BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

viernes, 1 de mayo de 2020

AMARGURA Y TRIUNFO

AMARGURA Y TRIUNFO.

Mensaje del Pastor Rogers Infante, del Domingo 19 de Abril de 2020, en la Iglesia Cristiana Palabra y Amor.
Hebreos 12:14-15 Esfuércense por vivir en paz con todos y procuren llevar una vida santa, porque los que no son santos no verán al Señor. Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos.
Muchas personas tienen la facultad de criticar todo lo que ven, incluso y por lo general, esta clase de personas se enojan fácilmente.
Esto los lleva a tener una mala actitud y disposición frente a las cosas, sobre todo cuando estas no son favorables a nosotros.
Por eso debemos tener mucho cuidado de no estar cayendo en amargura.

La amargura se muestra tanto en las personas irritables como en las que son melancólicas.
También en las personas aisladas, solitarias o ensimismadas que nunca expresan lo que sienten.

Yo diría que son personas que probablemente han sido heridas o maltratadas y han guardado dentro de su corazón este hecho sin llevarlo a la presencia de Dios para ser sanados.

Debemos entender que la amargura no es ajena a ninguno de nosotros.
Cuando somos heridos, o si alguien nos hace daño, podemos caer en amargura.

Por ejemplo, en la Palabra de Dios exhorta a los esposos a no ser ásperos con la esposa porque se puede causar daño y producir amargura en el corazón de ellas.
Colosenses 3:18-19 Esposas, sujétese cada una a su esposo como corresponde a quienes pertenecen al Señor. Maridos, ame cada uno a su esposa y nunca la trate con aspereza.

La amargura se manifiesta también, cuando somos ofendidos.
Porque una persona ofendida, por lo general reacciona con enojo y si no abordamos con sabiduría esta situación, se puede convertir en una raíz de amargura.

Si no enfrentamos los problemas, las situaciones que nos disgustan se pueden convertir en raíz de amargura que luego contaminan nuestra vida y la de los demás.
Todos hemos sido ofendidos, o hemos ofendido, pero hay una diferencia: el cómo manejamos esas situaciones, si reconocemos un deseo incorrecto o lo confesamos al llevarlo en oración a Dios, para que Él nos sane y no se convierta en amargura.

Por eso la palabra de Dios nos dice que, no dejemos que el enojo nos haga pecar ni lo mantengamos todo el día, sino que vayamos a la presencia del Señor para hallar consuelo y pronto auxilio en las tribulaciones y así no le demos oportunidad al maligno.
Efesios 4:26-27 Además, «no pequen al dejar que el enojo los controle» *. No permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados, porque el enojo da lugar al diablo.

2Corintios 13:5 Examínense para saber si su fe es genuina. Pruébense a sí mismos. Sin duda saben que Jesucristo está entre ustedes; * de no ser así, ustedes han reprobado el examen de la fe genuina.

Entonces podemos decir que una raíz de amargura no se ve a simple vista.
Así como la raíz de las plantas que está cubierta, nosotros en muchas ocasiones disfrazamos o no admitimos que hay enojo en nuestro corazón, o que hemos visto y guardado rencor, temor o desilusión por algún conflicto que hayamos tenido.

Por ejemplo, cuando una persona ha caído en la amargura, si alguien le hace un reclamo o le pide explicaciones, empieza a buscar en la otra persona los defectos, para tapar sus propias faltas y justificar su amargura.

Por esto debemos examinarnos en la presencia de Dios, ya que la oración es la medicina eficaz para que Dios quite toda raíz de amargura, pero esta medicina debe ser tomada diariamente y con toda diligencia, colocando toda ansiedad, preocupación, temor o dolor en manos de Dios, porque Él cuida de nosotros.
1Pedro 5:7-8 Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes. ¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar.

Hermanos, aunque Dios sabe todo de nosotros y conoce nuestro corazón, es su voluntad que le hagamos conocer todo lo que nos inquieta, y que sea Él, quien nos examine en lo más profundo de nuestro interior, para ver si hay alguna raíz de amargura o perversidad.

Mientras exista amargura en nosotros, nunca veremos en triunfo en nuestra vida.
Mire, no se usted, pero los pocos momentos en que tengo la oportunidad de hablar con alguna persona llámese cristiana, he podido notar que en su hablar, existe amargura, descontento y aburrimiento.
Caso contrario cuando llamo a alguien diferente.
Y que no debería ser así, porque se supone, que Dios habita en sus hijos que creen en cristo.

Por eso el triunfo de la vida, está en los que creen en cristo y lo aceptan para ser nuevas criaturas.
1Juan 5:2-5 Sabemos que amamos a los hijos de Dios si amamos a Dios y obedecemos sus mandamientos. Amar a Dios significa obedecer sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga difícil de llevar. Pues todo hijo de Dios vence este mundo de maldad, y logramos esa victoria por medio de nuestra fe. ¿Y quién puede ganar esta batalla contra el mundo? Únicamente los que creen que Jesús es el Hijo de Dios.

¿Cuál es el momento de nuestra vida donde conseguimos un gran triunfo o una gran hazaña?
Hermanos, tenemos muchas cosas en nuestra vida por las cuales debemos luchar y triunfar.

Muchos no desean fracasar.
Pero si lo que anhelamos tiene verdadero sentido, profundidad y propósito, es preciso que esté mi vida alineada con la voluntad de Dios.

Les contare algo:
Hay personas, creyentes, que piden que Dios les dé un trabajo, por ejemplo.
Pero esa persona en ese momento de pedir ese trabajo, sin darse cuenta entrega su corazón a Dios.
Luego Dios, mira ese corazón y cumple la petición.
Ahora, esas personas que pidieron ese trabajo, al obtenerlo, el 80% se extravía.
Es decir, se junta con el mundo y acepta sus peticiones, que no van acorde con la palabra de Dios.
Estas personas, se embriagan, fornican y se convierten en una petulancia ante los ojos de Dios.
Dios mira esa actitud no reprobada por Él, y toma su juicio contra esa persona, para que sea destituida de su puesto.
Es decir que Dios, miro más allá, de lo que esta persona intentaba hacer.
Entonces al ver su corazón, pudo notar que no había espacio para Dios, sino para el mundo y sus deleites.
De esa manera llego el fracaso en esa persona, porque no tuvo en cuenta a Dios.

Otros, pueden triunfar en la vida, pero fracasan con Dios.
Eso mis queridos hermanos no es en verdad un triunfo.
Dios está mirando los corazones, para no caer en lo mismo.

Así que lo primero y más importante, es creer en Jesús, en obediencia y fidelidad.
Para que nos dé el entendimiento y podamos conocer al Dios verdadero, además de tener una comunión diaria, viva y real con Él.
1Juan 5:20-21 Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento, para que podamos conocer al Dios verdadero. * Y ahora vivimos en comunión con el Dios verdadero porque vivimos en comunión con su Hijo, Jesucristo. Él es el único Dios verdadero y él es la vida eterna. Queridos hijos, aléjense de todo lo que pueda ocupar el lugar de Dios en el corazón. *

Ahora pregúntate:
¿Realmente tengo un corazón dispuesto a hacer la voluntad de Dios, al pedirle que me conceda algo? O ¿Solo espero que me conceda algo para volver a burlarme de Él?
Iglesia, qué satisfactorio es el triunfo teniendo en cuenta a Dios en nuestro camino, porque al llegar a la cima sentiremos la plenitud de su respaldo y la paz de su compañía, dándonos y supliendo nuestras necesidades.
El Apostol Pablo declaró:
“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.” (2 Timoteo 4:7), y por supuesto, él esperaba del Altísimo la recompensa.

Cuando subimos sin Dios, el triunfo tiene un sin sabor porque no es sólido, no es construido sobre la roca. (Mateo 7:24-27),

En otras palabras: es perecedero, a punto de derrumbarse y al final causa “vértigo”.
Es decir, el hombre se llena de orgullo al estar en la altura sin Dios, por eso todo se derrumba (Proverbios 18:12).
Proverbios 16:18-22 El orgullo va delante de la destrucción, y la arrogancia antes de la caída. Es mejor vivir humildemente con los pobres, que compartir el botín con los orgullosos. Los que están atentos a la instrucción prosperarán; los que confían en el SEÑOR se llenarán de gozo. Los sabios son conocidos por su entendimiento, y las palabras agradables son persuasivas. La discreción es fuente que da vida para quienes la poseen, pero la disciplina se desperdicia en los necios.

Entonces, que nuestro mayor triunfo sea conocer a Cristo y andar en su camino, que nuestro mayor logro sea nuestra obediencia y fidelidad a Dios y nuestro amor a los demás.
1Juan 5:2-5 Sabemos que amamos a los hijos de Dios si amamos a Dios y obedecemos sus mandamientos. Amar a Dios significa obedecer sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga difícil de llevar. Pues todo hijo de Dios vence este mundo de maldad, y logramos esa victoria por medio de nuestra fe. ¿Y quién puede ganar esta batalla contra el mundo? Únicamente los que creen que Jesús es el Hijo de Dios.

Ahora, ¿cómo puedo tener una vida llena de triunfos?

La respuesta es sencilla, Teniendo confianza sin dudar, en Dios.


La escritura dice en 1Juan 5:14
“Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye” y si nos oye, podemos confiar en que tenemos lo que le pedimos; pero también nos instruye a pedir con fe, sin dudar (Santiago 1:6), pues esta duda denota una falta de confianza en Dios.

Iglesia ya para terminar, Si hay alguna necesidad, Dios suplirá todo lo que necesitemos, conforme a las gloriosas riquezas que nos ha dado por medio de Cristo Jesús.
Filipenses 4:19 Y este mismo Dios quien me cuida suplirá todo lo que necesiten, de las gloriosas riquezas que nos ha dado por medio de Cristo Jesús.

Por lo tanto, mantengámonos confiados en Él.
Haciendo lo que agrada a Dios.
Demostremos realmente y verdaderamente con acciones que verdaderamente confiamos en sus promesas.
Esto hará prosperar nuestro camino, será nuestro deleite y en consecuencia: Él nos concederá los deseos de nuestro corazón (Salmos 37:3-4) conforme a su voluntad.
Salmos 37:3-9 Confía en el SEÑOR y haz el bien; entonces vivirás seguro en la tierra y prosperarás. Deléitate en el SEÑOR, y él te concederá los deseos de tu corazón. Entrega al SEÑOR todo lo que haces; confía en él, y él te ayudará. Él hará resplandecer tu inocencia como el amanecer, y la justicia de tu causa brillará como el sol de mediodía. Quédate quieto en la presencia del SEÑOR, y espera con paciencia a que él actúe. No te inquietes por la gente mala que prospera, ni te preocupes por sus perversas maquinaciones. ¡Ya no sigas enojado! ¡Deja a un lado tu ira! No pierdas los estribos, que eso sólo trae daño. Pues los perversos serán destruidos, pero los que confían en el SEÑOR poseerán la tierra.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.
Que Dios te bendiga de acuerdo a tu mente, habla y corazón.

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