BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

jueves, 26 de febrero de 2015

LAS SIETES BENDICIONES.



Gracia y Paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, el cordero inmolado que hoy se encuentra sentado a la diestra de su Padre, y que al sonar de la séptima trompeta vendrá a juzgar a este mundo y su maldad.
En la palabra de Dios, encontramos un maravilloso libro cuyo nombre significa Revelación.
Este maravilloso libro que conocemos como el Apocalipsis, es un libro que todos los creyentes necesitamos conocer y estudiar con mucha seriedad y con mucha reverencia.

Apocalipsis, nos llenará de bendiciones, solo a aquellas personas que lo pongan en práctica.

Quisiera que en este momento incline su cabeza y pídale en oración al Señor Todopoderoso sabiduría para que nos siga bendiciendo y nos ayude grandemente en esta tarea propuesta.

Nosotros como hijos de Dios no podemos vivir una vida llena de excusas.
Siempre que vayamos a realizar cualquier función evangelistica, o llevarle una ofrenda o cualquier cosa a la casa de Dios, lo debemos hacer con amor y gozo.
Porque una ofrenda presentada al Señor, nuestro Dios, con excusa, es una ofrenda que no le agradará.

Debemos reconocer delante de Dios, lo insuficiente que somos y la necesidad que tenemos de la iluminación de su Poder de lo Alto, “su Espíritu Santo”, para poder comprender la palabra INSPIRADA y REVELADA para nosotros, en beneficio de nuestro crecimiento espiritual.

Es decir, que todos aquellos que nos proponemos al estudio de este libro, debemos hacerlo con nuestra mente, corazón y voluntad para que el objetivo de Dios sea cumplido en nosotros.

Cuando empezamos a leer el primer versículo observamos que el Apóstol Juan se preocupa por establecer el origen de la revelación de que él ha sido objeto.
Así mismo nos declara la cadena de transmisión que Dios usó para la misma.

Veamos el texto para saber lo que quiere expresar:
Apocalipsis 1:3 Dios bendice al que lee a la iglesia las palabras de esta profecía y bendice a todos los que escuchan el mensaje y obedecen lo que dice, porque el tiempo está cerca.

El Apóstol Juan va a ser el único elemento humano que participará en descorrer el velo de aquello que hasta ese momento, conocía solamente nuestro Padre Celestial Jehová, el Todopoderoso.

Está claro que el proceso de transmisión comienza directamente con nuestro Dios Padre, el Todopoderoso, y luego continúa con el esquema que presentamos a continuación:
-Dios Padre Jehová, (El Todopoderoso).
-Jesús (el Hijo de Dios.) (El cordero inmolado).
- Su Ángel (Mensajeros)
- Juan – (El Profeta o Siervo elegido).
-Nosotros. (Su remanente)
De esta manera vemos cómo podemos asegurar que la revelación tiene origen Divino y que Juan ha sido el primer testigo presencial de la misma.

PARTICIPANTES EN LA TRANSMISIÓN
Todos sabemos que toda revelación proviene directamente de parte de Dios, El Todopoderoso.
Pues tomando en cuenta la definición teológica de lo que es revelación, podemos asegurar sin equivocación que Dios es el origen de todo lo desconocido.
Deuteronomio 29:29 »El SEÑOR nuestro Dios tiene secretos que nadie conoce. No se nos pedirá cuenta de ellos. Sin embargo, nosotros y nuestros hijos somos responsables por siempre de todo lo que se nos ha revelado, a fin de que obedezcamos todas las condiciones de estas instrucciones.

Podemos definir la revelación como el acto sobrenatural de Dios de comunicar al hombre, por su propia iniciativa y operación, cosas que de otro modo el hombre no podría nunca saber.

Por otro lado, siguiendo el plan de Dios Padre, tenemos que declarar que en segundo término hallamos a su Hijo Jesús, quien en su humanidad no conocía las cosas que solo pertenece al Padre, como el mismo Jesús lo dice en Marcos 13.
Marcos 13:30-33 Les digo la verdad, no pasará esta generación* hasta que todas estas cosas sucedan. (31) El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras no desaparecerán jamás. (32) »Sin embargo, nadie sabe el día ni la hora en que sucederán esas cosas, ni siquiera los ángeles en el cielo ni el propio Hijo. Sólo el Padre lo sabe. (33) Y, ya que ustedes tampoco saben cuándo llegará ese tiempo, ¡manténganse en guardia! ¡Estén alerta!*
Luego de que la revelación sale de Dios, esta llega a Jesús (el Hijo de Dios) y luego es dada a un ángel consiervo de Juan como vemos que dice Apocalipsis 22.
Apocalipsis 22:7-9 «Miren, ¡yo vengo pronto! Benditos son los que obedecen las palabras de la profecía que están escritas en este libro*». (8) Yo, Juan, soy el que vio y oyó todas estas cosas. Cuando las oí y las vi, me postré para adorar a los pies del ángel que me las mostró. (9) Pero él dijo: «No, no me adores a mí. Yo soy un siervo de Dios tal como tú y tus hermanos los profetas, al igual que todos los que obedecen lo que está escrito en este libro. ¡Adora sólo a Dios!».

Posiblemente este Ángel, pudo haber sido Miguel, Sariel, Rafael o Gabriel, quienes durante toda la historia bíblica permanecen siendo mensajeros de Dios.
El libro de Enoc dice en Enoc 9:4-5
Enoc 9:4-5 Y Rafael, Miguel, Sariel y Gabriel dijeron al Señor del mundo: "Tú eres nuestro gran Señor, el Señor del mundo, el Dios de dioses, el Señor de señores y el Rey de reyes; los cielos son el trono de tu gloria por todas las generaciones que existen desde siempre; toda la tierra es el escabel ante ti para siempre, y tu nombre es grande, santo y bendito por toda la eternidad. (5) "Eres tú quien todo lo ha creado y en ti reside el poder sobre todas las cosas; todo es descubierto en toda su desnudez ante ti; tú lo ves todo y nada se te puede esconder.

Luego vemos que este mensaje Divino, pasa de la mano del Ángel, a Juan, el Apóstol amado, el instrumento humano que hará llegar o que mostrará este mensaje a los demás creyentes que sirven a Dios verdaderamente.
Y que además es una obligación de los siervos de Dios, mostrársela a la iglesia.
Iglesia que no profundice en este libro del Apocalipsis, es una iglesia MUERTA.
Como lo es en estos momentos la IBR , ICR e IP.
Que no habla sobre el apocalipsis y prohíbe a sus miembros profundizar en dicho libro, el cual es una revelación de Dios y que al mismo tiempo destruye toda herejía satánica creada por el hombre actual.

Como podemos notar en este mismo versículo, Dios declara el contenido general de lo que vamos a conocer de este libro.
Notemos como dice el texto: “...Las cosas que deben suceder pronto”.
Así se plantea en 2Pedro 3:8-13; Apocalipsis 1:3; 3:11; 22:6, 7, 10, 12, 20.
2Pedro 3:8-13 Sin embargo, queridos amigos, hay algo que no deben olvidar: para el Señor, un día es como mil años y mil años son como un día. (9) En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido, quiere que todos se arrepientan. (10) Pero el día del Señor llegará tan inesperadamente como un ladrón. Entonces los cielos desaparecerán con un terrible estruendo, y los mismos elementos se consumirán en el fuego, y la tierra con todo lo que hay en ella quedará sometida a juicio.* (11) Dado que todo lo que nos rodea será destruido de esta manera, ¡cómo no llevar una vida santa y vivir en obediencia a Dios, (12) esperar con ansias el día de Dios y apresurar que éste llegue! En aquel día, él prenderá fuego a los cielos, y los elementos se derretirán en las llamas. (13) Pero nosotros esperamos con entusiasmo los cielos nuevos y la tierra nueva que él prometió, un mundo lleno de la justicia de Dios.

Esta expresión no está ligada más bien, al tiempo del Apóstol Juan, sino que está relacionada al hecho de la rapidez con que han de suceder las cosas aquí narradas luego de que se inicien.

Estas cosas, que en este momento son conocidas como “...Las cosas que deben suceder pronto”.
Serán también presentadas en (1:19) como:
“Las cosas que has visto”  Las cuales están comprendidas en Apocalipsis 1:1-20.
“Las cosas que son”  Las que están manifestadas en Apocalipsis 2:1 a 3:21.
“Las cosas que han de ser después de estas”  Las cuales se narran en Apocalipsis 4:1 a 22:21.

Dentro de esta clasificación se encuentran:
La bendición y amonestación a la iglesia de aquellos días.
Los pecados principales y el juicio a las iglesias.
Los acontecimientos que preceden su segunda venida.
El señorío del anticristo.
La revelación de Jesucristo en su segunda venida y la batalla de Armagedón.
La destrucción de los reinos terrenales y de los poderes satánicos.
El inicio del reino milenial.
El juicio final para el incrédulo.
La manifestación del cielo nuevo y de la tierra nueva para los creyentes.

Debemos recordar que estas cosas que han de suceder pronto, están relacionadas con la segunda venida en gloria de nuestro hermano y señor Jesús, acompañado con los acontecimientos que precederán y seguirán a este hecho innegable y anhelado por el pueblo de Dios.

Como podemos ver el apóstol Juan se declara como el siervo de Dios y en este versículo también nos informa sobre la fuente que nutrió la transmisión de esta revelación que él recibe, y nos declara que él mismo es el que dio testimonio de la palabra de Dios, del testimonio de Jesucristo y de todo lo que vio a través de esta revelación.

El apóstol Juan en (1:2) usa la expresión “…que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.”
Esto nos indica que evidentemente, él, por la inspiración del Espíritu Santo, es decir el Poder de lo Alto, escribió fielmente todo lo que provino de la boca de Dios por medio de Jesucristo, quien es el que da a conocer todo lo que es de Dios.

Tenemos que recordar que las experiencias del apóstol Juan para recibir la revelación del libro del Apocalipsis, tuvieron diferentes medios, sea por visiones, por sueños, señales y por transmisión directa.

El la recibió por la inspiración del Espíritu Santo lo que había de escribir, él sabe y testifica que todo esto provenía de Dios, es “la palabra de Dios”, por esto dio testimonio de ella.

El apóstol Juan también declara que de igual manera testifica “del testimonio de Jesucristo”. Recordemos que el apóstol Juan estaba revestido del Poder de lo Alto, y al mismo tiempo estaba siendo inspirado por él para transmitir esta revelación, dando cumplimiento a las palabras del mismo Jesucristo dichas en Juan 15.
Juan 15:26 »Pero a ustedes yo les enviaré al Abogado Defensor,* el Espíritu de verdad. Él vendrá del Padre y dará testimonio acerca de mí. (27) Y también ustedes deben dar testimonio de mí porque han estado conmigo desde el principio de mi ministerio.
Es bueno recordar también en este punto las palabras de Jesús en Juan 16:13-15,
Juan 16:13 Cuando venga el Espíritu de verdad, él los guiará a toda la verdad. Él no hablará por su propia cuenta, sino que les dirá lo que él ha oído y les contará lo que sucederá en el futuro. (14) Me glorificará porque les contará todo lo que reciba de mí. (15) Todo lo que pertenece al Padre es mío; por eso dije: “El Espíritu les dirá todo lo que reciba de mí”.

Está claro entonces que si Jesús mismo profetizó sobre la labor de los apóstoles, entonces está más que consabido que esto tenía que ocurrir, además de que nuestro Señor es el objeto principal de la profecía.
Apocalipsis 19:10 Entonces me postré a sus pies para adorarlo, pero me dijo: «No, no me adores a mí. Yo soy un siervo de Dios, como tú y tus hermanos que dan testimonio de su fe en Jesús. Adora sólo a Dios, porque la esencia de la profecía es dar un claro testimonio de Jesús*».

Sabemos que el apóstol Juan es calificado como un “profeta”, ya que durante todos sus escritos declara que tuvo visiones de profeta, como nos testifica en 1Juan 1:1-4 donde nos dice:
1Juan 1:1-4 Les anunciamos al que existe desde el principio,* a quien hemos visto y oído. Lo vimos con nuestros propios ojos y lo tocamos con nuestras propias manos. Él es la Palabra de vida. (2) Él, quien es la vida misma, nos fue revelado, y nosotros lo vimos; y ahora testificamos y anunciamos a ustedes que él es la vida eterna. Estaba con el Padre, y luego nos fue revelado. (3) Les anunciamos lo que nosotros mismos hemos visto y oído, para que ustedes tengan comunión con nosotros; y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo, Jesucristo. (4) Escribimos estas cosas, para que ustedes puedan participar plenamente de nuestra alegría.*

Además, el mismo apóstol Juan declara su experiencia como algo que ha venido a él por el conocimiento que tiene de Dios como vemos que lo testifica en Juan 21:24;  3Juan 1:12, declarando de esta manera, que su testimonio es verdadero.
Si el Apóstol Juan no hubiese sido transportado al Reino de los cielos, no tendría argumento para decir lo que dice.
Podemos decir que el apóstol Juan fue un hombre privilegiado en cuanto a las cosas que Dios le permitió vivir y conocer; primeramente, cerca de nuestro Señor Jesucristo y luego, a través de las diferentes visiones que tuvo para recibir por la inspiración del Espíritu Santo y el contenido del libro de las revelaciones o el plan que Dios tiene preparado para este mundo.

El texto ahora nos dice en: Apocalipsis 1:3 Dios bendice al que lee a la iglesia las palabras de esta profecía y bendice a todos los que escuchan el mensaje y obedecen lo que dice, porque el tiempo está cerca.
La palabra “bendice” que quiere decir “dichoso”,

Dichoso según la Biblia, es aquel que disfruta del favor de Dios y recibe bendiciones de lo Alto como nos dice Santiago 1:17: Todo lo que es bueno y perfecto desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre, quien creó todas las luces de los cielos.* Él nunca cambia ni varía como una sombra en movimiento.*

Es penoso ver que el hombre del mundo desea recibir el favor de Dios, pero no está dispuesto a someterse a lo que él declara en su palabra y a lo cual debemos someternos para obtener el favor que deseamos. De lo contrario no podremos ser bendecidos.

Realmente esta no es la única bendición que encontramos en el libro del Apocalipsis ya que podemos ver 7 de ellas a través de toda la revelación dada al apóstol Juan.

Estas bendiciones vienen a ser como una especie de aliento, de olor de perfume de rosas al lado de los sangrientos hechos que han de conturbar la tierra y sus moradores, especialmente para aquellos que durante todo el tiempo del estudio de esta revelación verán la manifestación del juicio de Dios.

Las siete bendiciones del libro son las siguientes:
Al que lee, oye y guarda lo que se escribe en este libro (1:3).
A los que mueren en el Señor (14:13).
Al que vela y guarda sus ropas (santidad) (16:15).
A los invitados a las bodas del Cordero (19:9).
A los que tienen parte en la primera resurrección (20:6).
A los que guardan las palabras de la profecía de este libro (22:7).
A los que lavan sus ropas, para tener derecho del árbol de la vida (22:14).

Es maravilloso conocer todo el incentivo que Dios da a sus hijos para que podamos actuar conforme a su voluntad y la manera en que él nos motiva para que le obedezcamos.

Lo que nos dice que el libro del Apocalipsis no solo nos narra promesas cruentas, sino que también nos enseña motivaciones maravillosas a las cuales debemos atender los creyentes.

El libro del Apocalipsis es el único libro de la escritura que contiene una promesa tan directa de bendición para aquellos que leen, oyen y guardan las cosas que aquí se han escrito.
Por esto nosotros los creyentes debemos cada día conocer más de esta profecía.
No con el propósito de llenar el entendimiento, sino para poner por obra lo que aquí se dice y ser bendecidos.

Dios parece prever que muchos descuidarían el estudio de este libro o que les daría lo mismo el ignorar su revelación profética.
De hecho a través del tiempo el libro del Apocalipsis se ha considerado como un libro complicado, del cual tenemos que tener cuidado y al que debemos poner en un lugar apartado.

No obstante la actitud de los hombres durante estos 2,015 años, el creyente fiel y deseoso de recibir la bendición de Dios no debe cansarse de estudiarlo.

Las razones por las cuales en el pueblo de Dios hay tantos creyentes que tomen al descuido este maravilloso libro; se debe en gran parte:
A un ardid del diablo para que los creyentes no sean felices y dichosos.
A la falta de un verdadero amor para permanecer interesados en conocer todo lo que el esposo dice a la iglesia.
Al apego constante de los creyentes a las cosas de este mundo, que le llevan a olvidar dónde debe estar puesta su esperanza.
A la falta de voluntad de someterse al único Dios verdadero y a su Hijo Jesús.
Al no sometimiento de la palabra de Dios por parte de algunos miembros con el fin de no obtener las bendiciones de Dios.
A la falta de fe, que dicen de boca tener, pero que en realidad no lo demuestran.

Iglesia, creo que es necesario que cuando actuamos con dejadez y con apatía las demandas de Dios, de nosotros será la pérdida de las bendiciones prometidas, cuando no estamos dispuestos a hacer lo que Dios demanda.
Estaremos dentro del grupo de los que recibirán las maldiciones de Dios, si no obedecemos.

Pero si estamos dentro del grupo de los que confiamos, obedecemos y hacemos verdaderamente la voluntad de Dios, entonces y solo entonces estaremos dentro del grupo de los que son bendecidos y felices.

Recordemos que el apóstol Juan termina diciendo: “Porque el tiempo está cerca”.
Por lo tanto, los burladores e incrédulos, no creen estas cosas (2P.3:3-7 y Judas), pero sepamos que la iglesia ha sido puesta para ser fiel.

Si realmente somos parte de la iglesia de Cristo, entonces obedezcamos y esforcémonos a estudiar y a poner por obra la profecía de este libro haciendo la voluntad de Dios dada en toda su palabra.

2Pedro 3:3 Sobre todo, quiero recordarles que, en los últimos días, vendrán burladores que se reirán de la verdad y seguirán sus propios deseos. (4) Dirán: «¿Qué pasó con la promesa de que Jesús iba a volver? Desde tiempos antes de nuestros antepasados, el mundo sigue igual que al principio de la creación». (5) Deliberadamente olvidan que Dios hizo los cielos al ordenarlo con una sola palabra y sacó la tierra de las aguas y la rodeó con agua. (6) Luego usó el agua para destruir el mundo antiguo con un potente diluvio. (7) Y, por esa misma palabra, los cielos y la tierra que ahora existen han sido reservados para el fuego. Están guardados para el día del juicio, cuando será destruida la gente que vive sin Dios.

Y en el libro de Judas encontramos:
Judas 1:17-21 Pero ustedes, mis queridos amigos, deben recordar lo que dijeron los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. (18) Ellos les advirtieron que en los últimos tiempos habría gente burlona cuyo objetivo en la vida es satisfacer sus malos deseos. (19) Estos individuos son los que causan divisiones entre ustedes. Se dejan llevar por sus instintos naturales porque no tienen al Espíritu de Dios en ellos. (20) Pero ustedes, queridos amigos, deben edificarse unos a otros en su más santísima fe, orar en el poder del Espíritu Santo* (21) y esperar la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, quien les dará vida eterna. De esta manera, se mantendrán seguros en el amor de Dios.

Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.
Bendiciones a mis hermanos en la fe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

VISITANTES

Mi esposo es pastor: ¿Por qué no soy pastora?

PUEDEN LAS MUJERES SER PASTORAS?

DON DE LENGUA O IDIOMA

EXISTEN APOSTOLES Y PROFETAS HOY???

LA DOCTRINA TRINITARIA NO ES BIBLICA