BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

sábado, 23 de marzo de 2019

DIOS SIEMPRE ESTA ALLÍ


DIOS SIEMPRE ESTA ALLÍ

Busquemos en la Palabra de Dios

1Reyes 17:2-6 Después el SEÑOR le dijo a Elías: «Vete al oriente y escóndete junto al arroyo de Querit, cerca de su desembocadura en el río Jordán. Bebe del arroyo y come lo que te den los cuervos, porque yo les he ordenado que te lleven comida». Entonces Elías hizo lo que el SEÑOR le dijo y acampó junto al arroyo de Querit, al oriente del Jordán. Los cuervos le llevaban pan y carne por la mañana y por la noche, y él bebía del arroyo.

Cuando Dios llama a Elías le da palabra para que diga al rey Acab que viene una gran sequía sobre la tierra de Israel a causa de la idolatría.
Eran tiempos muy tensos para el profeta, pues se había ganado muchos enemigos por causa de su persecución a los Baales.
Se le dio la orden de esconderse ya que el rey se disgustó por el anuncio y su vida corría peligro.

Hay momentos en la vida en que podemos estar en las mismas condiciones de Elías con temor, sin saber qué hacer y adonde ir, por estar haciendo lo correcto, por obedecer la Palabra de Dios y seguir sus preceptos.

Son momentos de angustia y desesperación donde nos encontramos solos, sin apoyo humano y dependiendo únicamente de la providencia de Dios.

Elías era considerado como el mayor profeta del Antiguo testamento después de Moisés, se le llamó: “el hijo del desierto, el solitario” porque su ministerio lo hizo prácticamente solo y por su manera de vivir; tan es así que cuando Juan Bautista aparece en escena en el Nuevo testamento, todos pensaron que Elías había regresado.

Dios siempre levanta a las personas y las adapta para el servicio independientemente de las circunstancias.
Este hombre apareció en el momento oportuno y de gran necesidad dentro del pueblo de Israel, donde una gran oscuridad espiritual reinaba y estaban totalmente apartados de Dios.

Lo sostuvo milagrosamente alimentándolo a través de cuervos y proveyéndole agua de un arroyo que se estaba secando.
De la misma manera que proveyó mana y codornices a su pueblo en tiempos difíciles.

Así como Elías hay momentos en que Dios nos aparta para alentarnos y prepararnos si estamos decaídos, y proveerá milagrosamente para que podamos soportar el desierto por el que estamos atravesando, esto debe animarnos a seguir adelante y a confiar en el Dios que hemos creído, Él cual nunca nos dejará, ni nos desamparará.
Hagamos de nuestra vida personal con Dios un arroyo de provisión y un manantial que nunca se agote, pero para esto debemos aprender a orar correctamente ante cualquier dificultad.

Dice la palabra de Dios

Hechos 4:24-31 Cuando los creyentes oyeron las noticias, todos juntos alzaron sus voces en oración a Dios: «Oh Soberano Señor, Creador del cielo y de la tierra, del mar y de todo lo que hay en ellos, hace mucho tiempo tú hablaste por el Espíritu Santo mediante nuestro antepasado David, tu siervo, y dijiste: “¿Por qué estaban tan enojadas las naciones? ¿Por qué perdieron el tiempo en planes inútiles? Los reyes de la tierra se prepararon para la batalla, los gobernantes se reunieron en contra del SEÑOR y en contra de su Mesías* »De hecho, ¡eso ha ocurrido aquí en esta misma ciudad! Pues Herodes Antipas, el gobernador Poncio Pilato, los gentiles* y el pueblo de Israel estaban todos unidos en contra de Jesús, tu santo siervo, a quien tú ungiste. Sin embargo, todo lo que hicieron ya estaba determinado de antemano de acuerdo con tu voluntad. Y ahora, oh Señor, escucha sus amenazas y danos a nosotros, tus siervos, mucho valor al predicar tu palabra. Extiende tu mano con poder sanador; que se hagan señales milagrosas y maravillas por medio del nombre de tu santo siervo Jesús». Después de esta oración, el lugar donde estaban reunidos tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo. Y predicaban con valentía la palabra de Dios.

Después del milagro hecho por Pedro y Juan al sanar a un cojo, viene una gran controversia para los apóstoles, se les prohíbe predicar en el nombre de Jesús.
En esta situación difícil convocaron a toda la iglesia a orar, para fortalecer su fe y para no desanimarse por la oposición al evangelio.

La respuesta a esta oración no se hizo esperar por parte del Señor, los ungió con el poder del Espíritu Santo para que siguieran testificando de su Palabra, con más denuedo, fuerza y valentía.


A partir de ese momento se manifestó con más contundencia el poder de Dios en medio de su iglesia naciente.
Fueron llenos del Espíritu Santo y experimentaron su plenitud, se volvieron más intrépidos para proclamar la Palabra de Dios.
En otras palabras: Fortalecieron su unidad, se dice que eran “de un solo corazón y un alma”.
Es decir: Hubo una sumisión sobrenatural al Señor.
Dicho de otra manera: Se volvieron más productivos ya que obtuvieron más frutos en la obra de Dios.
Fueron más generosos para entregar sus vidas, su tiempo y sus recursos en favor del evangelio.

Entonces, ¿Cuándo nos hallamos ante pruebas que debilitan nuestra fe, qué actitud tomamos?
Podemos estar temerosos e inseguros y vacilar en nuestra fe, o por el contrario, buscamos con más ahínco el rostro del Señor para que nos revista de su Espíritu y poder para enfrentar cualquier situación.
Escuche esto, Sólo la oración puede darnos la victoria sobre cualquier problema.

Hay muchas cosas que se oponen a nuestra fe, tales como:
El mundo y sus deseos,
Nuestra débil carne y el enemigo que siempre pondrá personas y situaciones difíciles, para hacernos caer en desánimo.
Es aquí donde debe surgir la necesidad de obedecer primero a Dios antes que a los hombres.
Por eso nuestras convicciones deben prevalecer frente a todo lo que se levante en contra de Dios y en contra de nosotros.

La manera como oremos, es la manera que nos garantiza la victoria.
No es pedir a Dios que nos quite el problema, sino alabarlo en medio de él.
En decir: Presentar específicamente nuestra necesidad y pedir ayuda, como lo hicieron los creyentes del primer siglo.

Hoy más que nunca debemos orar con otros por todas las necesidades personales y por la obra del Señor.
Pidamos sabiduría y fortaleza para llevar su mensaje a nuestras familias y conocidos.
Pero también valor para enfrentar nuestros temores frente a las dificultades.

Pero para eso debemos ser Llenos de su Palabra

Proverbios 11:10-11 Toda la ciudad festeja cuando el justo triunfa; grita de alegría cuando el perverso muere. Los ciudadanos íntegros son de beneficio para la ciudad y la hacen prosperar, pero las palabras de los perversos la destruyen.

En base a esto yo pregunto:
¿Qué tan importante son las palabras que salen de nuestra boca?
Jesús lo dijo claramente en Mateo 15:11,18-19
Mateo 15:11 Lo que entra por la boca no es lo que los contamina; ustedes se contaminan por las palabras que salen de la boca».
Mateo 15:17-19 Todo lo que comen pasa a través del estómago y luego termina en la cloaca. Pero las palabras que ustedes dicen provienen del corazón; eso es lo que los contamina. Pues del corazón salen los malos pensamientos, el asesinato, el adulterio, toda inmoralidad sexual, el robo, la mentira y la calumnia.
 “No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina. Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias”.

Iglesia, las palabras pueden usarse como herramientas o como armas.
Podemos edificar con ellas y construir relaciones verdaderas o podemos herir a los demás.
La Escritura hoy nos exhorta a ser rectos en nuestra manera de hablar, edificando con nuestras palabras.
Tenga muy presente que la bendición de los rectos se expresa mostrando el carácter de Cristo e influenciando nuestro entorno con su Palabra.
Por eso dice que con la bendición y el bien de los rectos la ciudad se alegra y se engrandece.

Contrario con los impíos, que por la perversidad de su corazón expresan palabras de mentira, rebelión, contención, pecado, destruyendo y trastornando todo a su paso.
El fruto de sus labios trae contra ellos mismos, ruina, ira, hambre, falta de esperanza, violencia, temor y muerte.

Tengamos cuidado al hablar porque las palabras nos distinguen.
La Palabra de Dios nos dice claramente que tenemos el poder de dar vida o de destruir.
Pro 18:21 La lengua puede traer vida o muerte; los que hablan mucho cosecharán las consecuencias.
Por eso un consejo de Pablo es:
“Que andemos como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios”. Colosenses 1:10.
Colosenses 1:10-14 Entonces la forma en que vivan siempre honrará y agradará al Señor, y sus vidas producirán toda clase de buenos frutos. Mientras tanto, irán creciendo a medida que aprendan a conocer a Dios más y más. También pedimos que se fortalezcan con todo el glorioso poder de Dios para que tengan toda la constancia y la paciencia que necesitan. Mi deseo es que estén llenos de alegría* y den siempre gracias al Padre. Él los hizo aptos para que participen de la herencia que pertenece a su pueblo, el cual vive en la luz. Pues él nos rescató del reino de la oscuridad y nos trasladó al reino de su Hijo amado, quien compró nuestra libertad* y perdonó nuestros pecados.
Cuando la Palabra de Dios abunda en nuestro corazón entonces saldrán palabras sabias, valiosas y edificantes que sólo traerán bendición a nuestro alrededor.

El poder de las palabras para dar vida o destruir es reafirmado aquí especialmente con palabras para la comunidad.

Ya para terminar, pidamos en Oración para que toda persona y todos los que están en eminencia hablen con verdad y sabiduría para dirigir con rectitud y honestidad a nuestro pueblo.
Por eso diga siempre:
Señor, danos una palabra desde el corazón que transforme vidas y traiga bendición, y toda palabra que se haya lanzado en contra de mi vida o integridad, déjala inoperante y que el estado postrero de aquellos que nos desean el mal, sea peor que el primero. Amen.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante H.
Dios te bendiga.

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