BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

miércoles, 16 de octubre de 2019

LO QUE SOY POR DENTRO SE REFLEJA EN MI VIDA EXTERNA


LO QUE SOY POR DENTRO SE REFLEJA EN MI VIDA EXTERNA


Mateo 19:20-24 —He obedecido todos esos mandamientos —respondió el joven —. ¿Qué más debo hacer? Jesús le dijo: —Si deseas ser perfecto, anda, vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme. Pero, cuando el joven escuchó lo que Jesús le dijo, se fue triste porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «Les digo la verdad, es muy difícil que una persona rica entre en el reino del cielo. Lo repito: es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de Dios».
Apocalipsis 3:14-20 »Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Laodicea. Éste es el mensaje de aquél que es el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio* de la nueva creación de Dios: »Yo sé todo lo que haces, que no eres ni frío ni caliente. ¡Cómo quisiera que fueras lo uno o lo otro! Pero, ya que eres tibio, ni frío ni caliente, ¡te escupiré de mi boca! Tú dices: “Soy rico, tengo todo lo que quiero, ¡no necesito nada!”. Y no te das cuenta que eres un infeliz y eres un miserable; eres pobre, ciego y estás desnudo. Así que, te aconsejo que de mí compres oro —un oro purificado por fuego —y entonces serás rico. Compra también ropas blancas de mí, así no tendrás vergüenza por tu desnudez y compra ungüento para tus ojos, para que así puedas ver. Yo corrijo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé diligente y arrepiéntete de tu indiferencia. »¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos.
El "oro refinado en fuego"
Es decir: es nuestra fe probada y renovada en las circunstancias difíciles de la vida.
1Pedro 1:7 Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo.
Podemos decir que es como cuando debemos tomar la decisión radical de estar con Cristo o con el mundo.
En otras palabras una sociedad actual sin valores y sin principios bíblicos.

Muchas veces podemos vivir sintiéndonos cómodos con casa, carro, cosas, títulos y considerarnos “ricos” o que no nos falta nada.
Pero si no hemos renunciado al mundo, a nosotros mismos, si no estamos dispuestos a morir por causa de Cristo, somos pobres.

Necesitamos renunciar a nuestra vieja naturaleza, renunciar a que nuestros deseos y planes particulares estén por encima o fuera de la voluntad de Dios, y tener por lo tanto una perspectiva diferente de la vida, la que nos da la Palabra de Dios.

Esto no quiere decir que renunciemos a nuestro trabajo, o las cosas que Dios nos ha puesto en administración en su amor, sino que no las coloquemos por encima de la voluntad del Padre.

Es decir: Que nuestro corazón no esté en las cosas, sino en el dador y proveedor de toda bendición y que las administremos de tal forma que sirvan a los propósitos de Dios y no a nuestros deseos egoístas.
Santiago 1:16-18 Así que no se dejen engañar, mis amados hermanos. Todo lo que es bueno y perfecto desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre, quien creó todas las luces de los cielos.* Él nunca cambia ni varía como una sombra en movimiento.* Él, por su propia voluntad, nos hizo nacer de nuevo por medio de la palabra de verdad que nos dio y, de toda la creación, nosotros llegamos a ser su valiosa posesión.*
Nuestra relación con Dios debe estar en primer lugar y esta relación es diaria, mediante la Palabra de Dios, la oración y manifestada en el amor.

Escribamos por lo tanto una carta de renuncia espiritual al pecado.
Una carta de renuncia a nuestra pasada vana manera de vivir.
Una carta de renuncia a pensar como pensábamos antes.
Una carta de renuncia a vivir una vida por vista y no por fe.
Por eso hoy reflexionemos sobre las cosas de nuestro pasado que debemos renunciar.
Reflexionemos en aquellas cosas que están causando pérdida de tiempo o vida y que no cumplen el propósito que Dios anhela que vivamos.

Reflexionemos en aquello en lo que fijamos nuestra atención, porque donde tengamos nuestros pensamientos, emociones y voluntad, allí estará y será nuestro tesoro.
Mateo 6:21 Donde esté tu tesoro, allí estarán también los deseos de tu corazón.
Recuerda esto iglesia, Podemos escoger un tesoro momentáneo o un tesoro eterno.

Por eso todo mi estado interior se refleja en mi vida externa

Isaías 1:13 Dejen de traerme sus regalos sin sentido. ¡El incienso de sus ofrendas me da asco! En cuanto a sus celebraciones de luna nueva, del día de descanso y de sus días especiales de ayuno, todos son pecaminosos y falsos. ¡No quiero más de sus piadosas reuniones!
Isaías 1:18-20 »Vengan ahora. Vamos a resolver este asunto —dice el SEÑOR—. Aunque sus pecados sean como la escarlata, yo los haré tan blancos como la nieve. Aunque sean rojos como el carmesí, yo los haré tan blancos como la lana. Si tan sólo me obedecen, tendrán comida en abundancia. Pero si se apartan y se niegan a escuchar, la espada de sus enemigos los devorará. ¡Yo, el SEÑOR, he hablado!».
Iglesia, si alzamos nuestras manos a Dios, y si nos reunimos para alabarle y hacemos muchas actividades religiosas, pero si nuestros actos de adoración o nuestro culto, no vienen de un corazón arrepentido, serán vanas nuestras oraciones y adoración.

El pueblo de Israel es llamado al arrepentimiento pues llevaban ofrendas, celebraban ritos convocando asambleas a Dios, pero no se apartaban del pecado.
Así que esto molestaba en gran manera a Dios.

Ellos pensaban que con lo que hacían externamente, tapaban ante Dios el estado real de su corazón, pero no podían engañar a Dios, Él mira el corazón de cada creyente.

Así mismo nosotros hoy en día nos llenamos de actividades y cosas externas.
Nuestra conciencia da gritos, porque no estamos haciendo la voluntad de Dios y entonces acallamos su voz, colocando más volumen a los ritos externos.

Cualquier acto externo, debe ser la manifestación de un corazón que obedece a Dios y que está de acuerdo con Dios.
En otras palabras: Lo que hagamos en secreto se manifestará en lo exterior en cualquier momento.

Si lo que hacemos en secreto es entrar a cuentas con Dios, pedir su dirección y confiar en su provisión, esto se refleja inmediatamente en nuestra vida diaria, en nuestras relaciones y en nuestra vida en la iglesia.
Es decir: Nuestras actividades serán fruto de un corazón limpio y lleno de paz.

Iglesia, este es un llamado a reflexionar y apartarnos del mal.
Es un llamado a quitar completamente el pecado de nuestra vida.
Es un llamado a lavarnos y limpiarnos quitando la iniquidad de nuestras obras por medio de la fe en Cristo.

Esto significa colocarnos a cuentas con Dios, ir a su presencia para llegar a un acuerdo donde le ofrecemos nuestra confianza, porque Él nos ofrece perdón, limpieza y restauración.

Como resultado practiquemos el bien, el juicio y la justicia en todos los actos externos de nuestra vida
Y como bendición tendremos abundancia de todo pues será fruto de lo que hemos sembrado.

De eso se trata nuestra nueva naturaleza

2Corintios 5:17-19 Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado, ¡una nueva vida ha comenzado! Y todo esto es un regalo de Dios, quien nos trajo de vuelta a él mismo por medio de Cristo. Y Dios nos ha dado la tarea de reconciliar a la gente con él. Pues Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando más en cuenta el pecado de la gente. Y nos dio a nosotros este maravilloso mensaje de reconciliación.
Colosenses 3:9-11 No se mientan unos a otros, porque ustedes ya se han quitado la vieja naturaleza pecaminosa y todos sus actos perversos. Vístanse con la nueva naturaleza y se renovarán a medida que aprendan a conocer a su Creador y se parezcan más a él. En esta vida nueva, no importa si uno es judío o gentil,* si está o no circuncidado, si es inculto, incivilizado,* esclavo o libre. Cristo es lo único que importa, y él vive en todos nosotros.
Iglesia, nuestra nueva naturaleza implica una forma de vivir diferente.
Así como el pez no puede vivir fuera de su ambiente natural, como hijos de Dios y ciudadanos del cielo, no podemos vivir en plenitud si no vivimos en la dimensión de la fe, en la dimensión de la eternidad con base a su Palabra.

Nuestra nueva naturaleza debe implicar una nueva forma de vida.
Porque si pensamos y vivimos como el hombre sin Dios, seremos amargados y viviremos en confusión.
Es decir: Estaremos cargando un peso que nos hará vivir en derrota y sin fruto.
Salmos 73:15-19 Si yo realmente hubiera hablado a otros de esta manera, habría sido un traidor a tu pueblo. Traté de entender por qué los malvados prosperan, ¡pero qué tarea tan difícil! Entonces entré en tu santuario, oh Dios, y por fin entendí el destino de los perversos. En verdad, los pones en un camino resbaladizo y haces que se deslicen por el precipicio hacia su ruina. Al instante quedan destruidos, totalmente consumidos por los terrores.
Por esto, nuestra forma de pensar debe cambiar radicalmente, porque si seguimos pensando cómo piensa el mundo, estamos en el lugar equivocado.
Y si amamos más al mundo que a Dios, el amor de Cristo no permanecerá en nosotros.
Como dice 1Juan 2:15-17.
1Juan 2:15-17 No amen este mundo ni las cosas que les ofrece porque, cuando aman al mundo, no tienen el amor del Padre en ustedes. Pues el mundo sólo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo; y este mundo se acaba junto con todo lo que la gente tanto desea. Pero el que hace lo que a Dios le agrada vivirá para siempre.
Esta nueva dimensión implica aceptar nuestra nueva naturaleza en Cristo y vivir conforme a ella.
Además viviendo por fe y no por vista.
2Corintios 4:16-18 Es por esto que nunca nos damos por vencidos. Aunque nuestro cuerpo está muriéndose, nuestro espíritu* va renovándose cada día. Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades! Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre.
Hermano, como cristianos, herederos de tantas promesas y bendiciones, tenemos que vivir según lo que hemos recibido.
Debemos vivir persuadidos y atentos de cuál es la voluntad de Dios.

Recordemos que debemos aprovechar cada día, porque los tiempos en que vivimos ameritan que los hijos de Dios se manifiesten en amor y justicia.
Que nuestra fe, compromiso y entrega a Jesús sea conocida en todas la naciones, iniciando por nuestra familia.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.
Que Dios te bendiga.

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