraba apacentando el rebaño de su suegro, Jetro,* quien era sacerdote de Madián. Llevó el rebaño al corazón del desierto y llegó al Sinaí,* el monte de Dios. Allí el ángel del SEÑOR se le apareció en un fuego ardiente, en medio de una zarza. Moisés se quedo mirando lleno de asombro porque aunque la zarza estaba envuelta en llamas, no se consumía. «Esto es increíble —se dijo a sí mismo—. ¿Por qué esa zarza no se consume? Tengo que ir a verla de cerca». Cuando el SEÑOR vio que Moisés se acercaba para observar mejor, Dios lo llamó desde el medio de la zarza: —¡Moisés! ¡Moisés! —Aquí estoy —respondió él. —No te acerques más —le advirtió el SEÑOR—. Quítate las sandalias, porque estás pisando tierra santa. Yo soy el Dios de tu padre,* el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Cuando Moisés oyó esto, se cubrió el rostro porque tenía miedo de mirar a Dios.

Otro personaje bíblico es Gedeón.
La Biblia nos cuenta que a Gedeón vino el ángel del Señor cuando estaba trillando trigo para protegerlo de los madianitas y le dijo: “Jehová está contigo, varón esforzado y valiente” y allí le encomendó la tarea de salvar a Israel de la mano de los madianitas.
Jueces 6:11-24 Después el ángel del SEÑOR vino y se sentó debajo del gran árbol de Ofra que pertenecía a Joás, del clan de Abiezer. Gedeón, hijo de Joás, estaba trillando trigo en el fondo de un lagar para esconder el grano de los madianitas. Entonces el ángel del SEÑOR se le apareció y le dijo: —¡Guerrero valiente, el SEÑOR está contigo! —Señor —respondió Gedeón—, si el SEÑOR está con nosotros, ¿por qué nos sucede todo esto? ¿Y dónde están todos los milagros que nos contaron nuestros antepasados? ¿Acaso no dijeron: “El SEÑOR nos sacó de Egipto”? Pero ahora el SEÑOR nos ha abandonado y nos entregó en manos de los madianitas. Entonces el SEÑOR lo miró y le dijo: —Ve tú con la fuerza que tienes y rescata a Israel de los madianitas. ¡Yo soy quien te envía! —Pero, SEÑOR —respondió Gedeón—, ¿cómo podré yo rescatar a Israel? ¡Mi clan es el más débil de toda la tribu de Manasés, y yo soy el de menor importancia en mi familia! El SEÑOR le dijo: —Yo estaré contigo, y destruirás a los madianitas como si estuvieras luchando contra un solo hombre. —Si de verdad cuento con tu favor —respondió Gedeón—, muéstrame una señal para asegurarme de que es realmente el SEÑOR quien habla conmigo. No te vayas hasta que te traiga mi ofrenda. Él respondió: —Aquí me quedaré hasta que regreses. Entonces Gedeón fue de prisa a su casa. Asó un cabrito y horneó pan sin levadura con una medida* de harina. Luego llevó la carne en una canasta y el caldo en una olla. Puso todo delante del ángel, quien estaba bajo el gran árbol. Así que el ángel de Dios le dijo: «Pon la carne y el pan sin levadura sobre esta piedra y derrama el caldo sobre ellos». Y Gedeón hizo lo que se le indicó. Entonces el ángel del SEÑOR tocó la carne y el pan con la punta de la vara que tenía en la mano, y de la piedra salió fuego que consumió todo lo que Gedeón había llevado. Y el ángel del SEÑOR desapareció. Cuando Gedeón se dio cuenta de que era el ángel del SEÑOR, clamó: —¡Oh Soberano SEÑOR, estoy condenado! ¡He visto cara a cara al ángel del SEÑOR! —No te preocupes —le contestó el SEÑOR—. No tengas miedo; no morirás. Entonces Gedeón construyó un altar al SEÑOR en ese lugar y lo llamó Yahveh-shalom (que significa «el SEÑOR es paz»). Ese altar sigue en Ofra, en la tierra del clan de Abiezer, hasta el día de hoy.
También vemos al pequeño y buen siervo David, quien estaba cuidando el rebaño cuando el profeta Samuel lo ungió por mandato de Dios para ser rey de Israel.

Así mismo Eliseo estaba arando un campo con un par de bueyes y el profeta Elías arroja su manto sobre él como una invitación a seguirle, Eliseo inmediatamente obedece, quema su arado, cocina los bueyes y se los da a sus amigos para comer.
Eliseo no tomó tiempo para pensarlo, Él de inmediato dijo sí al llamado de Dios a través de Elías.

Iglesia, terminare con esto.
Dios llama a gente ocupada y el costo de seguirlo es grande.
Pero el de no seguirlo nos puede pesar aún más.

Para seguir al Señor tenemos que salir de nuestra zona de confort.
Dios no llama jamás al perverso.
Porque al perverso le tiene ya su castigo.

Dios llama a los justos y nobles de corazón para que le sirvamos.
Cuando obedecemos sin excusas y sin dudar, entonces veremos que la recompensa será gloriosa.
Iglesia, seamos fieles a su llamado en todo.
Póngalo a prueba.

Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.
Que Dios te bendiga.

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