BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

viernes, 8 de enero de 2016

EN EL 2016, ESPERANZA O DESESPERANZA


EN EL 2016, ESPERANZA O DESESPERANZA
Gracia y Paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, el Cordero inmolado que hoy se encuentra sentado a la diestra del Todopoderoso.
Y que al sonar de la séptima trompeta vendrá a Juzgar a este mundo y toda su mentira.

Una de las muchas cosas que le sucede a un gran número de creyentes es que pierden la esperanza en Dios.
Esto es algo que sucede porque a través de nuestra vida suceden o surgen situaciones que en ocasiones nos hacen sentir desanimados e incluso derrotados.
Son muchas las personas que sienten como que Dios los ha abandonado.
Este supuesto abandono ocasiona las causas donde las personas comienzan a buscar la solución o las respuestas a sus problemas e inquietudes en lugares indebidos.

En otras palabras, Al sentirnos como que Dios nos ha abandonado buscamos, y en muchas ocasiones depositamos nuestra esperanza en prácticas y rituales que solo sirven para establecer o edificar una barrera entre nosotros y Dios.

Es por esa razón que en el día de hoy deseo que examinemos la palabra de Dios, lo cual nos revelara lo que tenemos que hacer para evitar que esto suceda en nuestra vida, ya que la realidad del caso es que Dios no abandona al creyente, sino que el creyente es quien abandona a Dios con sus actitudes y hechos.

La pregunta es: ¿Quién no ha perdido alguna vez la esperanza?
Por desgracia estamos viviendo una época en la que es fácil perder la esperanza.
La crisis económica, la crisis financiera y los anhelos de nuestro corazón nos están golpeando sin misericordia alguna, y a veces por muy fuertes que nos sintamos cristianos, la desesperanza se adueña de nosotros.
Existen otros factores que influyen también como la enfermedad que nos ataca y le pedimos a Dios salud y su aparente silencio muchas veces nos sumerge en la desesperanza.

Pero a pesar de todo ello cuando entendemos lo que la desesperanza significa reconocemos que no hay causa justificada para la presencia de ella en la vida cristiana.

Desesperanza significa literalmente estar sin salida; estar completamente perdido y sin recursos.
En otras palabras: Se refiere a estar en un estado mental donde la persona pierde la fe, ya que esta cree que no hay esperanza alguna para su situación.

Los que están desesperanzados en última instancia significa que han perdido la fe, la cual sabemos que es esencial para la vida cristiana.

Los que han caído en desesperanza ponen su mirada en los recursos del mundo, en lugar de confiar en la capacidad de Dios.

A pesar de las terribles consecuencias que ocasiona la desesperanza, esta no es algo desconocida para los cristianos.
La desesperanza no te deja ver la bendición que Dios tiene preparada para tu vida.
Muchas son las personas que mantienen una relación negativa, y esta relación negativa evita que podamos ser o recibir lo que Dios ya nos ha dado por herencia.

Por eso es importante, mantener una actitud positiva.
Cuando usted mantiene una actitud positiva en su vida, esta reactiva todos nuestros órganos, para que estos cumplan la función que Dios le ha otorgado a cada uno.
En otras palabras, estamos sacando de nuestro cuerpo, todo lo negativo y damos paso a lo positivo, lo cual viene con la esperanza y la fe que hemos depositado en Jesús, el Hijo de Dios.

Esta es la razón por la que Cristo nos insta a todos a “orar siempre, y no desmayar”.

El profeta Habacuc también confesó ser sensible a la desesperanza:
Habacuc 1:2 ¿Hasta cuándo debo pedir ayuda, oh SEÑOR? ¡Pero tú no escuchas! «¡Hay violencia por todas partes!», clamo, pero tú no vienes a salvar. (3) ¿Tendré siempre que ver estas maldades? ¿Por qué debo mirar tanta miseria? Dondequiera que mire, veo destrucción y violencia. Estoy rodeado de gente que le encanta discutir y pelear. (4) La ley se ha estancado y no hay justicia en los tribunales. Los perversos suman más que los justos, de manera que la justicia se ha corrompido.

En estos versículos se dice del profeta que incluso “suplicaba a Dios”.
¡Habacuc deseaba literalmente pegar gritos!
Él había estado durante mucho tiempo protestando por las injusticias que veía a su alrededor y nada hacía parecer que Dios las tuviera en cuenta.

Es más el versículo que hemos leído parece incluso deducirse que ni siquiera el gritar a Dios valía para algo. En otras palabras podemos decir que la Desesperanza se había apoderado de él.

Al igual que este desconcertado profeta nosotros también forcejeamos con problemas.
Oramos a Dios insistentemente pidiéndole ayuda pero solo obtenemos silencio sin entender que a veces también el silencio es una respuesta de Dios y caemos en la desesperanza.

Pero tenga usted muy en cuenta que este sentimiento es muy peligroso y traicionero, porque sin darnos cuenta la desesperanza destruye varias cosas en nuestra vida y nos da una visión negativa de la soberanía de Dios.

Dicho todo esto, entonces ¿QUE PROVOCA LA DESESPERANZA?
1) PRIMERAMENTE DESTRUYE NUESTRA FE EN DIOS.
Habacuc se dirigió a Dios como “Jehová”, Señor, literalmente le dijo que Él era “el Dios de Pactos con Israel” y por tanto se esperaba de Él que sustentará y protegiera a aquellos con quien Él había firmado el pacto.

Habacuc estaba INSINUANDO que Dios estaba descuidando a Su pueblo, ya que no estaba cumpliendo el pacto que habían establecido, Es decir que el cuidado prometido estaba faltando.

La acusación de Habacuc suena casi blasfema.
Pero antes de juzgarle debemos pensar como reaccionamos nosotros cuando estamos en circunstancias difíciles.

Escuche esto porque es muy importante y fundamental para nuestra vida.
Nuestra fe puede que sea lo primero que muere cuando la desesperanza nos ataca.
Cuando nos vemos rodeados de problemas, y nuestro tiempo es limitado, tendemos a olvidar las promesas y el poder de Dios y nos parecemos al salmista diciendo:
Salmo 22: 1-2 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos cuando gimo por ayuda? (2) Cada día clamo a ti, mi Dios, pero no respondes; cada noche oyes mi voz, pero no encuentro alivio. 

Habacuc estaba cerca de esta misma derrota cuando grito las palabras que hemos leído en 1:2-4.
Al igual que Habacuc sentimos la tentación de gritar a Dios para llamar y lograr Su atención.
Muchas veces no entendemos el aparente éxito de los malos y el fracaso de los buenos.
Así mismo pretendemos recibir bendición de Dios, sin someternos a su voluntad.

Cuando los problemas de este mundo se agolpan sobre nuestras vidas, nosotros los cristianos debemos más que nunca fortalecer nuestra fe en la Soberanía permanente y perpetua de Dios.

Cuando permitimos que la desesperanza destruya nuestra fe en Dios, entonces es cuando nosotros perdemos toda esperanza.

2) LA DESESPERANZA EMPEORA NUESTRA SITUACION.
Cuando los que están  atrapados en la desesperanza, confían en su propia sabiduría, para resolver sus problemas, la situación sencillamente empeora.

Los que pasan por alto la Palabra de Dios, se distinguen por estar siempre preparados para culpar a otros por sus problemas.
Llegan a ser expertos en criticar y guardan rencor a todos los que no están de acuerdo con la “sabiduría” de ellos.
Habacuc 1:3 ¿Tendré siempre que ver estas maldades? ¿Por qué debo mirar tanta miseria? Dondequiera que mire, veo destrucción y violencia. Estoy rodeado de gente que le encanta discutir y pelear.
El profeta no veía salida, sólo veía más conflictos: “destrucción, violencia, pleito y contienda”.
La pérdida de la fe por la desesperanza le hacía sentirse amargado.

3) LA DESESPERANZA MUESTRA LA VICTORIA COMO UNA DERROTA.
La desesperanza nos conduce a rendirnos a Satanás.
El verlo todo negro nos hace perder la visión; creemos que no podemos ganar.
El libro de Proverbios nos advierte acerca de esto con estas palabras:
Pro 24:10 Si fallas bajo presión, tu fuerza es limitada.
Los que se rinden a la desesperanza no pueden disfrutar la victoria que viene por confiar en Dios.
Dios, jamás ha dejado en vergüenza a sus hijos fieles y honestos.

Como cristianos que somos debemos tomar la decisión de que confiaremos en el poder de Dios cualquiera que sea la situación que pasemos y por muy insostenible que parezca.
Debemos tener una confianza absoluta en lo que Dios puede hacer y hará en tu vida.

Desde hoy prepárate para que la esperanza que Dios ha puesto en tu vida, por medio de Jesús, el Hijo de Dios, sea quien destruya la desesperanza que satanás te ha hecho creer.
Romanos 8:31 ¿Qué podemos decir acerca de cosas tan maravillosas como éstas? Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra?

Romanos 8:35 ¿Acaso hay algo que pueda separarnos del amor de Cristo? ¿Será que él ya no nos ama si tenemos problemas o aflicciones, si somos perseguidos o pasamos hambre o estamos en la miseria o en peligro o bajo amenaza de muerte?
Romanos 8:37-39 Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es absoluta por medio de Cristo, quien nos amó. (38) Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios,* ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios. (39) Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor.

4) LA DESESPERANZA NOS HACE CULPAR A DIOS DE TODO.
Habacuc estaba enfadado porque creía que Dios le estaba obligando a presenciar el mal que habitaba por todas partes sin ser castigado.
Su respuesta muestra como la desesperanza a menudo distorsiona nuestro entendimiento de cómo actúa Dios: “¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás?”.

A menudo culpamos a Dios por los problemas y circunstancia de nuestra vida desordenada.
Y olvidamos que toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto.
Santiago 1:13 Y, cuando sean tentados, acuérdense de no decir: «Dios me está tentando». Dios nunca es tentado a hacer el mal y jamás tienta a nadie.
Santiago 1:17 Todo lo que es bueno y perfecto desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre, quien creó todas las luces de los cielos.* Él nunca cambia ni varía como una sombra en movimiento.*
Habacuc no podía ver esto porque la desesperanza le había distorsionado el ojo de la fe.
Tenga usted mucho cuidado de no caer en esa misma trampa.

5) LA DESESPERANZA TE HACE VER SIEMPRE LO NEGATIVO.
Habacuc miraba  a su alrededor, lo único que veía era como todo se había echado a perder.
Estaba tan cegado por la desesperanza que era incapaz de ver nada positivo en lo que Dios estaba haciendo. Sus palabras describen una situación terrible.

Para Habacuc la Palabra de Dios había llegado a ser ineficaz.
Habacuc afirmaba que la justicia no se veía, ya que no había resultados “según la verdad”.
Para Habacuc la justicia era según él injusticia.

Habacuc afirmaba que aquellos que defendían la justicia eran tratados con hostilidad, con amenazas y traición; y así dice que la justicia salía “torcida”.

Todo lo que se relacionaba con la verdad, era maltratado, y parecía que no había nadie, ni siquiera Dios que corrigiera el asunto.
Este negativismo de Habacuc se ve a menudo en cristianos atrapados por la desesperanza.
Pero todo hijo de Dios sabe que Él en su silencio está trabajando, con justicia y poder.

Debemos seguir el ejemplo de Cristo para evitar el peligro de la desesperanza.
Él se vio incomprendido por los suyos, los apóstoles le abandonaron, uno de ellos le traiciono y otro le negó, pero Él tenía claro que todo túnel tiene un final, que siempre hay una luz y Él siguió a pesar de todo haciendo la obra que tenía que hacer.

Esto es precisamente lo que estamos haciendo nosotros, a pesar de que nos calumnien e injurien debemos seguir haciendo la obra de Dios, que tenemos por delante.
No permitiendo que la desesperanza centre nuestra atención en lo negativo.
Busquemos aún en la oscuridad, la luz, que también se encuentra dentro del túnel.

6) LA DESESPERANZA QUIERE LA SOLUCIÓN TODO DE INMEDIATO.
 Está claro que Habacuc había estado orando acerca de los males que le rodeaban durante mucho tiempo.
De hecho había empezado a perder la esperanza de que se le diera respuesta alguna.
Debido a que creía que Dios no estaba escuchando y que no respondería.
Esta usted esperando una respuesta de parte de Dios.
Hoy Dios te dará la respuesta que usted busca.
Recordemos que el tono de Habacuc llego a ser exigente.
Quería que Dios respondiera de inmediato, esto revela otro sutil comportamiento de la desesperanza.  Hace que nos volvamos impacientes.

Es cierto que muchos damos muestras de esta impaciencia, sin embargo pocos estamos dispuestos a reconocerla.
Es difícil esperar en Dios cuando estamos rodeados de injusticias.
Debemos animarnos por la fidelidad de Dios.
Debemos esforzarnos por cultivar la fe, ya que por ella Dios actuara a favor nuestro.

Los cristianos debemos entender que la esperanza para el futuro desaparece cuando la desesperanza vence nuestra fe en el presente.

Si usted rechaza la voluntad de Dios, toda esperanza se perdería.
Eso implicaría que tendrás tu vida como algo que guinda delante de ti.
También estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida.
Tus anhelos se verán estancados si no sacas la desesperanza de tu vida.
Todo lo que es negativo para tu vida, debes desecharlo.
La esperanza del cristiano es segura y firme ancla del alma.
Se sustenta en una fe que confía en que Dios tiene el poder y el deseo de darnos un glorioso futuro a todos Sus seguidores.
Hebreos 6:18 Así que Dios ha hecho ambas cosas: la promesa y el juramento. Estas dos cosas no pueden cambiar, porque es imposible que Dios mienta. Por lo tanto, los que hemos acudido a él en busca de refugio podemos estar bien confiados aferrándonos a la esperanza que está delante de nosotros. (19) Esta esperanza es un ancla firme y confiable para el alma; nos conduce a través de la cortina al santuario interior de Dios.

Dios ve el final de tu vida desde el comienzo, nosotros sólo vemos el comienzo, pero como cristianos que somos, hemos recibido una “esperanza” eterna que es segura y firme.
Esta “esperanza” nos debe permitir confiar en Dios, aunque no podamos ver el final, ni entender los “motivos”.
Dios sabe cuál es tu final, y si nos mantenemos fieles a sus promesas, el final que nos espera será conforme a la voluntad de Dios, y de muchas bendiciones.

En este 2016 que entra todo hijo(a) de Dios, debe y dará frutos.
Porque Dios hace que toda tierra produzca frutos si es bien regada.
Una tierra infértil, es aquella que está reseca por manos que no desean ver frutos.
Usted es una semilla llena de la gloria de Dios.   Usted dará frutos.
Y sus frutos darán frutos, porque estamos en la tierra abundante. ¡Créelo en el nombre de Jesús!
Jesús, el Hijo de Dios, nos riega con amor y nos protege en la intemperie.
De ti depende el seguir adelante y dar buenos frutos o quedarte estancado(a) y morir.
El enemigo ya mostro su plan, Dios te ha mostrado el de Él.  Depende de ti escoger ahora.

Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.
Bendiciones a mis hermanos en la fe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

VISITANTES

Mi esposo es pastor: ¿Por qué no soy pastora?

PUEDEN LAS MUJERES SER PASTORAS?

DON DE LENGUA O IDIOMA

EXISTEN APOSTOLES Y PROFETAS HOY???

LA DOCTRINA TRINITARIA NO ES BIBLICA