BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

martes, 25 de marzo de 2014

EL PODER DE LO ALTO

EL PODER DE LO ALTO

Mensaje del domingo 23 de Marzo de 2014, en la iglesia Cristiana Palabra y amor.

Predicado por el pastor y Administrador, Rogers Infante. Para la gloria de Dios.

 

Gracia y paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, el cordero inmolado que en el día de hoy se encuentra sentado a la diestra de su Padre.

Y que al sonar la séptima trompeta el vendrá a juzgar a este mundo

La palabra de Dios nos dice que los discípulos se habían convertido a Cristo, y su fe había sido confirmada por su resurrección.

Ahora debemos tener muy claro que la conversión a Cristo no se debe confundir con la gran obra de la conversión del mundo.

Ya que la conversión del alma tiene que ver directamente y personalmente con Cristo.

Todo esto lo habían hecho claramente sus discípulos, pero aún no había recibido ninguna comisión definitiva, y ninguna investidura del PODER DE LO ALTO para cumplir la comisión, ya que Jesús no había partido.

 

Pero cuando Cristo había confirmado la fe de ellos, les dio la gran comisión para ganar todas las naciones para Él.

 

El Hijo de Dios les advirtió que permanecieran en Jerusalén hasta que fueran investidos con poder desde lo alto, el cual dijo que recibirían dentro de poco.

 

Ahora obsérvese lo que hicieron.

Unánime se reunieron los hombres y las mujeres para orar.

Todos aceptaron la comisión, y sin duda, entendieron la naturaleza de la comisión, y la necesidad de una investidura espiritual la cual Cristo había prometido.

Mientras continuaban día tras día en oración y consulta, sin duda, vieron más y más las dificultades que tendrían, y sentirían más y más la ineficacia para la tarea.

 

Juan 14:15-18 »Si me aman, obedezcan* mis mandamientos. (16) Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Abogado Defensor,* quien estará con ustedes para siempre. (17) Me refiero al Espíritu Santo, quien guía a toda la verdad. El mundo no puede recibirlo porque no lo busca ni lo reconoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque ahora él vive con ustedes y después estará en ustedes.* (18) No los abandonaré como a huérfanos; vendré a ustedes.

Una vez que el hijo de Dios, Jesucristo, anunciara su partida al Cielo provoco en el corazón de los discípulos gran tristeza y temor.
Posiblemente ellos se preguntaron:
·                    ¿Cómo enfrentar un mundo en tinieblas y bajo el dominio de Satanás?
·                    ¿Cómo enfrentar el reto mundial de evangelización?
·                    ¿Cómo enfrentar nuestras propias debilidades?
·                    ¿Cómo suplir tantas necesidades existentes en el mundo?
·                    ¿Quién nos consolara?

Ante todas estas cosas Jesús les exhorto a no turbarse en su corazón y además les dio la promesa del Espíritu Santo.

Examinemos aquellas verdades que son vitales entender en relación al Espíritu Santo:
Nosotros, como cristianos, tenemos la misma comisión que cumplir.
Así como los Apóstoles la necesitaron, nosotros también necesitamos una investidura de poder desde lo alto.
Esto implica que debemos esperar en Dios hasta que la recibamos.

Nosotros tenemos la misma promesa que ellos tuvieron.
Es decir que debemos tomar sustancialmente y en espíritu, el mismo rumbo que ellos tomaron.
Ellos eran cristianos verdaderos, y tenían la medida del Espíritu para dirigirlos en oración y consagración, Nosotros también tenemos esa medida.
Todo cristiano posee una medida suficiente del Espíritu Santo (el Poder de Alto) para dirigirnos a la verdadera consagración e inspirarnos con la fe que es esencial para nuestra prevalencia en oración.

Entonces no la aflijamos o resistamos, sino aceptemos la comisión, plenamente.
Consagrémonos con todo lo que tenemos, para la salvación de las almas como nuestra mayor obra de vida.

Vayamos al altar con todo lo que tenemos y persistamos en oración hasta que recibamos la investidura.

Ahora, obsérvese que la conversión a Cristo no debe confundirse con la aceptación de su comisión para convertir al mundo.
Lo primero es una transacción personal entre el alma y Cristo relacionada a su propia salvación.
Lo segundo es la aceptación del alma del Servicio en el que Cristo propone emplearla.

A quien se le da la comisión, también se le da la orden y la promesa.
Si la comisión es aceptada con gusto,
Si creemos en la promesa, Y si la orden de esperar en el Señor hasta que nuestra fuerza sea renovada es cumplida.
Entonces recibiremos la investidura.

Luego de oír y creer la verdad, el Espíritu Santo viene a morar en cada uno de nosotros, él entra en nuestro corazón para establecer el sello que garantiza nuestra pertenencia a Dios.
Efesios 1:13-14 Y ahora ustedes, los gentiles,* también han oído la verdad, la Buena Noticia de que Dios los salva. Además, cuando creyeron en Cristo, Dios los identificó como suyos* al darles el Espíritu Santo, el cual había prometido tiempo atrás. (14) El Espíritu es la garantía que tenemos de parte de Dios de que nos dará la herencia que nos prometió y de que nos ha comprado para que seamos su pueblo. Dios hizo todo esto para que nosotros le diéramos gloria y alabanza.

El Espíritu de Dios da testimonio a nuestro espíritu de que somos Hijos de Dios.
Romanos 8:16 Pues su Espíritu se une a nuestro espíritu para confirmar que somos hijos de Dios.


Tenemos que cuidar la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas.
Primeramente porque si fallamos Él se entristece. (Efesios 4:30)
Efe 4:30 No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Recuerden que él los identificó como suyos,* y así les ha garantizado que serán salvos el día de la redención.

Ahora nos preguntamos ¿Qué cosas lo entristece o lo contristan?
Juan 14:26-29 Pero, cuando el Padre envíe al Abogado Defensor como mi representante —es decir, al Espíritu Santo—, él les enseñará todo y les recordará cada cosa que les he dicho. (27) »Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo. (28) Recuerden lo que les dije: me voy, pero volveré a ustedes. Si de veras me amaran, se alegrarían de que voy al Padre, quien es más importante que yo. (29) Les he dicho estas cosas antes de que sucedan para que, cuando sucedan, ustedes crean.
Juan 14:31 pero haré lo que el Padre me manda, para que el mundo sepa que amo al Padre. Vamos, salgamos de aquí.

El Espíritu Santo no se va de nosotros, es nuestra actitud lo que lo puede apagar.
1Ts 5:16-24 Estén siempre alegres. (17) Nunca dejen de orar. (18) Sean agradecidos en toda circunstancia, pues ésta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús. (19) No apaguen al Espíritu Santo. (20) No se burlen de las profecías, (21) sino pongan a prueba todo lo que se dice. Retengan lo que es bueno. (22) Aléjense de toda clase de mal. (23) Ahora, que el Dios de paz los haga santos en todos los aspectos, y que todo su espíritu, alma y cuerpo se mantenga sin culpa hasta que nuestro Señor Jesucristo vuelva. (24) Dios hará que esto suceda, porque aquél que los llama es fiel.

Dicho esto, nos volvemos a preguntar
¿Qué cosas avivan el fuego del Espíritu Santo?  Lo aviva la verdad.
Juan 14:17 Me refiero al Espíritu Santo, quien guía a toda la verdad. El mundo no puede recibirlo porque no lo busca ni lo reconoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque ahora él vive con ustedes y después estará en ustedes.

La forma  negativa de creer lo que Dios puede hacer en tu vida, hace que el Espíritu Santo se aleje. Sal 51:10-13 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu fiel dentro de mí. (11) No me expulses de tu presencia y no me quites tu Espíritu Santo.* (12) Restaura en mí la alegría de tu salvación y haz que esté dispuesto a obedecerte. (13) Entonces enseñaré a los rebeldes tus caminos, y ellos se volverán a ti.

Ahora miremos y analicemos la obra del ESPÍRITU SANTO

Juan 16:5-15 »Pero ahora voy a aquel que me envió, y ninguno de ustedes me pregunta adónde voy. (6) En cambio, se entristecen por lo que les he dicho. (7Pero, en realidad, es mejor para ustedes que me vaya porque, si no me fuera, el Abogado Defensor* no vendría. En cambio, si me voy, entonces se lo enviaré a ustedes. (8) Y, cuando él venga, convencerá al mundo de pecado y de la justicia de Dios y del juicio que viene. (9) El pecado del mundo consiste en que el mundo se niega a creer en mí. (10( La justicia está disponible, porque voy al Padre, y ustedes no me verán más. (11( El juicio vendrá, porque quien gobierna este mundo ya ha sido juzgado. (12) »Me queda aún mucho más que quisiera decirles, pero en este momento no pueden soportarlo. (13) Cuando venga el Espíritu de verdad, él los guiará a toda la verdad. Él no hablará por su propia cuenta, sino que les dirá lo que él ha oído y les contará lo que sucederá en el futuro. (14) Me glorificará porque les contará todo lo que reciba de mí. (15) Todo lo que pertenece al Padre es mío; por eso dije: “El Espíritu les dirá todo lo que reciba de mí”.

Nunca debemos pasar por alto, que el Espíritu Santo se entristece, se apaga y se aleja, pero también fluye con libertad en nuestra vida cuando lo amamos, obedecemos y respetamos.

Es importante que todos los cristianos entendamos que esta comisión para convertir al mundo es dada individualmente por Cristo.

Así como los Apóstoles, nosotros también tenemos la gran responsabilidad de ganar para Cristo tantas almas como sea posible.
Éste es el gran privilegio y deber de todos los discípulos de Cristo, ya que el Espíritu Santo garantiza la presencia de Dios en nuestras vidas.
1Jn.3:24 Los que obedecen los mandamientos de Dios permanecen en comunión con él, y él permanece en comunión con ellos. Y sabemos que él vive en nosotros, porque el Espíritu que nos dio vive en nosotros.

Cristo dijo: "El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva"

La gran carencia de la Iglesia hoy es:
Primero, la convicción para darse cuenta de que esta comisión para convertir al mundo es dada a cada uno de los discípulos de Cristo como su obra de vida.
Juan 7:37-39 El último día del festival, el más importante, Jesús se puso de pie y gritó a la multitud: «¡Todo el que tenga sed puede venir a mí! (38) ¡Todo el que crea en mí puede venir y beber! Pues las Escrituras declaran: “De su corazón, brotarán ríos de agua viva”»*. (39) (Con la expresión «agua viva», se refería al Espíritu, el cual se le daría a todo el que creyera en él. Pero el Espíritu aún no había sido dado,* porque Jesús todavía no había entrado en su gloria).


La segunda gran carencia es darse cuenta de la convicción de la necesidad de esta investidura de poder en cada alma.

Debemos entender que todos somos llamados a predicar el evangelio, que toda la vida entera de cada cristiano es ser una proclamación de la buenas nuevas.

Es asombroso y triste presenciar que muchas son las Iglesias que han perdido la mira de la necesidad de esta investidura del poder de lo alto.
Muchas iglesias se hacen llamar espiritual, pero qué poco se dan cuenta de esta dependencia.

Muchos son los cristianos, e incluso ministros, que van a la obra sin el Espíritu que los guie.
Lamento verme obligado a decir que hay muchas familias, que aparentan tener al espíritu santo pero que en realidad no la poseen.
¡Qué el Señor tenga misericordia de nosotros!
Este hecho ilustra la debilidad alarmante que prevalece en cada rama de la Iglesia, tanto en laicos como ministros.
¿Acaso no somos débiles?

El hecho es que hay algo tristemente defectivo en la educación de la Iglesia.
El ministerio se torna débil, porque la Iglesia es débil.

La misión del Espíritu Santo en la tierra es reafirmar lo que Jesús, el Hijo de Dios, vino hacer lo cual es, darnos a conocer a su Padre celestial y caminar en obediencia.
Toda aquello que no glorifica a Jesús sino que exalta al hombre no es respaldado por Dios.

Hechos 1:8 Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes. Y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.

Finalmente podemos decir que como cristianos es de vital urgencia mantener una única y por siempre amistad, con El Espíritu Santo de Dios.

Esta amistad tiene apertura cuando le damos nuestra vida a Cristo Jesús.
Hoy te invito, a disfruta de la permanente presencia y de la obra maravillosa del Espíritu Santo.
Si una vez, recibiste a Jesús y caíste, hoy te invito a que reafirmes tu compromiso con Dios, por medio de su Poder de lo alto.

Tú puedes hoy recibir la presencia del Espíritu Santo, ese maravilloso Poder de lo Alto, si permites que Jesús entre en tu corazón por única y última vez, y para siempre.
Lucas 24:49 »Y ahora enviaré al Espíritu Santo, tal como prometió mi Padre. Pero quédense aquí en la ciudad hasta que el Espíritu Santo venga y los llene con poder del cielo».
Y si usted ya recibió ese maravilloso Poder de lo Alto y camina bajo obediencia,
Hoy te digo con toda seguridad, que usted puede hacer grandes cosas en tu vida y en tu entorno.

El tener al Espíritu Santo de Dios, en nuestra vida, nos permite caminar en obediencia, porque cristo murió por nosotros y nosotros le hemos abierto nuestro corazón, para que él nos guie a la presencia del Padre.

Gracia y Paz
Pastor y administrador, Rogers Infante.
Bendiciones a mis hermanos en la fe.
Amen.

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