BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

lunes, 3 de julio de 2017

LA BONDAD DE DIOS

LA BONDAD DE DIOS.
“Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, BONDAD, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” (Gálatas 5:22-23 RV)
Veamos La Bondad de Dios
Antes de que podamos definir la bondad como un fruto del Espíritu Santo, y podamos comprender la bondad de Dios, deberemos ser conscientes de que solo podremos tocar la orilla del manto del Señor; no podremos profundizar  más allá de la superficie; no podemos ver más que un destello de la bondad de Dios, aun cuando caminemos por fe.
La bondad de Dios solo la podremos ver manifiesta en toda su gloria cuando lo vamos cara a cara en el cielo.

Su bondad va más allá de toda comprensión humana,  y solo mediante el Espíritu Santo podremos ver desde lejos un poco de ella.
Jesús dijo en Mateo 19:16-17: “Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?  Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.”
Este es el principio clave del día de hoy, y sus ramificaciones son más complejas de lo que podemos cubrir en este día.
Aquí tenemos a una persona buscando la vida eterna, y Cuando él se acercó a Jesús, lo llamó “bueno”.
Jesús inmediatamente contestó.
En lugar de responder primero a sus preguntas, Jesús le respondió haciéndole una pregunta importante, como frecuentemente lo hacía.
La respuesta-pregunta fue:
¿Por qué Me llamas bueno?
¿Qué no sabes que la bondad solo existe en Dios nuestro Señor?
¿O crees tú que yo soy Dios?
Observen los principios que emergen inmediatamente:
1. La Bondad es un atributo de Dios
2. Esta solo disponible en El y a través de Él.
3. Jesús Reconoce que el único Dios bueno, es su Padre.
4. Para poder tener alguna “bondad” en nosotros, Dios debe habitar en nosotros por medio de su Hijo Jesús.

Incluso si tú tienes a Cristo en tu corazón, pero tus hijos no lo tienen, ellos no pueden “ser buenos” como fruto del Espíritu Santo.
Ellos pueden aprender a comportarse de una manera aceptable, pero eso no es bondad.

La Bondad es un atributo de la Naturaleza Divina, y como tal solo puede existir cuando la Naturaleza Divina mora dentro del alma humana.

En la Tierra no existe ningún hombre bueno.
Solo podemos ser bondadosos cuando Jesús habita en nosotros, y caminamos bajo la obediencia y fidelidad hacia Dios Padre.
Como seres humanos podemos hacer cosas “aceptables”, para los estándares del mundo, incluso, aun para los estándares de la iglesia.
Pero estas acciones no se pueden considerar “buenas obras”, si no existe realmente y verdaderamente un sometimiento ante Dios mediante la fe en Jesucristo.
No olvides que “DIOS NO TIENE NIETOS, SOLO HIJOS”
Las buenas obras son cosas que Dios hace a través de ti.

¿Y cómo las reconoceremos?, éstas tienen siempre ciertas características; ¡Siempre!
Hay realmente dos palabras claves que se usan en el Nuevo Testamento que son traducidas como “bueno”.
Pero nos vamos a concentrar en el pasaje de Gálatas 5, porque esa es llamada un fruto directo del Espíritu Santo de Dios.

La razón es porque es un aspecto tan alto, tan sublime y tan noble del carácter de Dios que las cualidades humanas no pueden lograr equiparar, ni puede el lenguaje humano ni siquiera empezar a describirlo.

Por eso es que la naturaleza de Dios desafía al entendimiento humano, porque aun en medio de una generación torcida y perversa, aborrece lo malo.
El ser humano dice tener hambre de santidad, pero rechazan el compromiso con Dios.

La BONDAD se levanta a si misma por encima de la moralidad de este siglo, y como es el carácter de Dios que está siendo liberado, exhibe claramente su pureza, que aún la misma justicia y acciones de la religión y las buenas intenciones, se ven como lo que son. NADA.

Por eso la definición en toda su simplicidad, sobre la BONDAD sería:
Esa parte de la naturaleza de Dios (3 Juan 11, Romanos 7:17) que rechaza el mal (Romanos 12:21) que desea la Santidad (Efesios 5:8-10) y produce fruto eterno (Romanos 8:28, Mateo 7:15, Génesis 50:20).

Veamos La Bondad de Dios en el Hombre
Ya hemos determinado que solo Dios es bueno, y solo Dios puede hacer algo bueno.
En otras palabras, la bondad es una parte de la esencia de Dios, y como tal, no puede existir separada de Dios.
Pero afortunadamente para el hombre, la Bondad de Dios está disponible.
Tú puedes de hecho poseer la bondad, aun cuando solamente Dios es bueno, porque Dios, viviendo en ti, liberará esa bondad a través de ti, si tú se Lo permites por medio de su Hijo Jesús.
Eso es lo que el Apóstol Pablo quiso decir cuando dijo que el fruto del Espíritu es bondad.
Dios, viviendo en el hombre, le da al hombre la capacidad de ser bueno, y de hacer lo correcto.
El hombre por naturaleza no es bueno, Sin Dios.
Y solo es posible ser bueno cuando por medio de Jesucristo nos sometemos a la voluntad de Dios Padre.
Verifiquemos esto en la Escritura.
Primero veamos 3 Juan 11 que dice: “Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios”
Entonces los hijos de Dios, en los que habita es Espíritu de Dios tiene la capacidad de hacer lo bueno.
Cristo representaba en sí mismo la perfecta bondad de Dios, pero no era Dios.
El incrédulo, sin embargo, puede solo hacer el mal.
El hombre o la mujer no tienen la habilidad de producir nada que sea bueno, sin Dios.
Usted puedes no estar de acuerdo, e incluso me puedes argumentar lo siguiente: “Pero yo conozco algunos no-Cristianos quienes viven vidas más morales que muchos Cristianos”
El asunto no es la moralidad. Es de BONDAD.
La moralidad es relativa y temporal.
La bondad es un absoluto, y es eterno.
Y el hecho de que tú seas un creyente de Jesucristo, no significa que automáticamente producirás buenas obras.

El apóstol Pablo ventiló sus frustraciones como nosotros, en Romanos 7:17-18 explicó el problema.
El escribió: “pero, en ese caso, ya no soy yo quien lo lleva a cabo sino el pecado que habita en mí. Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa, nada bueno habita. Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo.”

Aquí explica Pablo el fenómeno de la naturaleza dual del hombre.
En el mismo cuerpo estén dos aspectos completamente opuestos.
La vieja naturaleza, la cual no puede producir nada bueno, y la Nueva Naturaleza, la cual no puede producir el mal.

Pero la lucha de Pablo estaba en el proceso de tomar decisiones.
Lo que él deseaba hacer no era bueno.
El, naturalmente no deseaba huir del mal y seguir la santidad.
Si se le hubiera dejado a su elección, el constantemente era atraído a hacer aquello que no era bueno.
Y las cosas que se suponía que él debía hacer, naturalmente las evitaba.
Pero Pablo tenía un Ayudador, el Espíritu Santo.
Y ese Espíritu, viviendo en él, quería producir solo aquello que era eterno y bueno.

Por lo tanto, mientras que este verso nos deja con una connotación un poco negativa, está más bien diseñado para reconocer el conflicto, más que para describir la solución.
La solución la encontramos en Gálatas 2:20.
Ahí, el Apóstol Pablo reconoce que:
Gálatas 2:20 Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Pero Pablo era consciente del problema.
En él y por el mismo, nada bueno podía hacer.
Entonces aquí está el problema.
Hasta que Cristo venga a nuestras vidas, no podemos hacer nada bueno.
Una vez que Cristo entra, entonces poseemos la capacidad de hacer tanto lo bueno como lo malo, la decisión, es nuestra a cada momento.
Pero, si en algún momento, nuestra carne toma el control, lo que producimos no serán buenas obras.
Porque la carne en nada aprovecha.

La Bondad de Dios en el Hombre:
Es la parte de la naturaleza de Dios que rechaza el mal.
Es decir: Que Dios está evaluando el comportamiento, costumbre, actitud y responsabilidad del cristiano que dice tener a Jesús en su corazón.
En otras palabras: Si un creyente dice ser Hijo de Dios, este debe caminar en obediencia y fidelidad ya que es el mismo Dios quien está al tanto de cómo se comporta la “bondad” en la vida del cristiano.

Veamos tres características dominantes en la vida del cristiano.
La primera es: La Bondad de Dios en el Hombre: Siente repulsión por el mal.
Un simple pasaje para memorizar sería:
Romanos 12:21 No dejen que el mal los venza, más bien venzan el mal haciendo el bien.

Lo que eso significa es que cuando Dios tiene el control de tu vida, y la bondad de Dios está siendo manifestada en tu vida, no puedes tolerar la impureza, la infidelidad, la mentira, las excusas o la inmoralidad.
De hecho, el hacer o el comprometer cualquiera de estas en ti, te enfermará.
La razón es, que tú tendrás la perspectiva de Dios hacia el pecado, y Dios odia el pecado.

Dios detesta toda forma de pecado, y cualquier cosa que desafíe Su Santidad, ambas cosas rompe Su Corazón y entristecen Su Espíritu.
Así es que si tú puedes tolerar más y más inmoralidad en lo que observas, lo que piensas, lo que dices, o lo que haces, no estás permitiendo a Dios ser Dios en ti.
Y por consiguiente, cristo no habita en usted.
En otras palabras usted sigue viviendo en la antigua naturaleza del pecado.

Usted podrás estar testificando, sirviendo, enseñando; aun orando.
Y Dios honrará Su Palabra.
Pero tú no estarás creciendo a Su imagen, porque el Fruto de Su Espíritu, el cual es bondad, estará siendo estorbado en ti.
Te pregunto:
¿Invitarías al Espíritu de Dios a leer esos libro, mensajes, correos, que estás leyendo?,
¿Invitarías al Espíritu de Dios, A ver esas imágenes o fotos que te envían?,
¿Invitarías al Espíritu de Dios, para que esté presente en esa obra que estás montando en el teatro de tu mente?
Entienda que el Espíritu Santo tiene repulsión del pecado.
Por lo tanto, si Su bondad queda libre para fluir a través de ti, sentirás repulsión por lo malo  también.
Por es necesario Vencer el mal, con el bien.
Eso significa dejar que la Santidad de Dios fluya a través de ti, hasta que alcances el estado en el que pienses Sus pensamientos y que hagas Sus acciones.
Cuando lo hagas, lo sabrás.
Sal 97:10-12 ¡Ustedes, los que aman al SEÑOR, odien el mal! Él protege la vida de sus justos y los rescata del poder de los perversos. La luz brilla sobre los justos, y la alegría sobre los de corazón recto. ¡Que todos los justos se alegren en el SEÑOR y alaben su santo nombre!
 Y si tú no estás siendo cada vez más sensible al pecado, no estás siendo progresivamente llenado con la bondad de Dios.
La segunda es: La Bondad de Dios en el Hombre:
Es parte de la naturaleza de Dios que desea la Santidad.
El Salmista dijo “Como el ciervo busca por las aguas, así clama mi alma por Ti Oh Señor”. Esta debe ser nuestra mentalidad.
Las cosas de Dios deben estar tan presentes en nuestros pensamientos, que no tenemos que ser obligados a someternos a leer Su Palabra, o a meditar en ella, o a pasar tiempo en adoración.
La bondad de Dios en nosotros es como un viento poderoso que llega hasta los rincones de nuestro corazón clamando “Jesús, Jesús, Jesús, este es nombre más dulce que conozco; llena todos mis deseos; me mantiene cantando mientras voy hacia mi padre.
Efesios 5:8-10 Pues antes ustedes estaban llenos de oscuridad, pero ahora tienen la luz que proviene del Señor. Por lo tanto, ¡vivan como gente de luz! Pues esa luz que está dentro de ustedes produce sólo cosas buenas, rectas y verdaderas. Averigüen bien lo que agrada al Señor.

La tercera es: La Bondad de Dios en el Hombre: Produce fruto eterno.
Finalmente, la bondad de Dios no solo aborrece el mal y huye hacia la Santidad, es esa parte de la naturaleza de Dios que se reproduce a Si Misma.

Eso es, la bondad de Dios, y solo Su Bondad, produce fruto que perdura.
Produce buenas obras.
Produce recompensa eterna.
Y produce el producto terminado de Dios en ti.
Recuerden esas tres cosas, porque todas son vitales para que podamos volvernos “buenos”.
Entonces:
La Bondad de Dios produce buenas obras, en la vida del cristiano fiel y obediente.
Es decir:
Vivimos en un mundo que está ocupado haciendo supuestamente buenas obras.
Es un reflejo de la edad humanística en que vivimos en la que no importa que hayas hecho o dejado de hacer, no importa qué clase de relación tienes con Dios, y no importa cuál sea tu motivación, si haces algo benevolente, entonces el mundo te hace creer que estás haciendo una buena obra.
Mateo 12:35 nos recuerda: “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón, saca cosas buenas”
Entonces: El tesoro de tu corazón es Jesús, y solo Él puede producir buenas obras.
Eso es lo que Efesios 2:10 quiere decir cuando dice:
“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.“
Dios ha ordenado desde antes de la fundación del mundo que seamos obediente, fieles y  produzcamos buenas obras.
El las creó, Él las ordenó, El las produce.

La Bondad de Dios produce Recompensa y Bendición Eterna, en el creyente honesto.
Nuestras buenas obras serán calificadas por Dios. 
No se basara en preceptos religiosos o cuan nobles fueron, o cuan aceptables fueron éstas, sino en que si ¿estas obras fueron hechas por Dios a través de nosotros?
2Corintios 5:10 Pues todos tendremos que estar delante de Cristo para ser juzgados. Cada uno de nosotros recibirá lo que merezca por lo bueno o lo malo que haya hecho mientras estaba en este cuerpo terrenal.

Con frecuencia nos preguntamos:
“¿Cómo determinará Dios por qué cosas recompensarnos?”
No necesariamente.
¿Por lo efectivos que éramos en la música?
¿Por nuestro testimonio?
¿Por la consejería que dimos?
No necesariamente,
¿Por el dinero que dimos a su causa? O ¿Por cuánto sufrimos en nuestra vida?
No necesariamente.

Dios solo nos recompensará por las “buenas” obras, la fe que tuvimos en Él.
Si de nosotros mismos las hicimos, no habrá recompensa.
Si EL las hizo mediante nosotros, no importa cuánto “éxito” creímos haber tenido o no haberlo tenido, la corona nos espera.

Así que los creyentes más fructíferos en la eternidad, no serán necesariamente aquellos con grandes talentos, o con muchos seguidores, sino aquellos quienes sabían que ellos no podían hacer nada separados de Dios.
A ellos, Dios les dirá: “Bien hecho siervo bueno y fiel”.

Por Ultimo y ya para finalizar este mensaje del día de hoy:
La Bondad de Dios es Completa, en el creyente que refleja a su Hijo Jesús.
Dios termina lo que empieza.
Si se lo permitimos, El empezará y completará la obra que Él tiene para tu vida.
Tal vez tu ni cuneta te darás de lo que Él está haciendo en ti, pero estarás muy consciente de que tú no lo estás haciendo.
El apóstol Pablo lo dijo de esta manera:
Filipenses 1:6: “Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva”.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.

Que Dios me bendiga, a mi familia y a mis hermanos en la fe.

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